“Bruta, ciega, sordo, muda…Torpe hasta testaruda...Es todo lo que he sido, por ti me he convertido”. Shakira
Estamos conscientes que la autodeterminación de los pueblos, su identidad histórica y territorial, el respeto por los derechos humanos y a los laudos arbitrales firmados en el marco de las leyes internacionales, forman parte de los principios que deben ser respetados por todos los países, a la hora de mantener unas buenas relaciones y una armónica vecindad entre los pueblos.
Analizar la historia de nuestros países vecinos y ver las cosas comunes que compartimos entre Venezuela y Colombia; es encontrarnos con un principio de hermandad, el cual supera los capítulos de la COSIATA de 1830 (por cierto, qué coincidencia, el año de la muerte del Libertador) conceptos tradicionales y doctrinas que sirven de marco a nuestros países calificados de “hermanos”, más allá de los caprichos de Francisco de Paula Santander.
Hacer un análisis de las violaciones de los tratados y acuerdos fronterizos es escribir de nuevo una historia de páginas interminables,las cuales sólo han sabido entender hombres como Gabriel García Márquez, PolicarpaSalavarrieta “La Pola”, Miguel Otero Silva o Alí Primera, por citar sólo algunos de los más emblemáticos de los últimos cien años, de la historia reciente de los dos paises.
Nunca, pero nunca jamás, han pasado por nuestra mente sentimientos xenófobos y mucho menos, cuando hemos nacido y crecido al latir de la frontera colombo-venezolana, en los estados andinos y tenemos también en nuestra familia, hermanas colombianas casadas con tíos y primos venezolanos, en el estado Táchira venidos del Norte de Santander.
La utilización de rencores y odios no superados por neogranadinos, volvieron a surgir en el mandato de Álvaro Uribe y los venezolanos y países del mundo, han sido testigos de las muestras de solidaridad y amistad comprobada,muchas veces burlada, por el citado ex presidente colombiano, cuando al frente de nuestra Patria estaba el “Comandante Supremo”, Hugo Rafael Chávez Frías; sobretodo, por sus posiciones valientes en defensa de “la paz de Colombiaque es la paz de Venezuela”, como lo repetía siempre el héroe del 4 de febrero.
Atrás quedaron las reuniones de Bogotá, Maicao y Cúcuta del ex presidente Uribe, con representantes de la oposición venezolana, para trazar políticas y estrategias, no tan nacionalistas contra la Revolución Bolivariana (sería bueno revisar sus minutas y comunicados, además de la lista de asistentes).
Todo este paneo histórico viene a colación, ante la actual situación del contrabando hacia Colombia donde el Estado venezolano ha tenido que intervenir firmemente, para poner orden en la frontera de nuestro país, amenazado por una “guerra económica” planificada en las citadas reuniones a petición del ex presidente Álvaro Uribe, con la asistencia de algunos venezolanos – apátridas - quienes hoy se hacen los “yo no fui” yademás incluso, muchos de ellos,siendo gobernadores venezolanos,firmaron planes aupados por el imperialismo y por el conocido hombre de Medellín, inspirados en pretensiones de atacar a Venezuela.(existen listas y videos, ver: YouTube,24-11-2011, reunión en Bogotá; Correo del Orinoco,15-07-2012, reunión en Cúcuta y 12-06-2013, reunión en Maicao).
Una de las cosas que más llama la atención, ante el paso de productos venezolanos y combustible hacia Colombia, es el silencio cómplice de muchos “patriotas” quienes se hicieron los “policías de Valera” ante el contrabando y no han dicho ni pio. Y qué no decir del gobierno del hermano país, que aplica precisamente la filosofía de su ídolo favorita y de renombre mundial, Shakira: “sordos, ciegos y mudos”. La canciller María Ángela Holguín declaró al comienzo sobre lo “unilateral” de nuestras medidas, pero luego fue mandada a callar,aparentemente, desde el Palacio de Nariño.
La realidad nos demuestra que el Estado venezolano, siempre lleno de paciencia, ha tenido que actuar con su FANB y la GNB para frenar el contrabando. Desde Miraflores se pidió, a petición del propio Presidente Nicolás Maduro, la participación de representantes de las Fuerzas Armadas y del Gobierno colombiano en Comisión contra el contrabando, luego de la reunión de Cartagena.
En Colombia saben que Venezuela ha subsidiado más de diez millones de compatriotas en su frontera, de más de dos mil 219 kilómetros en siete departamentos; sin contar el alto número de inmigrantes y desplazados,quienes han venido a nuestro país y han encontrado aquí amistad, solidaridad, albergue y aceptación con todos los beneficios que brinda la Constitución de la República Bolivariana más la comprobada hospitalidad de los venezolanos.
Ante el contrabando exigimos una posición más firme del Gobierno de Colombia y no un silencio cómplice, para quienes desangran nuestra economía y hacen el juego a los más oscuros intereses, los cuales sabemos no son de quienes quieren la paz de su propio territorio y mucho menos, la armonía en las relaciones que deben reinar entre los dos países; los cuales se abrazan a ritmo de cumbia y joropo en el Orinoco y en el Magdalena; como lo decía el Cantor del Pueblo, Alí Primera a quien recordamos…¡Amanecerá y veremos!