Buitres de allá y de aquí

Es evidente la reconfiguración política que vive Nuestra América en el marco de su realización como territorio soberano respecto al antiguo tutelaje de los Estados Unidos. La correlación de las fuerzas políticas, sociales y militares del continente de los Libertadores hoy tiene como preferencia a los líderes con posiciones de patrióticas, de izquierda y antiimperialistas, correctas en el compromiso de hacer avanzar la realización de proyectos nacionales y populares, con una perspectiva creadora de un nuevo sistema de relaciones mundo.

Entendida esta realidad, como un momento de luz para el avance de ideas como el socialismo bolivariano, sin generar fracturas innecesarias en la sociedad a través del uso político de la violencia, el imperialismo apela a su fuerza económica para intentar torcer la voluntad política que hoy tiene el futuro ineludible de hegemonizar el continente.

En Venezuela, país donde la hegemonía chavista avanza a través de la democracia popular, las fuerzas financieras y aparatos productivos a optado por la consolidación de un frente de guerra contra el bolsillo de la población, financiando prácticas irregulares en la economía y corrompiendo el aparato nacional para elevar los niveles de inflación, especulación monetaria y desconfianza interna e internacional en el mercado venezolano, desabastecimiento y contrabando de mas del 40% de los productos alimenticios del país.

En Argentina, el bloqueo por parte de un juez municipal de EEUU tiene en jaque todo el andamiaje financiero de esa nación, produciendo un sinfín de problemas internos con el mercado monetario y la confianza de los pequeños y medianos propietarios de empresas y comercios. Se suma la terrible posición de los “buitres internos” que no observan el problema global contra el país sino que sacan cuentas mezquinas para quedarse con la “Casa Rosada”. Es un cálculo vergonzoso, como mínimo decir.

Así sucede en distintas escalas hacia Brasil, Ecuador y Bolivia. Los buitres norteamericanos están atacando a nuestras naciones con la fina pluma de la economía global, con mercados que aun se controlan con sus normas y contradicciones, con su financiamiento y saboteo en las instancias internacionales a nuestros países y con los buitres locales que se prestan para la estrategia imperialista esperando capitalizar votos producidos por las situaciones económicas, que objetivamente afectan a los ciudadanos.

¿Es casual que los mercados de divisas venezolano y argentino signifiquen jugosos negocios de fuga de capitales para estas naciones y la prensa privada utilice los mismos titulares para criticar a Cristina y a Maduro? ¿Será una asombrosa coincidencia que las cadenas de insumos para la producción nacional en ambos países presenten irregularidades sin que las cadenas quiebren (indicio de financiamiento externo de crisis)?

Son buitres, del norte y locales, buscando despedazar nuestras economías y el complejo aparato de relaciones productivas y financieras que fundó el comandante Chávez junto con la alianza del sur.

Por su profundo sentido de agresión internacional, de cara a las elecciones que definirán los poderes ejecutivos y legislativos en Argentina y Venezuela, hay que observar la necesidad de unificar soluciones regionales a los problemas nacionales en el ámbito económico.

La geopolítica imperialista se confronta de nuevo con la capacidad geopolítica bolivariana.

Es un esfuerzo enorme el que hace el presidente Nicolás Maduro y la presidenta Cristina Fernández para solucionar sus problemas dentro de las fronteras nacionales, ahora se impondrá en adelante la capacidad de politizar los problemas económicos y crear soluciones entre las alianzas del ALBA y el MERCOSUR, como espacios alternativos donde los mecanismos financieros solidarios pueden hacer frente a las pretensiones estadounidenses.

En la estrategia para salir de los buitres, debe tenerse en cuenta las relaciones en el marco de los BRICS y otros países, de naturaleza anticolonial, que permitan la generación de un bloque mundial por la defensa de las economías nacionales, por la estabilidad financiera de los países pobres y en vías de desarrollo y por la seguridad jurídica que debe reinar en los negocios internacionales, no precisamente la de un municipio devaluado como el de Nueva York, ni de un juez buitre como Griessa.

¿Podrá el imperialismo contra un Banco del Sur donde las reservas internacionales de los socios sean protegidos soberanamente? ¿Podrán los buitres con jurisdicciones auténticamente imparciales y soberanas para debatir los pleitos financieros? ¿Podrán los buitres locales sostener sus argumentos sobre “la situación” económica de nuestros países, si alteramos la condena con audaces políticas de sustitución de mercados productivos y financieros, sustitución acelerada de importaciones y otras medidas soberanas?

¡La solución está en Nuestra América. Viva Nestor y Chávez, Viva Cristina y Maduro!



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César Trompiz

Miembro de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (JPSUV).

 cesartrompiz@gmail.com      @CesarTrompiz

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