De poco están sirviendo las desesperadas acciones del imperialismo norteamericano, en contra de la revolución bolivariana, contra la cual vienen elaborando aceleradamente un expediente que pudiera servir como herramienta para declarar a la República Bolivariana de Venezuela, como un Estado Forajido, que pudiera justificar una agresión militar por parte de la OTAN, ante los fallidos intentos de aplicar al gobierno presidido por Nicolás Maduro, el manual de la ITT.
Desafortunadamente para el imperio y sus lacayos nacionales e internacionales, el “mal ejemplo” de Venezuela, ahora se catapulta al viejo continente. En la Grecia maltratada, sometida y hambreadapor la Troika: Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Unión Europea, ocurre un fenómeno muy parecido al de la Venezuela de 1998, pisoteada, hambreada y reprimida por el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y la apátrida oligarquía criolla que se aferraba al poder, apoyada en los tanques y bayonetas de una fuerza armada, manipulada y corrompida, por esos factores para mantenerla a su servicio, como fuerza de ocupación en contra de su propio pueblo del cual provenía, pero contra el cual la había virado la Escuela de las américas.
En trabajo publicado hace aproximadamente dos años sosteníamos que Grecia estaba al borde de un sacudón similar al “Caracazo” y ser tocada por la llama bolivariana, dada la receta aplicada por el imperio para castigar al pueblo y proteger a los banqueros espoliadores, responsables de la recesión en el mundo, con énfasis en Estados Unidos y la Eurozona. El “Caracazo” no se registró pero la llama que flamea en Suramérica y El Caribe, llegó de la mano del partido Syriza y de su joven líder Alexis Tsipras, que con la misma edad de Hugo Chávez y en circunstancias similares, llega al poder con una revolución pacífica y democrática. Evidentemente que con este triunfo de la izquierda en Grecia, se abre el mal ejemplo para Europa.
Tsipras en sus primeras medidas como jefede gobierno rompió de plano con las políticas impuestas desde Bruselas y Berlín, de la mano de la Troika. Reivindicó la soberanía y libre determinación de Grecia, con el decreto de aumento general de salarios, revocatoria de los despidos de empleados públicos y la reversión del plan de privatización impuesto por la troika.
El carismático y joven líder proclamó que la democracia retorna a Grecia, mensaje, que significa romper las cadenas que ataban a la soberanía griega a las decisiones de los centros de poder en Berlín y Bruselas. Se trata de lo mismos que hizo el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, apenas se hizo del poder en las elecciones de 1998, cuando rompió las amarras que mantenían a Venezuela bajo la bota del FMI, el BM y el Consenso de Washington y, por ende la democracia retornó a Venezuela.
Ese episodio venezolano, que Estados Unidos y sus aliados intentaron borrar con el golpe de estado de 2002 y que el pueblo empoderado impidió recuperando el poder en solo 47 horas, bien pronto tuvo su efecto dominó en Suramérica y actualmente se consolida en el caribe. Al calor de la revolución bolivariana han nacido organismos multilaterales como ALBA, en respuesta ala propuesta colonialista ALCA, por parte de George W Bush;Petrocaribe, para desplazar la dictadura de las transnacionales petroleras, sobre los pueblos suramericanos y caribeños; la UNASUR, en repuesta a la manifiesta política de sumisión y entrega a Estados Unidos de la OEA y su Secretario General. La CELAC, un compendio de las anteriores, nace también frente a la sumisión de la ONU. La presión ejercida desde estas instancias ha hecho cambiar las políticas de la ONU y la OEA, cuyos miembros han despertado y se han sacudido el yugo del imperio. Paralelamente han fortalecido sus nexos con Mercosur y los BRICS.
Lo que ocurre en Grecia es evidente que tiene su peso en una Europa, que lo ha perdido todo y cuyos pueblos están sometidos a la dictadura financiera de los saqueadores banqueros, que han impuesto sus propias leyes de expropiación y saqueo privándolos hasta de sus ahorros. Este cuadro que en nada difiere de la Suramérica de finales del siglo XX, nos hace pensar que el efecto Grecia se repetirá en España, con PODEMOS, en las venideras elecciones y de España, seguirán Portugal, Francia y demás países de la Eurozona, donde ha fracasado el modelo neoliberal y los pueblo dicen basta. El momento es ahora. También para nosotros el momento es ahora. No podemos fallar, tenemos que profundizar el proceso revolucionario, endurecer la línea, corregir rumbos y tomar el camino del auténtico socialismo. Somos una ventana de esperanza para el mundo y solo nos queda seguir unidos por la victoria final y más que nunca ahora cuando arde la pradera europea con la llama bolivariana. Periodista* CNP 2414 cd2620@gmail.