Después de la liberación de René, uno de los Cinco, los otros cuatro Héroes, Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando, han visto desfilar durante dieciséis años los últimos y primeros días de ellos, así como todos los de quince, en cárceles de los Estados Unidos. El día 12 de septiembre de 1998 en que fueron sorpresivamente detenidos ha ido quedando atrás, y con cada día que pasa sin que la justicia asome su rostro indulgente y reparador, aumenta el lacerante castigo que han infligido a sus vidas.
Muchas preguntas pudieran hacerse en torno a este asunto que contiene en sí aspectos esenciales de política, justicia, derechos humanos y penales, principios fundamentales de ética y moral, y valores relacionados con el bien y el mal.
¿Por qué?, y ¿por qué?, y muchos porqués interminables pueden lanzarse a los cuatro vientos para que penetren las conciencias más recalcitrantes? ¿Por qué fueron detenidos y condenados tan atroz y arbitrariamente? ¿Por qué la Corte Suprema desestimó la solicitud de revisión de esta causa? ¿Por qué la clemencia presidencial reclamada desde todos los confines no se ha ejercido como demanda un acto honorable de justicia y humanidad?
¿Qué hicieron esos hombres en territorio estadounidense sino demostrar que el amor en todas sus dimensiones humanas puede cultivarse aún en un medio hostil en que el servilismo y las riquezas corroen lo mejor del alma y conciencia del ser humano? ¿Qué hicieron, sino estar dispuestos a resistir todas las amenazas, los rigores y el aniquilamiento por el compromiso de vivir abrazados a la verdad?
En la primera sentencia del tribunal de Miami los cinco fueron sentenciados en total a 4 cadenas perpetuas más 77 años. A partir de la resentencia, la condena final total de los Cinco se redujo a 2 cadenas perpetuas más 98 años y 9 meses. ¿Por qué tanta cárcel para todos?
Después que René hubo de cumplir la condena de 15 años de prisión y parte del periodo de libertad supervisada en los Estados Unidos, se le autorizó a viajar a Cuba bajo la condición de renuncia de su ciudadanía norteamericana. Antonio, Fernando y Ramón fueron resentenciados respectivamente a condenas injustas y desproporcionadas de 21 años más 5 años de libertad supervisada, a 17 años y 9 meses y a 30 años de prisión. La condena de Gerardo de 2 cadenas perpetuas más 15 años permaneció inalterable. ¿Por qué tanta cárcel para cada uno de ellos?
Las razones que les guiaron en sus actos, las circunstancias de su presencia en territorio de EE.UU., la saña y maltratos a que fueron sometidos, la violación de sus derechos, la misión noble de defensa de la patria y la lucha contra el terrorismo, la evitación de daños y muerte de personas inocentes, la prevención de posibles conflictos entre Cuba y EE.UU., la responsabilidad del gobierno estadounidense en asuntos de la causa, y muchas otras facetas, fueron expuestas por los Cinco en sus alegatos. Hay tal carga de verdades en los mismos que, en estos tiempos signados por la lucha contra el terrorismo, valdría la pena que todos los hombres del mundo pudieran recibirlos como el más valioso legado de carácter espiritual, moral e ideológico.
En este nuevo año 2014 hay muchas razones para seguir pidiendo y exigiendo la liberación de estos hombres nobles y excepcionales. En febrero tendremos la alegría de recibir a Fernando después de extinguir su pena. Este hecho debe ser el estímulo para reafirmar la lucha por la libertad de los otros tres, que siguen siendo cinco indefectiblemente.
Ha pasado mucho tiempo de un encierro injusto rudo y horrible. Y a veces, usando las palabras de Antonio en su alegato, “me he preguntado, ¿qué es el tiempo? Y como San Agustín me he respondido: "Si me lo preguntan no lo sé. Pero si no me lo preguntan, yo sí lo sé." Horas de soledad y de esperanzas; de reflexión ante lo injusto y ruin; eternos minutos donde arden los recuerdos”. Por eso, siempre será una ocasión propicia para preguntar, ¿por qué pusieron en sus vidas tanta cárcel?
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