Lo que ahora está sucediendo en Libia, la revitalización de los planes contra Irán y para no dar demasiadas muestras, sólo agreguemos lo que los gringos quisieran hacer de nosotros, por la dicha de tener petróleo y agua en abundancia, por sólo nombrar dos cosas que a ellos vienen escaseándole desde tiempo atrás, muestran como el espíritu guerrerista, el mismo de la “guerra preventiva”, vuelve a posesionarse del grupo gobernante de los Estados Unidos. Aunque es verdadero que siempre ha estado presente entre los ocupantes de la Casa Blanca y sobre todo del Pentágono.
Para los venezolanos debe quedar claro que el objetivo del gran capital consiste en apoderarse de nuestros recursos. Eso pasa por deshacerse del presidente Chávez e imponer un gobierno de derecha. Tonto quien crea que aquél invierte recursos cuantiosos, dedicación y esfuerzo, para producir un cambio político, por la vía que sea, que no les devuelva el petróleo a precios viles, entregue todos los recursos, a cambio de la dignidad nacional y miseria del pueblo todo. Pero eso podemos evitarlo, es asunto de prioridad nacional y de todos los venezolanos que no somos socios ni agentes de quienes sueñan con invadirnos.
Más adelante encontraremos, en el artículo todo entre comillas, como Obama y los demás candidatos a la presidencia de Estados Unidos, hicieron ofertas de paz. Lo que es lo mismo, reconocieron ante la presión del espíritu de los votantes, la inconveniencia de la política guerrerista que en aquel entonces encarnaba Bush. Aunque sólo fuese un acto de hipocresía.
La reposición de este trabajo, me refiero al encerrado entre comillas más abajo, publicado en abril de 2007, tiene la intención que al lado de las políticas expresadas en la creación del ALBA, UNASUR, Banco del Sur y el CELAC, en gran medida derivadas de la claridad estratégica del presidente Chávez, es necesario hacer un gran esfuerzo, mayor del que ahora se hace, para ganar, hasta donde sea posible, la opinión de la población americana y de los pueblos y foros del mundo. Se sabe que es una tarea gigantesca, pero no imposible. Porque, pase lo que pase, uno siempre vivirá para soñar. Por eso, queremos insistir en:
“Los jóvenes americanos de la década del sesenta rompían sus libretas de alistamiento y, hasta en bandadas, huían al Canadá u otros sitios para eludir la obligación de acudir a Vietnam. Cassius Clay o Muhammad Alí, hizo un paréntesis en “su volar de mariposa y picar como una avispa”, para negarse ir allá lejos a luchar “contra hermanos que nada malo le habían hecho”. Harry Belafonte, ese ex cantante negro que últimamente ha visitado varias veces al presidente Chávez, ofrecía sus conciertos en áreas cercanas al frente de combate a favor de las fuerzas vietnamitas a vivir en paz y su derecho a la soberanía.”
“Uno podría repetir a esta distancia, porque eso se ha dicho muchas veces, que la opinión pública estadounidense contribuyó, en gran medida, con la resistencia heroica de los vietnamitas a la derrota del pentágono.”
“Porque a los deseos de paz y hermandad, propios de la condición humana, que prevalecen en parte, uno no sabría decir ¡hasta dónde!, de la población del enorme país del norte, se une el terror de los padres a ver morir sus hijos en unos conflictos que a muy mediano plazo muestran que en nada les beneficia.”
“Por esos días, un negro racista, que lo fue como una reacción innata, George Watson, estando en la cárcel, vinculado a “Las Panteras Negras” y Ángela Davis, escribió un libro titulado “Soledad Brother”, en el cual planteó a sus hermanos que el conflicto interno en su país y con Vietnam, no debía verse sino como resultado de la lucha de clases y por intereses materiales. Y reclamó a los suyos descubrir hermanos entre blancos y asiáticos.”
“Hoy la guerra de Irak y la reacción que sus efectos está produciendo en la patria de Abraham Lincoln, nos hace recordar a Vietnam. Y nos obliga a meditar sobre lo que en aquella época sacamos como una saludable experiencia. Y ésta es, que en circunstancias como esas, hay que contar con la opinión pública de ese país. Por eso hemos dicho que a ella hay que hablarle, porque en esa población prevalecen los deseos de paz y un profundo amor por los suyos. “
“Las noticias de hoy reseñan que “ocho precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos centraron sus fuegos sobre la guerra de Irak”.
“Hilary Rodham Clinton, afirmó “Si este presidente no nos saca de la guerra de Irak, yo lo haré cuando sea presidenta”. Más o menos, en los mismos términos, hablaron los otros sietes precandidatos del Partido Demócrata. Y esto no es más que la señal ya dada, cuando este partido alcanzó la mayoría en el congreso en fecha reciente.”
“Recordemos que la señora Clinton estuvo en la mayoría de los congresantes que antes habían apoyado la aventura fascista y criminal de George Bush. Y hoy esa política está derrotada en la conciencia popular estadounidense. Y los demócratas, a lo gato pardo, tratan de sacar partido. Pero eso no es malo para la paz, por lo menos en lo inmediato.”
“Por eso, es bueno resaltar la posición del presidente Chávez, cuando tiende sus brazos al pueblo norteamericano; porque está demostrado que, no son las armas mortíferas y soldados profesionales, mercenarios muy bien entrenados, quienes imponen la justicia.”
“La paz, armonía, la mejor distribución de los recursos vendrán dados con el acercamiento entre los pueblos.”
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