“Si no cuidamos la gallinita que protege el huevito de la Seguridad Democrática, ese huevito corre peligro por el gavilán del vecindario”.
Con esta cursi y mal construida frase, Alvaro Uribe, hizo referencia al “peligro” que para él representa Chávez. Perseveró en provocar y actitud de protegido. También por sumarse al coro contra Venezuela, aupado por Halcones que, con su ayuda, sobrevuelan nuestro cielo, velando al gavilán.
Días atrás, Insulza habló de “fenómeno cesarista en forma de gobierno unipersonal”. Para decir que en Venezuela hay dictadura. Lo dijo un responsable de la consolidación del golpe contra Zelaya y clama con Hilary Clinton, la incorporación incondicional de Porfirio Lobo a la OEA. Gobierno ilegal que persigue, tortura, contra un pueblo que exige justicia.
Más recientemente, “analistas internacionales”, como tituló la prensa derechista, encabezados por Roger Noriega, funcionario de Bush, calificaron a Venezuela de amenaza “por vínculos con Irán”.
Dijo Noriega que de aquí salen “armas para Hizbulà por Guanta” y la presencia de iraníes “es impresionante”. Tanto que el diario derechista que reproduce esa información de EFE y se edita a cinco kilómetros del sitio, jamás ha detectado nada.
En este grupo destacó un ex embajador en Estados Unidos por Costa Rica, afirmando que Chávez maneja vasto proyecto de energía nuclear, “ya en ejecución con fines bélicos para enfrentar a Estados Unidos”.
En febrero pasado, en el mismo escenario, Otto Reich, dijo que Venezuela “era una seria amenaza para Estados Unidos”.
Mientras esos señores lanzan falsos mensajes, para ambientar la agresión y gobierno colombiano cede su territorio para bases militares con el mismo fin, Brasil y Turquía, llegan acuerdos con Irán sobre el asunto nuclear.
Establecieron que se haga “bajo monitoreo” internacional. Por eso, Lula dijo “Quienes anhelan construir acuerdos de paz siempre vencerán”.
Al inicio, el acuerdo dejó sin balance a Obama, quien en carta enviada a Lula, divulgada por la prensa brasileña, sostuvo que era suficiente para la solución pacífica del problema. Pero se comentó que “Washington no está contento” que dos “potencias de medio rango consiguieran semejantes resultados”.
Eso además debilitaría sus planes de guerra y acusaciones contra Venezuela.
Por esto, la Casa Blanca, inmediatamente se contradijo afirmando que aquello “no cambia nada” y seguiría pidiendo sanciones contra Irán.
A Turquía y Brasil, que dejaron mal la diplomacia gringa, no se les ve bien, pero tampoco como peligrosos. Este calificativo sirve para Venezuela, por su riqueza petrolera y “mal ejemplo”; esto último, dijo el canciller Maduro, por la visión del gobierno venezolano “de la independencia y unión del continente, fortalecimiento del ALBA, UNASUR, creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños”. Y el cuestionamiento que pende sobre la OEA.
La Casa Blanca y el Nóbel, han decidido promover lo que llaman “guerra secreta”; lo dice el Washington Post, no el presidente Chávez o sus aliados.
Obama, se ha vuelto aliado de los guerreristas, tanto que ahora tienen “más acceso”, como afirmó un militar estadounidense, quien agregó, “éstos hablan menos en público, pero actúan más. Están dispuestos a ponerse agresivos más rápido”.
El fortalecimiento de los planes bélicos incluye a Venezuela y la alharaca contra su gobierno, al cual insisten en acusar de desestabilizar la democracia regional y, en contubernio con Irán, interesado en destruir a Estados Unidos. ¡Una pelusa!
A Obama debieron haberle dado el premio “Marte de la Guerra", quizás tuviese otra actitud.
Si Uribe quiere cuidar su huevito y gallinita que los saque de ese nido de víboras y halcones.