Hay que arrancar con el hecho, que en los últimos 15 días de combate, los rusos junto al ejército constitucional de Siria están a punto de derrotar totalmente a los terroristas. Y que en los medios y en los discursos de los políticos euro-norteamericanos, esta derrota, ya es imposible ocultarla.
Más bien, se ha puesto en evidencia el uso de la irracionalidad que embarga a los imperialistas, cuando se dan cuenta que en esta guerra, está a punto de sucumbir su proyecto de derrocar al presidente Bashar al Assad y de afianzar la influencia imperialista en el medio Oriente.
Los éxitos de los rusos y del ejército gubernamental en la lucha contra el terrorismo, llevó a los imperialistas al paroxismo ideológico, pues en nombre de la racionalidad quieren presentar la idea que hay terroristas moderados, después que el mundo en su totalidad ha sido testigo de los abominables crímenes cometidos por los terroristas; para el caso, descuartizar civiles, violar niños o convertirlos en asesinos, quemar y degollar soldados y destruir el patrimonio de la humanidad.
Lo más penoso para la racionalidad euro-norteamericana es pretender engañar al mundo ocultando tras una red de pesca, el apoyo que siempre le han brindado a los terroristas. Como ejemplo: los norteamericanos e ingleses dotaron a los terroristas con los automóviles Toyota todo terreno. Los norteamericanos han lanzado en los últimos días, 50 toneladas de armas a los terroristas moderados, los norteamericanos se niegan a dialogar con los rusos sobre la solución política al conflicto.
Y es que estos quince días de octubre han sido los más intensos de la guerra, pues se han destruido almacenes de municiones, puestos de mando, arsenales, talleres, vehículos militares, centros de comunicación, campos de entrenamiento y se han provocado cuantiosas bajas a los terroristas. Según los cálculos de expertos militares rusos, no solamente se le ha destruido al terrorismo el 40% de la infraestructura de apoyo y se les ha expulsado de muchos lugares, sino que también, se ha puesto en evidencia los lazos que unen a la coalición Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania y Turquía al terrorismo, cuando la Unión europea le exige a los rusos, no tocar a los terroristas moderados.
Y es que cuando se valoran las acciones de la coalición, quienes en un año de guerra y con 25,000 ataques no lograron más que destruir ciudades y joder a los ciudadanos indefensos, y se confrontan tales acciones con la efectividad de los bombardeos y de los combates del ejército gubernamental sirio, no se puede concluir más que: la coalición es la que se opone a que el terrorismo sea derrotado.
Desde tales hechos, la guerra de la coalición contra el terrorismo, aparece siendo o bien una tragedia, o una farsa.
Y es que así es la historia de los imperialistas; como dijeran Hegel y Marx: "Todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces: una vez como tragedia y la otra como farsa".
