El mundo vive
una convulsión, que va forzando reacomodos y reacciones que pretenden parir los
cambios necesarios que la dialéctica de la naturaleza impone para una nueva
era. Es natural que ese parto sea producto
de crisis y nazca en crisis ¿cuando no
es doloroso un parto? Pero como dentro de esos cambios estamos inmersos los
seres humanos, se fuerzan posiciones en las cuales unas minorías pretender
seguir controlando el orden económico, político y social, mientras las mayorías
bregamos por impedir semejante estupidez y barbaridad, e imponer nuevas
condiciones que vayan en provecho del colectivo.
Las organizaciones antes mencionadas, tienen ante si un enemigo común, que es el imperio
sionista yanqui. La mayor maquinaria de muerte e insensible que conoce la
historia. El único imperio que ha convertido la muerte y las guerras en
industrias generadoras de riquezas y que hace del dolor una herramienta de
dominación terrorífica. Es un imperio que ha logrado desactivar el sentido
común de las mayorías, haciendo aparecer la dictadura, el esclavismo, el
genocidio y el odio como algo bueno, mientras que a la verdadera libertad y
democracia, la ha demonizado tanto, que su sola mención causa estupor y temor,
esa es la razón por la cual la palabra comunismo asusta a quienes ni siquiera
la conocen etimológicamente. El reto es entonces romper esa cadena de
dominación sicológica, física, económica y militar para poder seguir siendo
naciones; es mas, diría que para poder seguir siendo pueblos con un mínimo de
libertad e independencia.
Pienso que las
organizaciones pro libertad, deben estar sustentadas sobre intereses colectivos,
en base a sinceridad y respeto mutuos. Si el motor impulsor para generar la
unión es un enemigo. Lo lógico es que quienes deciden ir a la conformación de
esa estructura de poder, lo primero que deben hacer el expulsar de sus entrañas
todos los vestigios que representen los instrumentos de dominación de ese
enemigo imperialista. Es deshonesto e insincero, que si conjugamos fuerzas para
enfrentar el peligro que ese enemigo representa, a la vez negociemos con él
bases militares, y que tropas militares de esa bestia, acampen en nuestro
suelo. Eso es una contradicción en si misma. La hipocresía es una forma de
cobardía y de miseria humana que arrastran los débiles mentales que ceden ante
el chantaje, la presión y los encantos fingidos del enemigo. No creo en una
organización regional independiente, que
tenga dentro de sus componentes gobiernos tan inmorales y arrastrados como los
gobiernos de Colombia, Chile, Honduras, Panamá o tan débiles como el de
Argentina, Perú, Paraguay, que permiten bases militares abiertas o
disfrazadas. No son sinceros esos
gobiernos, ni es buena su intención.
Da vergüenza mirarlos y escucharlos con sus discursos altisonantes y pendencieros, pero
apenas les pelan el diente o les ofrecen una limosna, enseguida se olvidan de
independencia, de soberanía, de respeto, de auto estima y hasta de sus propios
pueblos.
¿Quién puede
creer en las buenas intenciones por ejemplo, del gobierno oligárquico de
Colombia? Nada más paséense por la
posición cobarde y servil de Juan Manuel Santos, cuando se le arrodilló al
zángano de Rajoy y cobardemente atacó a la argentina por la nacionalización de la YPF. Nótese que hablo de los gobiernos, no de los
pueblos. Fíjense en el detalle que los países con gobiernos como los antes señalados, son los que mas
oprimen y reprimen a sus pueblos, donde la sobre explotación, miseria y pobreza
es mas abundante, pese que dicen poseer un buen P.I.B. pero cuyos beneficio es
solo para unos pocos más representa obligaciones para las mayorías marginadas.
¿Qué hace una base
militar yanqui en Argentina? Después de la traición y engaño en guerra por las Malvinas, cometido por ese
diabólico imperio, todavía hay una posición tan mediocre y servil de
facilitarles el suelo a esas maldiciones, para que desde allí vuelvan a apoyar
a los ingleses como lo hacen hoy con los
españoles y YPF.
Hay un viejo
refrán de mis padres que dice”mas vale andar solo que mal acompañado” el
contenido de ese refrán, cuadra perfectamente aquí ¿Quién desconoce que las
verdaderas intenciones del apoyo sionista yanqui a Colombia, es para usarla
como plataforma de ataque contra Venezuela? Detallen los últimos movimientos de
los altos mandos civiles y militares de USA e Israel en Colombia. Detallen que
a cada visita sigue una dotación de equipos y tecnologías militares de última
generación, con un fuerte apoyo logístico de asesores militares y estrategas,
que ya han hecho un levantamiento topográfico al detalle, de la geografía de
ese país, la venezolana, incluso de la brasileña ¿Qué integración se puede dar
allí, con gente como santos, Uribe, y la oligarquía colombiana? No podemos ser
incautos. Debemos apoyar al los pueblos oprimidos en sus luchas por liberarse
del yugo criminal de las elites dominantes, pero no es posible ninguna
integración real mientras los gobiernos
sean de esas elites. Simplemente son traidores cobardes y miserables postrados
a los pies de sus amos Sion - yanquis.
De todo lo
anterior se deduce, que la dominación, es más por los medios sicológicos, por
la ambición a una moneda inorgánico, por la debilidad de concepciones y por el
desconocimiento deliberado de la historia, que por la fuerza.
(*) Abogado Bolivariano