Las empresas dedicadas a encuestas de opinión pública eluden indagar la opinión del pueblo en los asuntos realmente significativos. De esa forma manejan la conciencia de la gente y protegen la corrupción política que caracteriza al duopolio
NINGUNA
ENCUESTA de opinión se ha interesado en recabar de la gente, del
pueblo, sus sentimientos, esperanzas y deseos, pues tales instrumentos
son administrados por seudo empresas cuyo verdaderos propietarios son
dirigentes de los mismos partidos políticos que cuentan con presencia en
el gobierno y en Congreso Nacional.
Debido
a ese ‘considerando’ tales encuestas dejan de ser fiables, ya que sólo
muestran interés en conocer el porcentaje de aprobación o rechazo que
sus candidatos puedan tener electoralmente, pero eluden indagar asuntos
más complejos y de fondo, como por ejemplo: la aceptación del público
respecto del sistema económico neoliberal, el aguante del ‘respetable’
en relación a la política agresiva antisindical del oficialismo y de la
oposición, las que se hermanan no sólo en este
asunto sino también en la entrega casi gratuita de los principales
recursos naturales del país, así como también las carreteras, la
telefonía e incluso los cementerios.
Jamás un encuestador que trabaja para empresas ‘independientes’ como CEP, ADIMARK, MORI,
GALLUP, etc., ha inquirido de la gente opinión respecto a la
depredación de ríos y forestas, glaciares y lagos, bordes costeros,
valles nortinos y hoyas hidrográficas. Tampoco se le ha consultado al
público su parecer en cuanto a la validez técnica de la fraudulenta
Encuesta CASEN, mediante la cual el establishment neoliberal ha
engañado al planeta -y a los mismos chilenos- asegurando oficialmente
que nuestro país se encuentra a medio milímetro del desarrollo global, y
que acá en Pelotillehue son POBRES solamente aquellas personas que
obtienen un ingreso mensual inferior a setenta mil pesos.
A
las tiendas partidistas, a las empresas dedicadas a auscultar la
opinión del pueblo, a las autoridades, a los empresarios y a los
magnates de la prensa ‘oficial’ y de la televisión, les interesa un
maldito comino conocer el verdadero pensamiento de la ciudadanía en
materias significativas, es decir, en aquellas que de verdad indican
crecimiento, estancamiento, democracia, clasismo, tiranía, realidad,
ficción, etc., etc.
Obviamente, a esos grupos dominantes no les motiva lo anterior, ya que preguntar sobre ello importaría abrir una posibilidad de información en la gente, una ruta a la duda principal y hacia el generalizado rechazo del actual estado de cosas.
La idea de los mandantes, de los dueños de las riendas, no es otra que
mantener al pueblo elector subsumido en supuestas acciones de
“importancia política menor”, dedicando para tal efecto páginas y
páginas de diarios, así como horas y horas de programación televisiva, a
discusiones intrascendentes de los distintos candidatos, pero que
acaparen el morbo del contertuliano logrando mantenerlo siempre en la
nebulosa que refleja la sombra de la luna sobre el agua.
Desde
hace meses (tal vez, años) estoy esperando una encuesta que consulte al
público al menos los temas que a continuación se exponen:
** Manifieste su acuerdo o desacuerdo respecto a las siguientes situaciones:
1.- Mantener el actual sistema económico neoliberal sin cambio alguno.
2.- Mantener el sistema neoliberal produciendo algunos cambios en beneficio de una mejor distribución de la riqueza.
3.- Realizar cambios profundos en el sistema neoliberal pero manteniendo su estructura principal.
4.- Cambiar completamente el sistema económico neoliberal reemplazándolo por uno que privilegie el estado de bienestar social.
5.- Continuar la política de venta de recursos naturales chilenos a empresas transnacionales.
6.- Continuar con la actual política de ‘impuesto mínimo y famélico royaltie’ a esas mismas empresas.
7.- Seguir
vendiendo recursos naturales a empresas privadas pero aumentando las
tasas de impuestos y royaltie al mismo nivel que opera en países del
primer mundo.
8.- Nacionalizar agua y electricidad.
9.- Vender el 20, 30 o 40% de CODELCO a empresas transnacionales.
10.- Respetar íntegramente la aún vigente ley de nacionalización del cobre y estatizar todos los yacimientos existentes en el país, tanto de cobre como de cualquier otro metal o no metal.
11.- Mantener escuelas y liceos públicos en manos municipales
12.- Escuelas y Liceos públicos transferirlos al MINEDUC
13.- Escuelas y Liceos públicos ingresarlos a licitaciones para ser privatizados aunque controlados por el MINEDUC
En
fin, preguntas hay muchas, y cuál de ellas más relevante, pero lo que
jamás debería quedar sin interrogación pública son las siguientes
consultas que el establishment elude olímpicamente hacerle a la gente:
A.- ¿Debe mantenerse la actual Constitución Política tal como está, sin introducirle ninguna reforma?
B.- ¿Debe ser reformada profundamente esa Constitución?
C.- ¿Debe realizarse una nueva Constitución Política con participación de una ciudadanía informada debidamente?
D.- ¿Está de acuerdo en que el sistema binominal electoral debe respetarse y continuar vigente?
E.-
¿O está de acuerdo en eliminar ese sistema binominal y reemplazarlo por
aquel que asegura elección al candidato que haya obtenido un voto más
que su(s) oponente(s)?
F.-
¿EL Estado debe incentivar y proteger al mundo laboral mediante el
impulso de la sindicalización o, por el contrario, a esta última el
estado debe eliminarla gradualmente en beneficio del capital y de la
empresa?
G.- ¿El Poder Legislativo debe ser Unicameral o Bicameral?
H.- ¿Reemplazaría el Poder Legislativo actual por una Asamblea Constituyente?
I.-
¿Debe existir legalmente un “Poder Revocatorio” que permita cada dos
años confirmar o rechazar a un parlamentario, alcalde, concejal?
J.- Intendentes, Gobernadores y miembros del CORE, ¿deben ser elegidos democráticamente por la ciudadanía?
Bien, pues, moriré esperando que alguna empresa dedicada a recabar
“opinión pública” se esmere en considerar significativas a algunas o
todas las preguntas lanzadas en estas líneas. Parece improbable que ello
ocurra, ya que tales empresas dedican sus afanes preferentemente a los
asuntos de “sufragios”,
y sería en extremo difícil que se arriesgaran a nadar en aguas
consideradas turbulentas por los partidos políticos ‘oficiales’…vale
decir, por los socios del duopolio que siguen construyendo, ladrillo a
ladrillo, una especie de dictadura perfecta cobijada por ropajes de
seudo democracia, y jaraneada con farándula circense televisiva.
De todas maneras, sería sano y oportuno hacerles estas preguntas a los actuales candidatos a la Presidencia de la República,
y según sean las respuestas decidir a quién de ellos uno podría
entregarle el sufragio. O votar nulo, si tales respuestas son
insatisfactorias (o inexistentes, como es ya habitual).
arturoalejandro90@gmail.com