Del Congreso de Panamá al CELAC

Todo discurso sobre Bolívar y la historia venezolana, siempre suele aderezarse con la cita de una o dos frases. Pero pocas veces damos, escuchamos opiniones o informaciones sobre el significado real de aquellas y del contexto dentro del cual fueron emitidas. 

  “¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para   nosotros lo que el de Corinto para los griegos.

 El Istmo de Corinto une las dos partes de Grecia; Peloponeso y Grecia Continental. Después de unificar Macedona, una nación vecina y pequeña, Filipo II, a mediados del siglo IV antes de C., ante la debilidad griega, por su organización en forma de ciudades estados, independientes unas de otras, las conquistó. Habiéndose ganado el apoyo de los pueblos griegos, a excepción de los espartanos, convocó un congreso que se instaló en la ciudad de Corinto y creo la “Liga de Corinto”, encabezada por Macedonia. Esa integración de fuerzas, territorios, mercados, creó las bases del posterior “Imperio Macedónico”, una unidad dinámica, de intensa actividad comercial, económica y cultural, capaz de abolir la esclavitud en los territorios conquistados, formado por la audacia de Alejandro Magno, hijo de Filipo.

 Recordando aquel acontecimiento, y asimilando las experiencias positivas y generosas, el Libertador ve en el Istmo de Panamá en 1815, el espacio para concretar la unidad política y económica de los pueblos de América “antes española”, no para repetir lo hecho por Filipo y su hijo Alejando Magno “El Grande”, sino prepararnos para afrontar los retos que planteaba el desarrollo del capitalismo, dado el caso que al frente nuestro, en la vecindad, está creciendo rápidamente el bloque de los “americanos del norte.” E intuir que en el capitalismo “el tiburón se come las sardinas”. Lo sabía por la historia antigua y conocer las tendencias del capitalismo.

 Por eso más tarde en 1829, en carta al británico Patrick Campbell, escribirá aquella otra conocida frase, “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar América de miseria……”

 Y José Martí, en 1889 ante la evidencia de lo genialmente previsto por Bolívar, expresará como respuesta por la convocatoria de Estados Unidos a la Primera Conferencia Interamericana, génesis de la OEA:

 “Jamás hubo en América, de la independencia para acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que Estados Unidos potentes, repletos de productos invendibles y determinados a extender su dominio en América, hacen a las naciones americanas de menos poder”.

 Pero no se quedó el Libertador en aquel poético anhelo de la “Carta de Jamaica”, sino que el 07 de diciembre de 1824, procede a convocar para ese ansiado Congreso de Panamá.

 La mayor coherencia con aquel pensamiento del caraqueño universal está en la política internacional de un gobierno como el nuestro que promueve instituciones como UNASUR y CELAC, formadas entre países verdaderamente hermanos y dispuestos por razones culturales, religiosas, sentimentales, geográficas e históricas a servirse mutuamente.


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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