Las declaraciones y las acciones que está tomando EEUU en distintos puntos del globo merecen la atención del mundo civilizado, pues sin duda presagian una escalada agresiva cercana muy grave para la paz y la seguridad mundial. Aunque durante la Guerra Fría se dieron incidentes que pusieron en peligro la vida en nuestro planeta, lo que vemos hoy es prácticamente inédito, pues no estamos en el mundo polarizado de entonces, ni existen potencias militares que signifiquen un peligro real para el gigante norteamericano.
La crisis de Suez, las guerras de Corea y de Vietnam y los cohetes en Cuba, fueron muy peligrosos en sus momentos y de gran importancia geopolítica, pero fueron limitados tácitamente por los gigantes enfrentados quienes no se veían seguros en el desafío directo. Todo lo contrario, sabían que no habría vencedor sino sólo perdedores. Esta limitante dejó de existir al desaparecer la Unión Soviética y la carrera armamentista, por lo que el imperio estadounidense dejó de sentirse amenazado.
Al incorporar plenamente al capitalismo a casi todos los países del mundo, aparecieron nuevos mercados, muchos más consumidores, grandes negocios, mayor producción de riquezas y, por lo tanto, más ganancias, mayor acumulación y total hegemonía. Poco duró esta ilusión. Con el tiempo, el desarrollo capitalista de otras economías, pero sobre todo la de China, puso en peligro el nuevo carácter de la dominación, por lo que hoy, el militarmente omnipotente se siente económicamente amenazado.
Sabe bien que el crecimiento económico arrastra consigo el poderío militar y parece no estar dispuesto a permitir la aparición de esta amenaza en los países emergentes. Por ello dejan a Irak y Afganistán, donde su misión destructiva fue exitosa, para ocuparse de Irán y Siria en claro reto a China y Rusia.
Por ello se movilizan armadamente en el Mar del Sur de China, aumentan su presencia militar en Australia y en el Pacífico, cercan el Asia con misiles, generan caos en Siria, desconocen los resultados electorales rusos y navegan amenazantemente en el Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, acusando a Irán de querer bloquearlo, cuando éste lo que ha hecho es contestar las amenazas gringas. Parecieran querer embarcarse en la peor de sus aventuras.
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