No es causal que Fidel Castro, caracterizara los hechos que están ocurriendo en los países del llamado Medio Oriente como uno de los más importantes ocurridos después de la Revolución Francesa y no nombrara por supuesto a la Revolución Bolchevique, dado que los movimientos sociales y políticos que se están desarrollando en esos países se dirigen más a transformar relaciones feudales de producción que en muchos de esos países dominan, que a la transformación de las relaciones capitalistas.
De allí que, los medios de las trasnacionales de la comunicación ó del Totalitarismo Mediático Global, denominación acuñada por Roberto Hernández Montoya, no hayan tenido ningún pudor en respaldar el desarrollo de todos estos acontecimientos en “pleno desarrollo” pues los aires de libertad que allí se respiran son muy propios precisamente de las revoluciones burguesas que ocurrieron en Francia hace más de 200 años.
Michael Zeuske, Dr. en Historia especializado en América Latina, a quien conocí en La Habana cuando hacía mi tesis para graduarme de Periodista sobre el periódico El Venezolano dirigido por Antonio Leocadio Guzmán, cuando conversábamos para caracterizar la formación de las clases sociales en el siglo XIX en nuestro continente, me explicaba su hipótesis, de que en esta parte del mundo las revoluciones burguesas se fueron dando por oleadas.
Esa visión de nuestra historia me pareció sumamente interesante para comprender el hilo histórico y el proceso complejo de nuestra independencia y luego de la Guerra Federal, por no hablar de la seudodemocracia cuartorepublicana. Pues bien, este concepto de las revoluciones burguesas por oleada, ahora nos puede ayudar a entender lo que está pasando en el Medio Oriente, sus convulsiones sociales, la confusión que existe en cuanto a qué dirección pueden estar tomando esos movimientos en estos momentos.
Allí como aquí, por la misma situación de coloniaje habido, aunque en diferentes siglos, nunca se conformó una burguesía para sí y las luchas clásicas por las cuales esta clase derribó los vestigios de feudalismo en Francia en aquella época, ahora en nuestros países deberán asumirla otras clases sociales, en ausencia de una clase burguesa con raíces nacionales. Estas se van a entroncar al mismo tiempo, con las necesidades de la clase obrera, es decir con otro tiempo histórico.
Entonces en el siglo XXI se encuentra la necesidad de completar dos inmensas tareas históricas, una del siglo XIX y otra del XX, de dos revoluciones que se fueron entroncando por igual en los procesos de descolonización en nuestros continentes y los que ahora vuelven a resurgir. En América Latina, al fin hemos encontrado el camino del socialismo, más en el Medio Oriente, quizás cansados de palabrerías y azuzados por los tanques pensantes imperiales que están detrás de las “redes sociales” y quién sabe cuántas ONG en esos países, a falta de una dirección coherente con sentido histórico de clase, vayan como veletas hacia donde toquen los más fuertes, en este caso el Tío Sam y su gran combo.
sathya954@yahoo.com