Reciban mi saludo revolucionario de siempre, me dirijo a ustedes en ocasión de comentarles e informales algunos acontecimientos preocupantes que tienen que ver con el desarrollo del “Congreso Extraordinario del PSUV” y sus conclusiones.
Está por concluir este Congreso Extraordinario y estamos en la era del Bicentenario.
El Comandante Presidente Chávez, líder fundamental de la Revolución Bolivariana, sin duda desde los célebres acontecimientos del 4 de Febrero, el 21 de Noviembre del 2009 en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, en su discurso inaugural definió lo que pudiéramos llamar la “Línea General que debía abordar el Congreso, acompañado del análisis del contexto político, precisando los elementos centrales de la coyuntura política mundial y sus exigencias. Y nos decía que debería ser un “Congreso Admirable” como alguna vez lo planteó el Libertador en su tiempo.
Por otra parte el joven Bolívar en 1804 en su célebre juramento del “Monte Sacro” (Roma, Italia) y con la presencia de Simón Rodríguez planteó el “Gran problema del mundo en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el destino de esa misteriosa incógnita no ha de verificarse sino en el nuevo mundo”.
Como sabemos el imperio español fue derrotado pero no fue posible resolver la incógnita de la libertad en la sociedad.
El orden mundial establecido en 1945 después de la segunda guerra mundial entró en descomposición política y se agotó con el desplome del bloque soviético y la ruptura de la unipolaridad yanqui, la tendencia del mundo es hacia la conformación de nuevos bloques de poder, pero la Revolución Bolivariana con el liderazgo de Chávez y con la Revolución Cubana, el liderazgo histórico de Fidel y el Alba, abre una perspectiva para abordar este asunto, que es complejo, difícil y exigente, y nuestro Congreso debería inscribirse en esa perspectiva para que realmente sea extraordinario. Los delegados tenemos una tremenda responsabilidad, individual y colectivamente. Y debemos hacer un balance crítico y autocritico para ver si de verdad estamos al nivel de las exigencias que nos plantea esta larga coyuntura política de transición venezolana que arranco con los acontecimientos de febrero de 1989 y no se ha cerrado aún. Estamos frente a un reto histórico y la historia al final establece responsabilidades y oportunamente absuelve o condena.
Durante los días sábado 27 y domingo 28 de Marzo del 2010 en la ciudad de Barquisimeto, estuvimos los delegados y delegadas que asistimos puntualmente desde las 10 am hasta la 1 de la madrugada y luego reiniciamos la reunión el domingo desde las 10 am hasta la 1 pm, discutiendo el borrador del proyecto de estatuto del PSUV y que antes separadamente las delegaciones por los 4 estados (Aragua, Vargas, Miranda y Distrito Capital) lo habíamos revisado desde hace mas de 1 mes.
Con voluntad revolucionaria, unitaria, pasión, contenido ideológico y por consenso de los delegados y delegadas asistentes de las 4 entidades, aprobamos una metodología que consistía en lo siguiente:
- Cada estado (Vargas, Caracas, Aragua y Miranda) leían la redacción final que proponían.
- Se comenzaba la discusión por título.
- Se tomó como base los títulos I y II del documento propuesto por Caracas (que era la única propuesta completa y presente) y sobre ésta se agregaban las observaciones de los otros 3 estados.
- Donde no había consenso se nombraba una comisión con integrantes de todos los estados para redactar el artículo y presentarlo luego a la plenaria regional.
- Por condición de Claudio Farías, donde no hubiese acuerdo, se llevaba a la Plenaria las dos posturas.
Con esta metodología en lo fundamental, aprobamos por consenso los títulos I,II, III y el artículo 11 del título IV (de la propuesta de Caracas), lo cual resulta lo esencial del borrador de Estatuto.
El ciudadano Claudio Farías en las palabras que dirigió en la plenaria de Barquisimeto no leyó los acuerdos establecidos por consenso ni sintetizó inteligentemente el contenido esencial del debate. Su intervención sorprendió a todas y todos los delegados de la región, e irresponsablemente se dedicó a señalar, sin pruebas de argumentación seria, la existencia de delegados y delegadas contrarrevolucionarias y traidoras en el seno del Congreso, tergiversando y manipulando el bello contenido de los acuerdos y resoluciones establecidos por unanimidad, causando indignación en la mayoría de los delegados de la región e interrogantes que surgen de todas y todos lo que vieron y escucharon por televisión radio el discurso del ciudadano Claudio Farías. Y peor aún, lo hace en un momento en que estábamos condenando unitariamente la traición de Henry Falcón, en el propio estado Lara.
Está planteado una seria rectificación por parte del delegado Farías. Si es cristiano, debe pedir perdón en estos días de Semana Santa y de la Pasión de Cristo y si es auténticamente revolucionario, bolivariano y socialista debe hacerse una autocritica en el Congreso por la grave falta cometida, y si es honesto debería renunciar voluntariamente al cargo de coordinador de la región central.
Pio Tamayo, uno de los ideólogos del socialismo venezolano del siglo XX, larense y tocuyano, hace 85 años en marcha serena y consciente hacia su muerte física de su cuerpo, y saliendo de la cárceles del gomecismo de Puerto Cabello, en carta a un amigo llamaba a los socialistas de este país a resolver el gran problema que planteaba el joven Bolívar, a construir “el socialismo con la libertad, la ciencia, el arte y la belleza”. Con la Revolución Bolivariana, el liderazgo del Comandante Chávez y la voluntad popular de la mayoría de nuestro pueblo lo construiremos en la tierra de Bolívar, pero debemos pedagógicamente reeducarnos, en el debate serio, honesto y fundamentado de las ideas y la cultura, siendo ésta la única forma que avanzan los procesos revolucionarios del mundo.
Fraternalmente,
Fernando Soto Rojas
Caracas, 29 de Marzo de 2010