Pero factibles de concretarse, ya que en nuestro país sí se han visto muertos cargando adobes y ex torturadores ocupando cargos públicos
Arturo Alejandro Muñoz
ESCRIBO ESTAS líneas 24 horas antes del inicio del proceso electoral llamado Primarias, y el tema del cual me ocuparé no es otro que especular respecto a cómo podría quedar conformado el cuadro político no bien se cuente el último voto este domingo 30 de junio.
Solicito a usted, amigo lector, comprensión y bonhomía, ya que no haré uso de estadísticas ni cifras para entregar mi deshuesada opinión, pues sólo me aferraré a aquello que alguna vez los chilenos bautizamos festivamente como olfatímetro, ojímetro y lotijuay términos pertenecientes al metalenguaje criollo usados para referirse a la presunción sin base sólida' pero posible de ocurrir.
CUADRO # 1
En el bloque Nueva Mayoría: triunfa Michelle Bachelet y el 2° lugar lo ocupa Claudio Orrego. Entonces, la DC exigirá a Bachelet deshacer el acuerdo con los comunistas por ser innecesario y peligroso. Ante tal disyuntiva, doña Michelle enfrentaría un período de controversias y, por cierto, fuertes ataques del sector derechista no sólo de la Alianza sino también de aquel que ocupa algunas trincheras en la propia Concertación.
CUADRO # 2
(En el mismo bloque Nueva Mayoría): triunfa Bachelet y el 2° lugar lo ocupa Andrés Velasco. ¿Qué ocurriría? Algo muy parecido a lo mencionado líneas arriba, aunque esta vez las presiones por derechizar la candidatura provendrían directamente del bloque aliancista, el que aconsejaría aproximar el programa de la señora Bachelet al de la Alianza. La gente del PC vería, con frustrada mirada, que su participación en la Concertación sirvió, sirve y serviría de muy poco en lo relativo a lograr avances concretos en materias económicas y constitucionales, ya que la Concertación privilegiaría asegurar el triunfo, lo que significa, en buen romance, no arriesgar el voto derechista de la coalición hoy opositora.
CUADRO # 3
(Siempre en Nueva Mayoría): Bachelet triunfa (¿hay alguna duda al respecto?) y Orrego obtiene el tercer lugar. ¡¡Crisis en la Concertación!! De inmediato RN lanzaría al océano político y mediático a sus sirenas y a Circe para encantar a los democristianos, invitándolos a abandonar un barco en el que parecieran ocupar -según la Alianza- solamente la sentina y la zona de remeros encadenados. En ese intríngulis, Bachelet y el PS bajarían sus banderas ofreciendo a la DC un interesante conjunto de ministerios, embajadas, subsecretarías e intendencias. El PC caería en depresión aquejado de fiebre y bajo una severa pataleta.
CUADRO # 4
¿Y si es José Antonio Gómez quien ocupa el 2° lugar en las primarias concertacionistas, qué sucedería? Un interesante número de izquierdistas pertenecientes a grupos y partidos extra parlamentarios se unirían a la Concertación con la lógica esperanza de hacer avanzar hacia su sector el programa de Bachelet. Entonces sería la DC quien entrase en crisis dando sólidos pasos hacain una alianza con RN, por lo que bien podríamos asistir al remake democristiano de 1970, cuando surgieron desde sus entrañas juveniles el MAPU y la Izquierda Cristiana. Por cierto, la derecha no dejaría escapar tan magnífica oportunidad para abrir sus puertas a la muchachada de la falange.
CUADRO # 5
¿Y en la Alianza? Ah en la Alianza también es muy posible que se cuezan habas, pues si triunfa Allamand no es un despropósito advertir que la UDI bien podría descolgarse de aquella sociedad y salir al cuadrilátero con candidato propio: Golborne.
Si ello acaeciera, los chicos malos del partido que fue regalón de Pinochet intentarían, con dientes y muelas, atraer a los votantes de Orrego y Velasco para lograr el paso a la segunda vuelta -o ballotage- contra Bachelet, obligando a la gente de RN a sufragar por el risueño ayudante de tendero que, por cierto, abandonaría ipso facto su descanso en las Islas Vírgenes (aunque mantendría sus ahorritos en una cuenta bancaria en aquel lugar), provocando, como reacción casi mecánica, el regreso de los tan temidos tres tercios de la política chilena, ya que sería un hecho de la causa que sectores de RN y de la DC (acompañados de inefables círculos del PPD, así como también muchos electores de ME-O, Velasco y Parisi) iniciarían un viraje hacia el centro político, dejando a la UDI y a grupos pinochetistas, neo nazis y fascistas, en el sector de la derecha dura.
¿Y el resto? Bueno, el PS, el PRSD y el PC deberían ocuparse entonces de obtener el perdón y apoyo de los múltiples referentes y grupos extraparlamentarios de la izquierda en serio para conformar el tercio faltante.
CUADRO # 6
Este es, el cuadro final (dentro de mis especulaciones sin bases sólidas ni datos duros). En la Alianza triunfa Pablo Longueira. ¿Qué acaecería? Nada absolutamente nada. Todo el escenario continuaría tal como es posible observarlo hoy.
Aunque, siendo audaz, me atrevo a comentar que la política chilena actual no pende de la elección presidencial (a menos, claro, que triunfase un candidato como José Antonio Gómez, o como Marcel Claude), pues lo relevante en estos próximos comicios se ubica en la elección parlamentaria, ya que es allí en el Poder Legislativo- donde se fraguan las leyes y donde, ¡cómo no!, el fundamentalismo conservador, que nos ha gobernado desde 1973, mantiene el poder de veto impidiendo cualquier avance que signifique prosperidad y beneficio para la mayoría de los chilenos.
Bueno, lo dije al comienzo estas son simples impresiones al lotijuay. No dan siquiera para un batido ni un fregado, pero, ¡ojo!, pues tal cual escribió Luis Advis, es Chile un país tan largo mil cosas pueden pasar.