Veamos quién es el que pretende juzgarnos…
Luego de los atentados del 11/09 en USA, entró en vigor la Ley Patriot o Acta Patriótica*, la cual le otorgó a los organismos de ese país (FBI, CIA y DEA), la potestad de violentar elementales derechos humanos a sus ciudadanos y a sus residentes, como lo reseñamos seguidamente:
1) Detenciones sin orden judicial, ni acusación formal; 2) Judicializaciones sin garantías y en secreto; 3) Detención de periodistas por no revelar sus fuentes y en muchos casos sin oposición de sus patronos; 4) Intercepción y violación de la correspondencia, de las llamadas telefónicas y enlaces por Internet, en complicidad con las proveedoras de esos servicios; 5) Revisión y obtención de historias médicas; 6) Revisión y obtención de registros de usuarios de las bibliotecas para cerciorarse qué leen y para no extendernos más, 7) Obtención y retención de fichas laborales en instituciones púbicas y privadas.
Pero es que tales atropellos los cometen los gringos, también, fuera de sus fronteras, donde las perversas complicidades de gobiernos a su servicio lo admiten, al punto de que han llegado a los extremos de que abrieron cárceles secretas bajo la batuta de la CIA en varios países del orbe, como fue denunciado por el Consejo europeo en 2007, a través de su vocero oficial, Dick Marty, quien dijo en esa ocasión: "lo que eran una serie de alegaciones está ahora probado: grandes cantidades de personas han sido secuestradas de varios lugares (..) del mundo y trasladadas a países donde han sido perseguidas y donde se sabe que la tortura es una práctica común (..) Otros han sido detenidos arbitrariamente, sin ningún cargo (..) y sin supervisión judicial, denegándoseles la posibilidad de defenderse".
Mientras ello sucedía, ninguna de las miles de Ong´s del orbe que se dicen defensoras de los derechos humanos y que reciben aportes de la USAID y la NED, por ejemplo, no salieron jamás a hacer causa común con esa denuncia tan grave que formuló la instancia europea, la cual aportó pruebas irrefutables de las prisiones instaladas en Lituania, Rumania y Polonia y es a esta fecha que todo ello quedó en el limbo.
El silencio acalló toda voz que intentó retomar el caso, al punto de que se continúan cometiendo, al día de hoy, una de las mayores barbaridades contra los derechos humanos, como es el caso de los 160 musulmanes secuestrados por más de 12 años en la cárcel de Guantánamo, en condiciones deplorables, sometidos a torturas, despojados de todo derecho a defenderse y abandonados por un mundo que llamamos civilizado y cristiano. ¡Qué ironía…!
(*) En vigencia a partir de octubre/01, prorrogada en 2011 hasta junio/15 y muy probable sea retomada ante la terrible crisis creada por el mismo gobierno gringo en Medio Oriente y en África.