Felipes de alta nobleza hay varios pero el más cotizado es uno al que se le denomina Felipe II, por sus bondades.
Demás está aclarar que de los seis Felipes -I, II, III, IV, V y VI- es el II el más aclamado en las altas cortes de la nobleza mundi, sin excepciónes de naturaleza alguna y, por supuesto, en El Vaticano.
Por algo ha de ser así, no en vano, hasta cualquier pata en el suelo lo sabe y lo corrobora, además que lo celebra copa en alto como el Rey de Copas, de Basto, de Oro y de Espadas.
¿La razón?
¡Oro parece, plata no es, quien no adivine bien tonto es!
Reza el aforismo popular que hasta el vino más malo es mejor que el agua buena, y aunque yo no sé por qué se dice así, para muchos es válido. No sé qué tiene que ver una cosa con la otra, confieso, y si es pecado no saber, al menos ya estoy confesado, es decir, libre de pecado por ignorante.
Por otra parte, dicen las malas lenguas -y, la mía, que tampoco es, que se diga, muy buena- que la MUD piensa mandar una delegación de alto nivel a la toma de posesión de Felipe VI, y es bastante probable que aprovechen para denunciar ante la monarquía, las atrocidades de este régimen contra pacíficos estudiantes.
Obvio, se referirán al rééégimen venezolano.
Y, de paso, además de poner quejas ante el nuevo Monarca Felipe VI, han de aprovechar hacer lo mismo ante el Emperador norteamericano, que no va a pelar ese boche, por lo que se hará presente también ante tan magno evento.
