No se puede corregir el pasado pero sí su relato; enmendar lo torcido sólo es propio de inteligentes, los brutos son obstinados, no enmiendan, brutos son y he ahí a muchos en Roma.
El Vaticano, que vive en un mundo que no existe, se niega a enmendar su Biblia que casi tiene tres milenios; mientras que libros que apenas tienen dos o tres años de haber sido editados -en esta época- ya son caducos y la comparación viene al pelo para destacar el desgraciado hecho de cometer fraude al propalar dogmas como verdades de Perogrullo.
De editar una fe de erratas de su Biblia Santa, el Vaticano pudiera dar un paso significativo hacia su reivindicación pero eso no es posible porque de hacerlo, se haría harakiri, ya que ellos viven de embaucar con el dogma.
En vez de perder el tiempo en una finalidad sin fin -derrocar a Chávez- la iglesia vaticana debería ocuparse de analizar la decadencia del sacerdocio contrarreformista.
Claro, cuando menciono lo del alto clero escuálido con respecto a nuestro Líder Comandante Hugo Chávez, lo hago en sentido figurado, valga que intentar sacarlo del corazón del pueblo venezolano; antes, en vida nuestro Líder, fue derrocado en abril de 2002 por un pool de mafias entre las que El Vaticano figuró de manera más que relevante en la persona de Ignacio Cardenal Velasco, quien con el seudónimo de “Zamuro Negro” y desde la sede de la Conferencia Episcopal Escuálida Venezolana-CEEV- presidía el conciliábulo.
Aparte del Cardenal Velasco y del Nuncio Apostólico, obispos, arzobispos y monseñores de esa inefable secta clerical se dieron de tal modo contra la revolución bolivariana, que en su desenfreno, antes, entonces y después de tumbar al Comandante, ni siquiera cuidaron las apariencias: exhibían sus apestosas sotanas en la televisión y hasta brindaban.
En El Vaticano hay, como arroz , o acaso como piedras en los pedregales, cardenales que hablan varios idiomas e inclusive que ostentan más de una moral, pero esto no es novedad para ellos sino todo lo contrario, de lo que se trata es de billetes.
La justificación de cada hecho es lo que debe determinar la teoría que lo comprende; el ir y venir incesante entre el hecho y la idea permite recrear la realidad apropiadamente, siempre que se asuma el fenómeno como un acto de relacionar partes susceptibles de complementarse.
En el contexto de estas reflexiones me permito, por ejemplo, pensar que es necesario tener a mano una fe de erratas para tratar de entender la Santa Biblia y, por ese camino, descubrir el juego a quienes, con ella por delante pretenden someter a los pueblos.
La verdad de los altares está contaminada; basta saber de las andanzas de la inefable Conferencia Episcopal Venezolana -CEV- para uno percatarse de la triste y lamentable evidencia: Proxenetismo, pedofilia, conspiración política y chantaje, por lo bajo, y etc inclusive peores cosas que ya es decir ¡Bah!
Entre los malalenguas del alto clero venezolano destacan por su condición -el Cardenal Jorge Urosa Savino, Monseñor Baltazar Porras, el arzobispo Diego Padrón y el obispo cuya viperina lengua parece haber salido de una letrina, Roberto Lückert León; mas, algunos de esos prelados no osan tan lejos en la inquina y la maledicencia clerical sino que apenas son motolitos y, en este orden destaca Monseñor Mario Moronta, quien, por cierto, tuvo una fluida comunicación con nuestro Comandante en Jefe y, posiblemente sea la excepción pero, hasta ahora calla y, en consecuencia, otorga.
En todo caso, estimo que de ese nido de víboras que es la CEEV, Moronta es lo más potable mientras que Lückert es de lo peorcito.
Puedo equivocarme pero a mi modo de ver ese alto clero cumple al revés los Mandamientos 2-5-7-8- y 10, el 1 lo (in)cumple a medias y respecto al 3 lo aprovecha para beber buen vino; el cuarto Mandamiento parece serle indiferente.
En cuanto a los Mandamientos 6 y 9 es inescrutable lo que la purpurada y sectaria burbuja hace.
¿Por qué a Pedro lo crucificaron con la cabeza pa´bajo? ¿Por qué Teresa de Calcuta se hizo atea? ¿Qué dimensiones matemáticas tuvo el Arca de Noé, cupo tanto animal? ¿Es el Concilio Cadavérico la más contundente evidencia de que esa gente siempre estuvo loca? ¿Por qué el alto clero participó en la conspiración que tumbó a Chávez? ¿Por qué tanto odio al Comandante en Jefe, inclusive ahora que físicamente ha muerto?
Los idiomas se transforman, por lo que demandan nuevas traducciones. Mucho de lo que pudo ser escrito en arameo y en hebreo, pudo derivar en interpretaciones disímiles y ¿qué no decir del griego y etc.? A todo ello podemos añadir que hay biblias diferentes, cada religión inventó la suya a medida, de eso se trata. Los Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan parecen ser el gran referente, además del planteamiento del tal Santiago. En cualesquiera casos, hay mucha tela para cortar, algunas cuestiones de la biblia pudiesen no ser embustes, por ejemplo, que cuando Jesús entró a Jerusalén, le entró a patadas a las mesas de los cambiadores de dinero en el templo, y les dijo de todo menos, bonitos.
Es que para entonces los bancos ya funcionaban en las iglesias, no es de extrañar, en consecuencia, que la CEEV sea tan pesetera y zángana. La conducta de Jesús no los conmueve para nada. ¿Por qué?
Corregir modelos de pensamientos sustentados sobre criterios erróneos y llevados a la práctica durante miles de años no es una nimiedad, no basta para quienes -como El Vaticano- siglo tras siglo han esgrimido dogmas y latigazos contra los pobres, la pantomima de enmendar su zaga de piras y demás crímenes, particularmente de cuando el Medioevo.
Les toca nada más y nada menos que incorporar a la mujer, guardiana de la vida, a sus filas, y elegir una Papisa; además, diseñar una fe de erratas de su biblia santa y por si fuese poco limpiar su bullpen de pedófilos; mas, todavía el modelo de pensar y de actuar del Vaticano- forjado durante la Edad Media- persiste y eso es una calamidad.
No bastó toda la Edad Media para que la Iglesia Vaticana enmendara su locura criminal, han pasado cinco siglos y sin embargo hela ahí tan fresca, conspirando contra un Estado como Venezuela, que le ha dado impecable protección y, no obstante, su nunciatura en Caracas cobijó la perfidia y el crimen en la persona de Nixon Poleo conocido también con el remoquete de “Nixonmoreno” y a quien ese alto clero sacó del país en el propio auto del Nuncio Apostólico y, por la frontera colombiana lo llevó a Panamá.
Valga aclarar que cuando el referido sujeto (Poleo) prófugo de la justicia venezolana que lo procuraba por violación sexual y por haberle zampado un tiro en la cabeza a un policía -ahora en silla de ruedas- tuvo protección de la Nunciatura Apostólica en Caracas, que se negó a entregarlo, el alto clero escuálido hizo lo contrario que en Panamá, cuando Giacinto Berloco entregó al entonces presidente panameño, Manuel Antonio Noriega, igual asilado ahí en su nunciatura en Panamá.
Y, es que ese alto clero vive en un mundo anacrónico: La Edad Media en la que prevaleció el catolicismo.
Ahora, apenas entrar al Siglo XXI, tiempo de transformaciones científicas y de un acelerado desarrollo tecnológico, el alto clero defenestra nada más y nada menos que al propio Papa Benedicto XVI y cual tren descarrilado va hacia el desastre.
A cada rato el mundo da vueltas y, al final de cada vuelta, todo está por ser, pero el alto clero parece no percatarse. A cada rato todo lo nuevo se convierte en antiguo y es reemplazado. El avance de los conocimientos científicos y de los desarrollos tecnológicos hacen caducar, a su paso, todo lo que instantes antes había sido una novedad y, sin embargo, los altos prelados pretenden seguir viviendo parasitariamente y es lo que fanáticos oprimidos dentro de su iglesia caduca deben saber y reflexionar.
Apoyarse en el conocimiento de la realidad es esencial porque permite avanzar pero, apoyarse solo en la fe y la maldad, es otra cosa. Antes que la fe religiosa, los pueblos avanzan por la naturaleza de su conocimiento; el conocimiento es lo que permite vencer la ignorancia, un poco de fe no hace mal, siempre que se la deje de bajo perfil frente al conocimiento.
La CEEV esconde su zaga pero es bueno restregársela en sus narices para que todos la sepan; he aquí de muestra un botón, algo que evoco de mi ya remota juventud pero que todavía recuerdo con suficiente claridad.
Era una media mañana y un niño de 14 años se acababa de ahogar. Había que buscarlo, por lo que algunos pescadores salimos a rastrear la zona hasta encontrarlo y sacarlo de las aguas. Algunos buscamos a pulmón limpio y otros, mediante el chinchorro hasta que lo encontramos. Fue un episodio desgarrador aquello.
Se trató de un camionero que venía de muy lejos y, como era época de vacación escolar, se hizo acompañar por su hijo niño; entonces ellos hicieron un alto en el camino para darse un chapuzón y, sucedió la tragedia.
Llevamos al niño a la capillita mientras improvisábamos un cajón porque el carpintero no estaba y, fue entonces cuando el cura, que era un buen cura, hizo una referencia importante que, al momento yo pasé por alto o quizá no la entendí. Dijo el cura que había habido un Papa cuyos restos habían sido rescatados de las aguas con las redes de un pescador.
Tiempo después llegó a mis manos un desvencijado librito o folletico, eso no lo recuerdo con precisión, donde pude leer la referencia y se trató del Papa Formoso.
Del relato respecto al Papa Formoso no recuerdo bien si éste era partidario de enmendar la iglesia pero, él enfrentaba las injusticias y ponía en evidencia a los cardenales sinvergüenzas. Entendí que no era un Papa escuálido, por lo que, poco tiempo después de su muerte, sus restos fueron exhumados por el Papa sucesor, un tal Esteban, para someter dichos restos, a juicio.
El Papa Esteban-que era obviamente escuálido- manda a vestir el cadáver de Formoso con la usanza de las ropas papales, y lo sienta en el trono, para ser “enjuiciado” y, puesto que se le consideró “culpable”, se anularon todos los actos de su papado, luego desnudaron la osamenta y le cortaron los tres dedos de la mano, dedos con los cuales él difunto Papa impartía bendiciones y, enterraron el cadáver en un lugar ajeno a los predios papales, mas, los tres dedos fueron quemados y llevados al basurero.
El “juicio” contra el Papa Formoso es el denominado Concilio Cadavérico de esa iglesia loca de remate.
A la muerte de Esteban hubo un nuevo Papa que, al parecer, tampoco era escuálido, por lo que prohibió esas aberraciones. No obstante, a la muerte de tal Papa, advino otro loco llamado Sergio III (si mal no recuerdo) y anula la anterior prohibición, mediante otro decreto (como los de Pedro Carmona) y, no sólo eso sino que ordena exhumar nuevamente los restos del pobre Formoso e, inicia un segundo juicio que lo sentencia culpable, nuevamente, con el agravante de que manda a echar los restos del pobre mortal, al río Tíber y, sucedió ahí que, un pescador que presenció la villanía, caló sus redes y sacó el cadáver, que luego escondió en alguna parte.
Entonces fue cuando yo comprendí lo que aquél buen cura de pueblo quiso decirnos entonces, a los jóvenes pescadores.
El Vaticano ha sido históricamente un centro de envenenamientos, de intrigas y crímenes de toda índole pasando por incesto, quemar vivos a los herejes, apuñalar, torturar, robar.
Parece ser que El Papa Alexander VI- padre de Lucrecia Borgia- incurría en incesto con su todavía para entonces niña, Lucrecia. Y, supuestamente más tarde la convirtió en prostituta para obtener beneficios políticos.
El propio Papa Esteban, al parecer murió estrangulado. Del Papa Juan Pablo I se especula que fue envenenado por los propios cardenales porque dicho Papa planeaba separar el Banco Vaticano del Banco Ambrosiano del que se supone estaba en manos de las mafias italianas y de las que muchos cardenales eran socios. Se trató de la famosa logia “P2” italiana.
Al parecer hubo una Papisa (Juana I) o Papa “rosado” que en verdad era una mujer que desde niña se disfrazó de hombre y llegó a ser el Papa con el nombre de Benedicto III, aunque historiadores afirman que adoptó el nombre de Juan VIII y sucedió entre los años 850 y el 900; hubo todo tipo de degenerados en la iglesia.
Recientemente tuve referencia de una Papisa proveniente de las favelas de Brasil -Juana II- y que el escritor Marcelo Colussi plasma con crudeza en su narrativa “Cuentos para olvidar”.
Colussi cita en su narrativa la obra de Bartolomeo Sacchi “Historia de la vida de los papas” y nos hace reflexionar acerca de la muerte de la Papisa Juana y la de su entonces recién nacido hijito, por lapidación. Tal vez sea que Colussi se afinque en los testimonios de Sacchi para brindarnos otra versión menos testimonial y más crudamente crítica, dada cuenta de que entre ambos escritores median más de cinco siglos y, es muy natural que los enfoques históricos de ambos escritores, respecto al mismo tema, sean respectivamente proporcionales a sus realidades.
No obstante, esa es la iglesia que pretende dar clase de moral y de buenas costumbres, iglesia que fue capaz de lapidar a un recién nacido en aras de bastardos prejuicios.
Las transformaciones que el Presidente Chávez propuso para Venezuela son francamente ecuménicas, podrían servir a cualquier país del mundo e inclusive al Estado Vaticano pero, la decadencia de su sacerdocio desdice de rectificaciones.
Faltan testimonios acerca de que Jesús sea hijo de un Dios. De Dios puede decirse que es un producto social. El hombre, en determinado momento trató de explicarse las cosas y al no encontrar una respuesta convincente, se cansó de buscar, por lo que inventó a Dios para justificar su incompetencia, de ahí pudo haber nacido el cuento. Teresa de Calcuta dejó de creer en Dios pero se dedicó al testimonio de Jesús-El Hombre-por eso el Vaticano la abandonó a su suerte y, Ella, rebelde, asumió el reto. Sólo mucho después, la reconoció entre dientes.
Poco difundida es la tesis de que Teresa se hizo no creyente en pajaritos preñados, a medida que ella fue conociendo al Vaticano; y eso me hace recordar una sentencia de Alberto Einstein: “ Cada día sabemos más y entendemos menos”.
“El que no vive para servir no sirve para vivir” era el lema de Teresa de Calcuta y nadie más parecido a ella que Hugo Chávez Frías; así lo pienso y así lo digo; más aún, yo iconoclasta, estimo que Chávez llegó tan alto y tan lejos en su conmovedora grandeza como servidor de los más pobres, que para atisbar la estela de su paso por este mundo plagado de injusticia secuela del capitalismo salvaje explotador y chupasangre, quien quiera sea, aquí, en Roma o en Atenas, hoy o mañana, tendría que empinarse mucho sobre sí mismo.
Mientras ella se largó del Convento de Loreto, íngrima y sola, a brillar más que el Sol sobre las empobrecidas calles de Calcuta, el Papa (natas) de entonces, como todos, flotaron y flotan en su oscuridad claustral.
Calcuta era para 1948, la ciudad más pobre del mundo o al menos, una de las más pobres. Hombres, mujeres y niños desamparados, enfermos y hambrientos, morían en sus calles; cundía una hambruna infernal y, Teresa llegaría en tren, para ayudar.
Teresa había sido monja, pese a lo cual, no obstante, nunca hizo de escuálida; todo lo contrario, ella abandonó el convento, atribulada y descontenta con la mezquindad del Vaticano y decidió ser, a su modo, una monja solitaria. Es que ella dejó de creer en Dios, sólo se consagró a Jesús.
Íngrima y sin una locha (ni una rupia) en el bolsillo, dejó atrás las cuatro paredes del convento, decepcionada, aunque sin colgar los hábitos, que no eran muchos: dos saris, al principio, finalmente tres; uno para usar, uno para lavar todas las noches, cuando regresaba de los tugurios y, uno para remendar; dos juegos de ropa interior; además de un par de sandalias que ella misma remendaba una y otra vez y que además prestaba, eventualmente. Por todo lujo, tenía un rosario y un crucifijo, una cuchara de metal, un plato y una bolsa. Más nada.
El sari que Teresa adoptó entonces, ya no era el típico del Convento de Loreto que ella había dejado atrás, sino el que usaban las mujeres bengalíes pobres, un bicho confeccionado con algodón barato y muy fuerte, para trajinar parejo, era un sari con un par de líneas azules, si mal no recuerdo, eran dos líneas al principio pero con el tiempo, ella le agregó una línea del mismo color.
Al fin y al cabo Ella era mujer y tenía derecho a querer verse bonita. Creo que ese es el único detalle simple de su vida, pero sí lo comparamos con el boato y la coquetería del Papa y de todos esos cardenales, respecto a sus ropas fastuosas, podríamos entender mejor el que esta genial dama brillase como el Sol mientras que el Papado y todos sus secuaces, floten como zánganos dentro de sus colmenas, en sus oscuridades.
“El que no vive para servir no sirve para vivir” pudo ser tremenda punta de la Teresa contra el Vaticano que le había negado toda ayuda por ella solicitada, para abrir el claustro de Loreto a los menesterosos. Razón de sobra para que una verdadera cristiana dejase el pelero. ¡Aquí está su vaina! -pudo pensar- y, se largó de ahí para asumir un nuevo hábito que reemplazaba al lujoso vestido europeo que usaban las monjas de Loreto.
El 16 de agosto de 1948 Ella abandonó el convento sin que nadie la viera y abordó un tren que la dejo en alguna parte de Calcuta y, nomás bajarse empezó a consolar moribundos, tal vez, sólo cerrarles los ojos; pasó toda la tarde y toda la noche entregada al deber.
Al siguiente día Teresa se dirigió a un monasterio a dónde pidió permiso para comerse un pan que traía en su mochila, y tomar un vaso de agua pero, la mandaron a comer debajo de la escalera de la entrada porque pensaron que ella era una mendiga.
Al respecto de ese incidente ella dijo, con evidente ironía: “Dios quiere que yo sea una monja solitaria, hoy aprendí una lección: lo que sufre el pobre para obtener un simple refugio y comida”. Tiempo después, el Obispo dijo: “Pensamos que estaba loca. Por su parte, Ella nunca mencionó el nombre del monasterio, había más de uno.
Teresa nació en Albania y su nombre original es Agnes Gonxha que significa en albanés, capullo de flor. Viajó a Francia y de ahí a Irlanda antes de marcar ruta hacia India, desde donde su obra se escarranchó por todo el mundo. Ahora-para entonces-en Calcuta, sólo comió arroz y sal por mucho tiempo.
Fue en el Convento de Loreto donde cambió su nombre por el de Teresa y con el cual se le conoce. Rompió con los convencionalismos religiosos de su iglesia católica y estoy convencido de que Ella complementó en su cabeza dos fuerzas inconmensurables, la intuición y la lógica, para dar el gran paso hacia la dignidad.
Para 1949, su trabajo en las calles de Calcuta había empezado a trascender, por lo que empezaron a llegar algunas jovencitas no precisamente monjas, todas. Inspiradas por tan sacrificada obra de amor de Teresa, las jovencitas empezaron a conformar un grupo de trabajo que llegó a cinco mujeres y un hombre bondadoso que, conmovido, ofreció el piso superior de su casa para que el grupo de muchachas vivieran con cierta holgura. Michael Gomez, que así se llamaba el solidario hombre, estuvo encantado de convivir con su familia y con Teresa y sus muchachas, bajo el mismo techo.
El grupo de cinco, con Teresa, salían por el vecindario pidiendo que no botaran la comida sobrante, ellas se encargaban de recoger las sobras para alimentar a los hambrientos de las calles, trabajo que hacían con afán y cariño.
El grupo de mujeres creció hasta treinta y aunque convivían apretujadas ahí, se las arreglaban para estar contentas y, refiere él-Michael- que cuando ellas estaban en casa, andaban cantando y jugándose bromas.
Fue el 7 de octubre de 1950 cuando el Vaticano, viendo que la obra del grupo trascendía, oteó una oportunidad para hacer negocios y al respecto, con cinismo, se apresuró a decretar la Orden de las Misioneras de la Caridad. Es decir, que el grupo fue reconocido por el Papa de entonces. Obvió, el Vaticano se dedicó a martillar a sus compinches de grandes corporaciones y, de lo que recababa, una parte era para ellos darse la vidorra y asignaba una miseria para la obra misionera, a la que explotaba y explota todavía.
Siempre digo que yo le besaría los pies a Teresa, pese a que era monja, porque era rebelde y socialista, obvio, nunca dio su brazo a torcer como la inmensa mayoría de monjas escuálidas, descerebradas, a quienes nuestro gobierno asistió más que nadie antes y, sin embargo, protestaron y protestan estúpidamente contra Chávez que tanto les ayudó en vida.
Teresa ayunaba para dar su comida a los hambrientos y ese es un extremo de sacrificio porque ella se debilitaba, siendo que era insustituible. Dejaba de viajar en bus, para ahorrar un dinerito que, empleaba a favor de los menesterosos. Cuando viajaba en avión, pedía a la aeromoza una bolsa para recoger los restos de comida y llevarlos para repartir.
En una oportunidad en que el Papa visitó India-1964-le obsequiaron un auto Rolls Royce que él-(se le removió la conciencia)-cedió a Teresa y, ésta, ni corta ni perezosa, lo remató y obtuvo finanzas para su obra.
En 1979 Teresa fue galardonada con el Nobel de Paz. Dijo entonces, “Me siento indigna(da) de recibir este premio pero el dinero me servirá para alimentar a los hambrientos de Calcuta”. Huelga decir que los 190.000 $ sirvieron para adquirir alimentos y medicinas.
Y, por si fuera poco, Ella pidió al Comité del renombrado Premio Nobel que cancelaran el banquete oficial y le dieran el dinero extra “para quienes una taza de arroz es un lujo”.
El costo del Banquete alcanzó para darles un bocadito a 15000 hambrientos.
Ojalá nuestro gran partido de la revolución Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV-haga nuestra la tarea de reivindicar a Teresa de Calcuta, pienso que Ella era prechavista o quizá Chávez fue postteresista. Así como la “historia” nuestra fue escrita por cronistas españoles y nos ha tocado desconstruirla para ponerla a tono con las verdades, así mismo tenemos que escribir la historia verdadera de Hugo Chávez y hacerla llegar a los niños, especialmente, porque ya el enemigo enfila sus cañones contra esa heroica historia de nuestro máximo Líder actual y por siempre, junto con Simón Bolivar.
No podemos evitar que la deformen pero si podemos evitar que la siembren en la conciencia de nuestros niños, así que la tarea es ardua y urgente.
Vaya un aliciente para la secta de fariseos del Vaticano: Si eligen a una Papisa (que bien pudiese ser llamada Petra I), enmiendan su Biblia Santa y limpian su bullpen de pedófilos, proxenetas, y demás malandros, seguro que Dios podría perdonarlos pero si no, os condenará a la V Paila de los infiernos, a todos.
¡Ah, por favor, Señor Papa, cardenales y etc, respeten a Hugo Chávez!
Por si las moscas, os digo a la CEEV, ab imo pectore que dejen la maldad; cave ne cadas en la misma vaina; au revoir, no volverán de modo alguno; ab uno disce omnes sinvergüenzas, no hay quien cargue los hierros pero si se atreven, os daremos una patada en el culo.
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