¡Desenvainad los cuchillos! No es ninguna historia pasada como la de la traición de los mercenarios de Hengistus en el siglo V, que asesinaron a puñaladas a 300 ancianos que acompañaban al rey Vortigern en la negociación de la paz. Tampoco se refiere a las violentas purgas políticas de Hitler donde acuchillaron a sus competidores para tomar el control del partido, allá por 1934.
Los hechos de los últimos días, muestran que el conflicto entre los Israelitas y sus víctimas, los palestinos, se realiza en las calles. Cuando los palestinos son violentados por los israelitas, los palestinos desenvainan los cuchillos y enfrentan la agresión.
Aunque esta reacción pareciera ser la expresión más primaria en la lucha desigual entre Palestina, un pueblo pobre e Israel, un Estado desarrollado y con alta tecnología militar, impuesto por la ONU, armado y financiado por Estados Unidos, y que cuenta con la complicidad de la "comunidad internacional", en el agravio de robarles el país y destruirles lo poco que les queda los palestinos.
Desenvainar los cuchillos, tiene que ver con la historia de los palestinos que ven y sufren la agresión israelita concretada en bombardeos sobre Gaza, Cisjordania, el robo de su territorio, el terror y los asesinatos constantes de palestinos, ante el silencio del mundo.
Y no obstante parezca un acto suicida, dado que no hay simetría en el enfrentamiento, es la forma más simple y heroica que utilizan hoy los palestinos para enfrentar las humillaciones a las que son sometidos por el ejército israelita.
Talvez hoy, el hecho de que los rusos están cambiando el orden mundial de terror establecido por los imperialistas norteamericanos, ayude a parar el camino de terror y desesperación que los israelitas le han impuesto a los palestinos.