A ver si le paran a los juramentos

Hay juramentos célebres como el hecho por el joven Simón Bolívar (15-8-1805), en el Monte Sacro (Italia), cuando frente a su Maestro Simón Rodríguez, juró no dar descanso a su alma hasta no ver rotas las cadenas que oprimían a su Patria…con casi veinte años guerreando, contra todo tipo de adversidades, cumplió su palabra aunque minado su sueño y esfuerzo por deslealtades de muchos en quienes depositó la mayor confianza.

No se cuántos seguirán leales a Chávez de quienes hicieron el “juramento del Samán de Güere”, ni el hecho por los alrededores de San Mateo (Anzoátegui) con un pequeño grupo de soldados. Es que en Venezuela, como en otros países, el jurar por Dios y la Patria es como un hábito o costumbre ancestral de origen religioso que las más de las veces es sólo formal, porque en la práctica más de uno de esos juramentos son traicionados y, en el mayor de los casos, olvidados. Hay una canción –no recuerdo si tango o bolero- que en alguna parte de su letra dice: “Hoy un juramento…mañana una traición….” . De esta verdad sobran los ejemplos, siendo en política donde es más frecuente esto, producto del oportunismo, los intereses personales, el bajo nivel político e ideológico ó, simplemente, la no identificación de verdad con el proyecto o programa al que en un momento dado se juró fidelidad.

En un emotivo acto político realizado en el Poliedro de Caracas (9-4-2010), donde el Presidente Chávez, con su chaqueta de máximo líder de PSUV y del proceso bolivariano –con rumbo al socialismo- hizo un extraordinario discurso, con indicaciones concretas sobre el proceso electoral interno de esa organización. Allí se aplaudió y juró repetidas veces cumplir con las indicaciones: nada de descalificaciones a compatriotas, nada de publicidad en los medios, nada de interferencia de los funcionarios públicos a favor de “sus” candidatos…se juró que cada aspirante “patearía” las calles para buscar el respaldo de los “compatriotas”…se juró que quien pierda debe cuadrarse en cuerpo y alma con los ganadores.

Si la campaña interna del PSUV se cumple al pié de la letra como lo indicó el Comandante y como con euforia se juró repetidamente, sin lugar a dudas será un extraordinario ejemplo del partido político (socialista) de la actualidad más numeroso de Latinoamérica; pero, como dice el refrán: “amanecerá y veremos”.




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Ramón Yánez


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