El querido Perú espera un trato digno, los esforzados trabajadores de Perú saben que las recetas neoliberales sólo son remedios peores que la enfermedad.
Toledo, Fujimori, Alan GarCÍA y etc, son una vergüenza triste; verse en ese espejo debe llamar a reflexión.
Los trabajadores de Perú no permitirán más engañifas ni usurpaciones, quieren que se les gobierne con la verdad. La trampa electoral no deja de estar a la orden del día en muchas partes pero, no en Venezuela.
Estoy persuadido de que nuestro Consejo Nacional Electoral sobra ser de una pulcritud de Perogrullo. Nuestro Poder Electoral es fruto fecundo de la Revolución bolivariana, por eso es blanco de ataques pero, cimentado sobre la fortaleza bolivariana, parece inexpugnable, y sirve de ejemplo para “A quien pueda interesar”.
Simón Bolivar es para nosotros más que el aire puro, yo no quiero ni pensar que él no hubiese existido. Y, no lo deifico porque no creo en dioses, simplemente, lo asumo como Padre de la Patria Venezolana.
Pero, Bolivar pensó en una Patria Grande de la que Perú es una parte insigne, y Perú es para nosotros, los venezolanos bolivarianos, un pedacito de Patria Grande, al igual que lo somos nostros.
¡Ojalá, Perú pueda sacudirse la camisa de fuerza neoliberal que el imperialismo le ha impuesto por intermedio de lacayos lamebotas que la han humillado últimamente!
Y, las raíces no ven el fruto pero lo nutren-dice el pueblo-por lo que hay que confiar en la esencia popular de nuestro querido Perú, para avanzar hacia la liberación.
Sea cual fuere el resultado de la próxima elección presidencial en Perú, lo esencial es unir al pueblo en torno a un verdadero proyecto de liberación.