¿Manifiesto de solidaridad con el pueblo sirio o justificación del plan imperialista?

Apena que compañeros y compañeras que se dicen antiimperialistas y revolucionarios, suscriban un documento que fácilmente podría haber sido redactado por el Departamento de Estado del imperialismo gringo. Esta cosa lamentable que se denomina “Manifiesto de solidaridad con el pueblo sirio”[1]; condena “la guerra abierta que el régimen sirio libra impunemente contra su propio pueblo”. Se dice en este manifiesto, que el régimen sirio miente para justificar la brutal represión de su propia población. Pero no se habla de cómo el gran enjambre de medios de comunicación al servicio del imperialismo, han venido configurando en el imaginario colectivo, la supuesta necesidad imperiosa de colonizar Siria. De salvar a los sirios de los mismos sirios, de civilizarlos, de democratizarlos.

Enmarcado en el discurso occidentalizado y mimetizado sobre la “primavera árabe”, el mismo que pretendió justificar la masacre llevada a cabo por el imperialismo estadounidense y sus mercenarios, del pueblo libio, del linchamiento público de Gadaffi, se pretende ahora presentarnos lo que sucede en Siria, como una revolución cruelmente reprimida por la dictadura de Bashar Al-Assad. Así de simplista, este documento intenta convencernos de que en Siria, existe un conflicto únicamente de carácter nacional, de que es el pueblo sirio el que lucha contra una dictadura sangrienta que reprime a su población: “es la esperanza colectiva en que las próximas generaciones puedan crecer en libertad, hombres y mujeres amparados por el principio universal de ciudadanía, no como súbditos sometidos al pillaje, al terror, a la humillación y a las arbitrariedades de sus dirigentes”.

Para nada, valió la pena, según las “cientos de personas de diferentes ámbitos sociales -políticas, académicas, periodísticas y de la solidaridad internacionalista”, que suscriben el denominado y engañoso “Manifiesto de solidaridad con el pueblo sirio”; mencionar las numerosas evidencias de mercenarios apoyados por Al Qaeda, por ende, de la CIA; masacrando, torturando, intimidando a la población Siria y exigiendo la destitución del gobierno de Al-Asad.

Según informan distintas fuentes de Damasco y Moscú, son más de 15.000 mercenarios los que operan en Siria, auspiciados por las monarquías árabes y financiados por los siempre defensores de los lugares comunes occidentales, tales como: “Democracia, libertad de expresión, derechos humanos”, términos que usan y mancillan como les da la gana, según la conveniencia.

Tampoco pareció ser necesario, para los intelectuales firmantes, hacer referencia de cómo el denominado Consejo Nacional Sirio, copia ideológica del criminal Consejo Nacional de transición Libio, está compuesto por académicos residenciados en Francia y Estados Unidos, que han expuesto abiertamente la necesidad de invadir Siria militarmente. Tampoco creyeron necesario mencionar de cómo la extraña dictadura Siria, llevó hace poco a cabo un referéndum constitucional, con un 58% de participación, que fue aprobada con 89,4% de los votos, en medio del imperialismo más cruento de todos los tiempos; asediando, financiando y presionando a La República Árabe Siria.

“Ante la inoperancia internacional, la sociedad siria parece abandonada a su suerte. Conocemos muy bien las reglas que rigen el mundo contemporáneo, aquellas que permiten al tiempo que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas vete la creación de un Estado Palestino y la condena de la represión del régimen sirio”. ¿Es esto un llamado a la intervención del “Orden Internacional” en Siria? ¿Cómo se puede ser antiimperialista y justificar la intervención internacional en Siria, violando la soberanía y la autodeterminación de los pueblos?

Parece que parte de la “izquierda intelectual” Europea y Latinoamérica, ha sido incapaz de diferenciar la lucha por las reivindicaciones sociales, de la conspiración imperialista en su busca hegemónica de recursos (que se agotan irremediablemente) y de posiciones estratégicas para el denominado “Nuevo Orden Mundial”. 

El llamado es a ser verdaderamente solidarios, a ejercer el verdadero internacionalismo proletario. A ser capaces de reconocer cuando las coyunturas geopolíticas, no se pueden definir tan fácilmente en una cuartilla de conceptos y percepciones lejanas.

“"No se puede confiar en el imperialismo, pero ni tantito así, nada.”

¡Viva el pueblo Sirio! ¡No a la intervención imperialista en La República Árabe Siria!


[1] Manifiesto de Solidaridad con el pueblo sirio

http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/5344-manifiesto-de-solidaridad-con-el-pueblo-sirio.html

adaleduardo@hotmail.com



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Adal Hernández


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