Una cadena de casos de corrupción ligados a la Administración Bush han impactado a la sociedad estadounidense. Algunos bastante rastreros, como la detención del ex consejero para Interior de George W. Bush, Claude Allen, quien dimitió el mes pasado de su cargo política interior. Allen fue detenido el pasado sábado por haber sustraído 5 mil dólares de los almacenes Target and Hecht. "Cuando me enteré de eso me quedé impactado", declaró Bush, quien manifestó su "profunda decepción" si las acusaciones contra su ex colaborador son fundadas.
Allen, de 45 años y quien fue un alto funcionario del Departamento Federal de Salud y Servicios Humanos, exigía reembolsos por mercancías que nunca compró. De acuerdo con las acusaciones, Allen compraba artículos y regresaba a la tienda con los recibos. Entonces, elegía la misma mercancía, y aún sin pagarla la mostraba en el departamento de devoluciones junto con los talones de las primeras adquisiciones. Se le investigaba desde hacía meses, porque se sospechaba que había cometido fraudes similares en al menos 25 ocasiones en los mismos almacenes.
Posteriormente fue liberado y está a la espera de juicio, según The Washington Post, los cargos pueden llevar a una condena de 15 años de prisión.
Por otra parte, un ex presidente de la Asamblea del estado de Wisconsin, militante republicano, fue hallado culpable por delitos graves de mala conducta de un funcionario público estadounidense, confirmaron el pasado domingo fuentes judiciales.
Se trata del representante estatal Scott Jensen, también acusado de utilizar un puesto público para beneficio del Comité de Campaña de la Asamblea Republicana.
Jensen fue uno de los legisladores más influyentes en el norteño Wisconsin y ahora podría ser condenado a 15 años de cárcel y 35 mil dólares en multas, según las fuentes judiciales.
Está acusado, entre otros delitos, de poner a trabajar a empleados estatales en labores de campañas políticas.
También el viernes se conocía la súbita dimisión de Gale Norton, la secretaria de Interior de la Administración Bush. La dimisión de esta estrecha colaboradora del presidente, se produce justo cuando el Departamento de Interior está sometido a varias investigaciones por presunta corrupción, que en algunos casos salpican indirectamente a la dimisionaria. Aunque poco conocido fuera de Estados Unidos, el Departamento de Interior gestiona la parte del país que es propiedad del Estado federal, lo cual supone el 25% de la superficie del país. Entre esos territorios están todos los parques nacionales, los monumentos, las concesiones mineras y petroleras y las reservas indias. Y, precisamente, una de las investigaciones que afectan a Norton tiene que ver con las reservas indias y el famoso lobbysta republicano Jack Abramoff, que se ha declarado culpable de al menos cinco delitos, varios de ellos vinculados a concesiones de casinos indios.
Norton es cofundadora del grupo de presión Consejo de Republicanos por la Defensa del Medio Ambiente, que recibió 225.000 dólares de Abramoff. Posteriormente, Abramoff trató de influir en Interior para lograr concesiones de casinos a las tribus indias que representaba.
Pero la corrupción también llegaba a las cuentas de Estados Unidos en Iraq. Un jurado federal declaró al contratista militar Custer Battles, culpable de defraudar a Estados Unidos por aumentar enormemente los costos de los proyectos en Iraq. La demanda fue introducida en virtud de la Ley Federal de Falsas Declaraciones que permite a los informantes de actividades ilegales en las empresas presentar una demanda en nombre del gobierno y compartir las indemnizaciones por daños y perjuicios.