Como millones de patriotas en el mundo me siento consternado y horrorizado por el asesinato de la valiente y revolucionaria colega Hala Misrati, asesinada el 17 de febrero en una cárcel de Libia por las hordas que se entronizaron en Libia –por poco tiempo, ya el mundo lo verá, cuando el pueblo libio se levante en armas y saque a los bárbaros–. A sus 31 años la patriota libia, defensora de la revolución verde y del coronel/martir Moammar Gaddafi, fue asesinada en un país sin ley, orden o cualquier norma de un país civilizado, un país híper anarquizado por verdugos ahítos de sangre, sicópatas, degenerados que no se paran ante nada para llevar a Libia a la más inimaginable barbarie, la brutalidad y el crimen propios de los fascistas, de los sionistas; sólo los mueve la ambición, el consumo de drogas y psicotrópicos, el querer borrar –hecho inútil por demás– todo vestigio de la revolución verde y todo lo que recuerde esos 30 años del gobierno de la Jamairiya.
No puede hablarse ni siquiera de fundamentalismo, de extremismo religioso, ello no es más que una impostura con que los sectores árabes más reaccionarios y retardatarios como las monarquías saudita y de Qtar, metidas hasta los tuétanos en la intervención en Libia, y ahora en Siria, cínicamente hablan de democracia en Libia o Siria esos gobiernos mediovales, monarquía absolutas. La religión y su fundamentalismo no son más que un pretexto para los grupos mercenarios aliados de los imperios de occidente.
Los hilos de la siniestra CIA yanqui, el Mossad israelí o la inteligencia británica, pueden notarse en las costuras de esa pelota de barbarie. Por supuesto que ese crimen es un eminentemente político, una retaliación contra una valiente periodista que con dignidad defendió sus convicciones y los logros que había alcanzado Libia y su pueblo en la era Gaddafi. No es el único crimen de la barbarie fascista de las "milicias", probablemente no será el último, el CTN actúa así porque está recibiendo golpes de la resistencia gadafista, de las guerrillas de la revolución verde.
Más de 8 mil patriotas están en manos de esos criminales, ¿cuál es su condición en lo que respecta a los derechos humanos? No hay que estar en esas ergástulas para imaginar las infra condiciones que vive esa masa de prisioneros políticos; esos son los presos de la OTAN, de los Estados Unidos, los carceleros son una circunstancia y valdría la pena pensar o preguntarse: ¿por qué China, Rusia –que han tenido una acertada conducta con el caso Sirio y hasta ahora han evitado la repetición de la destrucción que se produjo en Libia– no plantean la condición de los derechos humanos en la Libia actual, la condición de los presos –no hay presos comunes, estos son ahora los carceleros–.
¿Dónde está la voz de protesta de la prensa progresista venezolana, latinoamericana y mundial? Es fundamental que este caso se sepa y condenar a los carniceros que se han entronizado temporalmente en Libia. Hay que movilizar la voz de los pueblos y levantar la protesta contra el crimen de Hala Misrati, del periodismo combativo libio y de los patriotas que purgan cárceles sin procesos judiciales y cuyo único delito es haber apoyado un proceso social avanzado en su país. Defendamos los derechos humanos del pueblo libio, mancillado y escarnecido por mercenarios y traidores al servicio de potencias extranjeras.
Unimos nuestra voz de condena por el asesinato de Hala y de los otros muchos patriotas que son torturados y asesinados en las cárceles y calles de Libia; nuevamente llamamos a la solidaridad sin dobleces con el pueblo libio, por su liberación y por el relanzamiento del heroico país hacia el concierto de naciones libres.
(humbertocaracola@gmail.com) (Libertad para los 5 héroes cubanos presos en las cárceles y ciudades cárceles norteamericanas)
