“Misión Iguana": de Honduras para Venezuela...

No podemos negar que los señores y señoras de la oposición venezolana son dignos ejemplares de estudio desde los más variados y multidisciplinarios enfoques científicos, más allá de la política, la sociología y la psiquiatría, pues presentan rasgos tan específicos que nuestro esfuerzo por caracterizarlos nos impele a reclamar de otras disciplinas del conocimiento, para tratar de comprender sus incomprensibles acciones, por lo que debimos acudir en esta ocasión a la zoología que, como todos sabemos, es la ciencia que estudia a los animales.

Así pues y recurriendo a las ancestrales prácticas indígenas y africanas, buscaremos una representación animal (con todo respeto por éstos), que nos permita alguna explicación sobre las conductas no racionales de los compatriotas de oposición.

En primer término nos referiremos a la especie que hace vida en la Asamblea Nacional, por ser la representación oficial de cuantos se oponen “instintivamente” (como la mayoría de los animales) al cambio de hábitat en sus pretendidas condiciones “naturales”, las que usufructuaron durante más de 40 años de la extinta cuarta república. Es quizás la especie menos dañina y la asimilamos con la Iguana, que “es un género de lagarto de la familia Iguanidae nativo de zonas tropicales de Centro, Sudamérica y el Caribe”, según el Wikipedia Dictionary.com.

En tal sentido consideramos necesario referir algunos rasgos característicos de la Iguana que coadyuven a entender el parentesco con nuestros parlamentarios oposicionistas, tal como el hecho de ser una especie cuasi-rastrera pues posee patas muy cortas que le obligan a andar con el abdomen pegado del suelo, arrastrándose para comer hierba verde; tiene la propiedad del mimetismo cambiando de color y forma para asemejarse a otros seres de su entorno (con los que no guarda relación) y a su propio entorno, para obtener alguna ventaja funcional; defecan o la “ponen” en todo momento y en cualquier lugar, sin importar quien esté debajo de los árboles; al estar frente a un potencial enemigo fingen ser feroces levantando la cresta dorsal y hasta gesticulan para asustar a sus contrincantes, pero luego huyen asustadizas; pero tal vez su rasgo más característico es que apenas caen de un árbol, inmediatamente salen corriendo a buscar protección en otro.

Comencemos por este último rasgo: los referidos diputados apenas se juramentaron el 5 de enero de 2011, o sea cuando “cayeron” a la AN, y al día siguiente arrancaron a correr para el Congreso de USA a buscar protección, cosa que repiten cada semana elevando denuncias sólo ante los organismos internacionales “made in USA”. Cuando están frente a las cámaras de Globovisión se envalentonan con cara de “valientes bravos” y amenazan fieramente, para luego huir a asustadizos cuando algún periodista serio les pregunta algo en serio. Otro rasgo es que cada vez que emprenden un dizque “ultimátum para salir del gobierno”, la ponen por todas partes y a cada rato, además de embarrar a los seguidores que están debajo de ellos. Su mimetismo característico surge cuando pese a ser venezolanos viven queriendo asemejarse a los gringos, en la mejor gala del pitiyanquismo criollo que hemos referido en otras ocasiones.

Pero lo más relevante de los parientes Iguanidae es su condición de arrastrar sus barrigas por un puñado de dólares verdes, vendiendo a su propio país, atacando a la Revolución Bolivariana y desgastar al gobierno con pretendidas denuncias o luchas legales por la democracia, tal como sus homólogos de Honduras lo hicieron para entregarle el país a la oligarquía hondureña, cual testaferros del imperio neoliberal y en detrimento del pueblo que les confió el voto.

Asimismo los indignos parlamentarios venezolanos aceptaron su ya famosa Misión Iguana, para tratar de repetir el modelo de “golpe suave hasta el límite” aplicado en Honduras y lograr la intervención internacional en nuestro país, utilizando subterfugios como la libertad de expresión, la autonomía universitaria y los muchachos manos blancas con cerebros vacíos, que protestan si entender que los mandan a parar la transformación universitaria que ellos mismos están pidiendo.

En este punto bueno es decir que no sólo caracterizamos a quienes de manera abierta y directa se oponen a la revolución bolivariana. Esos al menos dan la cara y ponen la cómica. Incluiremos en nuestra reflexión las especies de arácnidos y serpientes que agazapados en el anonimato, o escondidos muchas veces bajo una franela roja-rojita tienen un discurso “chavero” y desempeño antiético. estos clavan sus ponzoñas a la revolución al atentar contra la transformación universitaria, descalificando los Programas Nacionales de Formación y/o la creación de las Universidades Politécnicas Territoriales.

Estas especies zoológicas no sólo son depredadoras del presupuesto público, sino destructoras de las esperanzas del pueblo joven que quiere estudiar, que espera formarse pero recibe decepción, mal trato y confusión. Esas especies  y sus prácticas despreciables son verdaderos benefactores de la Misión Iguana y facilitadores natos de extrapolar el fascismo de  Honduras para Venezuela

(*)Prof:

albanozam@hotmail.com




Esta nota ha sido leída aproximadamente 2402 veces.



Albano A. Zambrano (*)

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

Visite el perfil de Albano A. Zambrano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Albano A. Zambrano

Albano A. Zambrano

Más artículos de este autor