Políticamente, partidos de extrema derecha fundamentalista y sediciosa como la UDI no tienen cabida en un sistema democrático (o ‘casi’ democrático, como es el nuestro). RN lo sabe… ¿y actuó en consecuencia?
NO CAUSÓ sorpresa, en realidad, que Renovación Nacional (RN) haya decidido eliminar de su declaración de principios al golpe de estado y a la dictadura militar. Era esperable que sucediera, pues esa tienda partidista lleva años intentando zafarse de las características sediciosas y fundamentalistas de su compañera de ruta, la UDI, la cual le ha provocado más daños que beneficios.
Y a decir verdad, lo ha decidido en un momento políticamente delicado, pues la desesperación que atenaza a ciertos derechistas debido a la posible legislación respecto de la reforma educacional (específicamente en lo que concierne a ese bolicheo llamado ‘copago), ha desatado las pasiones de sectores conservadores donde el fanatismo por defender lucro y avaricia pareciera ser la regla de oro.
Lo anterior puede explicar la salida de madre que tuvo la deslavada ex candidata presidencial, Evelyn Mathei (fanática derechista hija de un general golpista), cuando fue autorizada por los ‘coroneles’ de la UDI a abandonar -por algunas horas- “el lado oscuro de la fuerza”, y salir a la escena pública expresando airadas opiniones políticas embadurnadas con epítetos y palabras que jamás usaron (ni usarían) los empingorotados dirigentes de la tienda pinochetista.
Pareciera que en la UDI la señora Mathei ha sido llamada a jugar un rol similar al que cumplía el personaje de aquella tira cómica argentina de la década de los años 50, “el otro yo del Dr. Merengue”. Pero, la cuestión adquiere visos de gravedad si lo que opinó la abogada Carmen Hertz en su cuenta de twitter posee sustento en la realidad: “Que la Matthei esté "de patio" importa poco, lo horrendo es que refleja actitud sediciosa y frenética de la derecha por reformas justas y necesarias”.
Los dirigentes máximos de esa tienda política (heredera de la bestialidad de la dictadura), han decidido dejar de lado la diplomacia y adoptar un estilo de acción que, realmente, no se condice con el colijuntismo que les ha sido característico. ¿Puede usted imaginar a señorones fundamentalistas beatos utilizando conceptos y estrategias que históricamente han identificado a los sectores de izquierda? Reitero aquello de ‘históricamente’, ya que palabras como “rebelión” suenan con gran naturalidad y veracidad en labios de revolucionarios estilo Robespierre, Villa, Zapata, Sandino, Ho Chi Min o el ‘Ché’…. pero, en boca de personas como Andrés Chadwick, Pablo Longueira, Ena von Baer y Evelyn Mathei, suena más bien burlesco y ridículo.
La UDI ha filmado un vídeo de media hora de duración con una decena de mensajes populistas que transforman su “rebeldía” en un mal chiste. Es una campaña que puede ser considerada subversiva, lo que realmente –viniendo de un partido como aquel- no resulta nada nuevo. Sin embargo, visto y escuchado el vídeo de marras, subyace una duda; ¿luego de esa “rebelión” contra el (mal o buen) gobierno constitucional de Bachelet, si nada logran, qué harán? ¿Golpearán nuevamente puertas de cuarteles militares pidiendo “libertad” para el lucro, la expoliación y el clasismo?
Poco ayudan a su causa declaraciones torpes y pajaronas por parte de algunas parlamentarias poco avispadas y mal instruidas, como las que expresó expresadas la diputada Andrea Molina, quien se despachó esta ‘perlita’ que no he podido dejar de transcribir, vea usted: “Me rebelo CONTRA todos aquellos que hoy día no pueden tener una salud digna” (sic). ¿Lapsus linguae… o simplemente manifestó el verdadero pensamiento de su partido? No por nada el ministro Álvaro Elizalde retrucó asegurando que “la UDI siempre se ha rebelado contra todo lo que signifique progreso para Chile”.
Una vez más, ese partido otorga certificado de realidad a aquella antigua frase que utilicé en artículos ya añosos, pero que hoy reviven con natural dinamismo: “si los ‘coroneles’ UDI fueran asaltados por delincuentes de alta peligrosidad, y estos –armas en mano- les conminaran violentamente con la pregunta: ¿la bolsa… o la vida?, es un hecho que responderían: la vida… pero la bol$$a no la toquen”.
Políticamente, partidos de extrema derecha como la UDI no tienen cabida en un sistema democrático (o ‘casi’ democrático, como es el nuestro), y en el caso que nos ocupa razón tenía aquel tuitero que la definió usando el lenguaje sajón que tanta adrenalina le provoca al pelafustanerío vástago del pinochetismo: Unión Demócrata In The Pendiente.
Por ello, RN ha decidido abandonar el rectángulo talibán y procurar establecer una ruta que le lleve a retomar senderos de una derecha republicana cuyo norte perdió allá por las décadas del 60 y 70. ¿Podrá logralo? ¿Será sincera su declaración de principios? Es lo que está por verse… aunque en el ínterin, como hecho de la causa, la infumable UDI parece quedar sola y aislada, de espaldas a la democracia y de cara a la puerta de los cuarteles.
