Cierto, muy cierto. El Premio Nobel de La Paz no pudo tener mejor destino. El señor Obama ha cumplido a cabalidad con lo que se esperaba de él. Ha llevado ese galardón a las máximas alturas, casi hasta el propio Olimpo,
Quienes no habíamos entendido, éramos nosotros y nosotras! En el caso del excelentísimo señor Osama…perdón! Obama, el premio fue dado para que fomentara la paz. Así como su país estrenó, mantiene y proclama las “guerras preventivas” como un instrumento valedero para mantener su hegemonía y, claro está, para “fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”, en Noruega no quisieron quedarse atrás y han instaurado los “Premios Preventivos” o “Premios Previsores”.
Para agradecer y merecer tan novedoso galardón, el Premio Nobel de la Paz 2009 ha fomentado, como nunca y como nadie, la paz…!de los sepulcros! ¿O acaso hay alguien (a no ser el terremoto y tsunami que arrasó con Japón) que lo supere en la generación de “victimas necesarias e inocentes” que pasan a formar parte de los pacíficos espacios de los cementerios? A él son atribuibles, directa o indirectamente, las miles de personas que sucumben a las bombas (brutas, inteligentes, en racimo, unipersonales, de uranio empobrecido, de fósforo blanco, etc.), a los ataques preventivos, a los errores del fuego amigo (“por estar en el momento y el lugar equivocado”…Hoyo colorado ya lo decía).
También hay que anotarle sus cientos de miles de compatriotas que han comenzado a sufrir los rigores de los recortes presupuestarios, con lo cual ya tienen condena preventiva o previsiva de una “muerte lenta” debido a los rigores del hambre, del frío, de la calle…
Y si a todas estas almas que han pasado y pasarán a formar parte de la legión de “pacíficos espíritus habitantes de los terrenos del más allá”, le sumamos todas aquellas que son víctimas del mantenimiento del “American Way of Life”, que supone la emisión de elementos contaminantes a la atmósfera, la contribución con el cambio climático y las subsecuentes inundaciones, sequías severas, pérdidas de cosechas y aumento del hambre mundial, pues… definitivamente, el Comité Noruego no se equivocó. Lamentablemente, para la mayoría de quienes poblamos este planeta, la equivocación está de nuestro lado…
PS: Paz: sonido onomatopéyico de golpes secos sobre cualquier superficie. (Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia…)
(*) Frente de Izquierda Revolucionaria Alberto Müller Rojas
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