El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, se ha quedado medrando en el Siglo XIX, cuando su país era el arriero y los países de América Latina y el Caribe, los rebaños, que rebenque en mano arriaba el servil de turno del proyecto imperial en la Casa Blanca.
Este señor “Premio Nobel de la paz” y vergüenza para sus ancestros, ha resultado más sanguinario y prepotente, que su antecesor George W. Bush. Pero más allá de las guerras civiles en que ha sumido a Libia y a Siria, para continuar la obra de su mentor, en Irak y Afganistán; de quien recibió el bastón de relacionista publico del Complejo, militar, industrial y comunicacional al servicio del sionismo mundial, con su proyecto financiero y guerrerista hegemónico de dominación planetario, lo más lamentable, es que precisamente en estos años de su gobierno los afroamericanos han sido segregados, perseguidos y asesinados por las fuerzas del orden público, como hasta la primera mitad del Siglo XX.
Barack Hussein Obama, no perdona a Venezuela, que bajo la conducción del Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, rescató al Libertador Simón Bolívar de los fríos y rígidos pedestales de mármol, a los cuales lo había encadenado la parasitaria y rastrera oligarquía criolla; para convertirlo en hombre de carne y hueso, con su conciencia revolucionaria ,antimperialista y con su espada libertaria en ristre, ponerlo a caminar al lado de los pueblos del mundo que luchan por sacudirse el yugo del imperio más terroristas, despiadado y sanguinario, que conoce la historia de la humanidad, que pretende según palabras del propio Obama, torcerle el brazo a los países, cuyos gobiernos no hagan lo que Washington les indica.
En este contexto y frente al fracaso de sus planes terroristas en la República Bolivariana Venezuela, donde la Revolución, ha puesto al imperio de manera reiterada a morder el polvo de la derrota, ha anunciado a través de sus voceros que el Departamento del Tesoro y el Departamento de Estado, vigilan muy de cerca los acontecimientos de Caracas y evalúan herramientas, para conducir al gobierno venezolano por el rumbo que debe tomar. Seguramente ya, John McCain, estará preparando otro contingente de Yihadistas del Estado “Islámico” para sembrarlos en América Latina y el Caribe, como lo hizo en Irak, Siria y todo el Medio Oriente, para luego justificar la invasión militar con la OTAN en nombre de la lucha contra el terrorismo, como lo está haciendo en el mundo árabe, para lo cual ha solicitado al congreso norteamericano una multimillonaria suma de dólares, para desarrollar sus guerras en el extranjero.
Frente a esta amenaza, desde nuestra alma bolivariana y revolucionaria, como pueblo soberano, antiimperialista, revolucionario, bolivariano y profundamente chavista, le decimos al señor “Premio Nobel de la Paz”, que en esta patria sagrada donde convivimos como buenos hermanos, blancos, aborígenes, mulatos, morenos y negros, no necesitamos de la tutela imperial, para resolver nuestras controversias y forjar nuestro destino y mucho menos de la mano del Tío Tom.
Señor Obama, los rebaños de borregos y bueyes cansados, que sus antepasados arreaban desde la Casa Blanca, látigo en mano, en América Latina y el Caribe quedaron en un infame recuerdo de la historia, que no se repetirá jamás y fueron sustituidos, por batallones de hombre y mujeres, patriotas, con los cojones y ovarios bien puestos, dignos herederos y herederas de Miranda, Bolívar, Sandino, Alfaro, Farabundo Martí, El Che Guevara, José Martí, Pancho Villa, Emiliano Zapata, Morazan, Zamora, Chávez, Juana Ramírez, Manuelita Sanz y tantos y tantas héroes y heroínas de nuestra historia y con ese faro de luz, que en el Caimán del Caribe, representa nuestro amado, indoblegable, ejemplo de lucha y dignidad, guía por siempre de nuestras batallas y victorias, el Comandante Fidel Castro Ruz. Desde esta patria heroica, aseguramos, con dignidad y decisión, que las decisiones del gobierno de nuestro Comandante obrero Nicolás Maduro y el Consejo Cívico Militar de la revolución, son una orden para los batallones populares desplegados en todo el territorio nacional, rodilla en tierra, con el apoyo de nuestros hermanos de la patria grande. En este contexto, afirmamos, que el arriero Obama perdió la trocha.