Cuando uno tiene en la cabeza una falsa apariencia de la realidad la cosa no anda bien por dentro, las grandes corrientes del pensamiento siempre han emanado de procesos de confrontación con la caducidad, yo creo que ese tal Vargas Llosa tiene la cabeza llena de prejuicios caducos porque él se la pasa vociferando explicaciones que no explican nada.
El descarrilado escritor Mario Vargas Llosa luce como un propagador de espejismos, fuera de sí es irreal, parece estar aislado en su propia locura, hasta denegó de su nacionalidad peruana para asumir la española tal vez encandilado por historias no contadas y que pudiesen haber desembocado en un mar de prejuicios atávicos respecto a la cruel colonización española contra América; ese tal Vargas Llosa pudiese estar sufriendo el Síndrome de Estocolmo pero respecto a España, digámosle “Síndrome de España”.
Ese sujeto, el tal Vargas Llosa, no tiene derecho a hablar de democracias ni de libertades siendo que él se sometió mansito a la corona española que es expresión de un dictador cruel conocido como Francisco Franco.
Ahora él quiere marcar pautas dictando cátedras acerca de lo que debe ser la democracia latinoamericana, ¡bah!
Seguramente ese sujeto de marras tiene una hernia en el cerebro de tanto pensar necedades.