Como si le hubiera caído una doble maldición, la sociedad mexicana debe soportar dos sangrías al mismo tiempo.
Una,
la de sus vidas humanas, contadas por decenas de miles, víctimas de las
bandas criminales del narcotráfico, la venta de armas y otros negocios
asociados.
Son más de 20 personas asesinadas por las bandas criminales que
actúan en los pueblos de frontera entre Estados Unidos y México.
De
acuerdo con datos de la fiscalía federal, en los primeros tres años de
Gobierno del Presidente Felipe Calderón, quien asumió el poder en
diciembre de 2006, murieron en el país unas 15 mil personas por estos
delitos. Las fuentes periodísticas y de derechos humanos aseguran que la
cifra supera los 20 mil en julio de 2012. Casi todos estos muertos
tienen como responsables a los carteles de las drogas de Sinaloa, Golfo,
La Familia, Tijuana y Juárez, entre otros.
La otra sangría se cuenta en dólares. Un informe del periodista
Roberto González Amador, del sábado 25 de agosto publicado en el diario
La Jornada, señala que empresarios y grupos económicos varios, ha sacado
del país un poco más de 145 mil millones de dólares en apenas 6 años.
Este lapso coincide con el tiempo de gobernanza del actual presidente
Felipe Calderón, aunque no es el único responsable político. El gobierno
mexicano, atado por pactos semicoloniales a la banca y organismos
internacionales y a grandes firmas de negocios lícitos e ilícitos de
EEUU, se ha negado hasta ahora a imponer un mecanismo gubernamental que
impida la masiva sangría financiera.
González Amador basó su trabajo en información oficial del Manco de
México y de la Secretaría de Hacienda, lo que habla del carácter
mafioso de un Estado capaz de informar de sus propios delitos, sean por
acción o por omisión.
Esta suma, por si misma escandalosa, representa más del doble del
saldo de la deuda pública de la nación mexicana con acreedores del
exterior, que no pasa de los 65 mil millones de dólares.
“Desde
que comenzó el gobierno del presidente Felipe Calderón, en diciembre de
2006, empresarios y particulares mexicanos han transferido al exterior
145 mil 10 millones de dólares, reveló información del Banco de México
(BdeM), registró González. “Estos recursos, que superan con creces los
remitidos al extranjero en la primera administración del Partido Acción
Nacional (de 2000 a 2006), han sido depositados en bancos o empleados
para realizar inversiones productivas fuera del país, de acuerdo con el
organismo”.
Esa cantidad de recursos revelada en los informes presentados por
el reportero, salieron del país por estos conductos entre diciembre de
2006 y junio de este año.
Representa, en n términos
comparativos, más del doble del saldo actual de la deuda externa del
gobierno federal, “que en junio pasado se situó en 64 mil 69 millones de
dólares, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP)”, dice la fuente.
El grado de descomposición social y moral de la economía mexicana y
sus clases dominantes, se puede verificar en sus dos acciones más
espectaculares de los últimos 6 años: criminalidad masiva y sangría
financiera.
La transferencia ha sido constante a lo largo de estos últimos años
de recursos. Toda o casi toda, “fue hecha por empresarios y familias
pudientes mexicanas para engrosar cuentas bancarias” o adquirir bienes
productivos sin identidad, en el extranjero.
Aunque las estadísticas muestran que se disparó en la actual
administración, si la comparamos con lo ocurrido entre 2000 y 2006,
cuando gobernó el Partido Acción Nacional, siguiendo lo que informa el
Banco de México, lo que no aparece en los informes relevados por el
periodista mexicano, es que los empresarios, financistas, mafiosos y
familias pudientes que evadieron los 165 mil millones de dólares,
pertenecen a ambos partidos.
Allí nace la unidad entre las dos sangrías que sufre México. La
diferencia entre ambas, no oculta la relación que existe entre quienes
trafican drogas y migrantes al mercado de EEUU, para lo cual matan a
mansalva y se organizan en bandas criminales, y los que trafican sus
fortunas personales al mismo mercado, buscando la “seguridad jurídica”
que no se brindan a sí mismos en su propio país.
meguerrero00@gmail.com