Los recientes resultados de la elecciones presidenciales en La Republica Argentina, donde resultó electo el buen pitiyankee y mediocre bufón Mauricio Macri – resultado muy previsible, dados los magros números obtenidos por el candidato del FPV Daniel Scioli, en la 1ra. vuelta electoral – , nos permiten avizorar lo que será el conjunto de políticas económicas, sociales, fiscales y diplomáticas que tomara el nuevo gobierno neoliberal, para alinearse con su patrón político e ideológico, y que lamentablemente para un vasto sector del pueblo argentino más necesitado, se posesionara en ese bello país de la Patria Grande en los próximos días.
Macri será el nuevo propulsor del ALCA en Suramérica, ya que como buen lacayo del Imperialismo Estadounidense, y fiel creyente del Sistema Capitalista en la más explotadora y criminal de sus versiones, está obligado a tomar una medida que desagravie a sus amos imperiales y a George Bush hijo - el más grande idiota de los presidentes que han ocupado el Trono de la histórica Casa Blanca - , de la ignominiosa vergüenza mundial que sufrieron, cuando los tres gigantes Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Luis Inacio "Lula" Da Silva, en la ciudad de Mar del Plata, lograron derrotar la propuesta llevada a la Cumbre de las Américas, por el mencionado terrorista y genocida de Irak y Afganistán.
Pero esa medida, no es solo para desagraviar sumisamente a sus amos Norteños, de la ignominia sufrida justamente en tierras gauchas en el año 2005. Es una medida de fondo que apunta a que los Estados Unidos, a través del ALCA puedan establecer definitivamente y sin más demora, su dominio económico absoluto sobre todos los países de América Latina, contando para ello en esta nueva oportunidad con la locomotora Argentina; que sin duda alguna empujara a países como Uruguay y Paraguay, a cambiar de rumbo económico y social; y que posiblemente pase por abandonar a Mercosur para causarle perjuicios a Brasil, y también para evitar que Venezuela, Ecuador y Bolivia – países observadores estos dos últimos - , le impriman un carácter más social a esa asociación de comercio suramericana.
Mauricio Macri tendrá la responsabilidad, de ser el operador político que necesita el gobierno imperial, para imponerle el ALCA a la mayoría de los gobiernos de América Latina, en una coyuntura política en la que ahora el gobierno argentino está absolutamente de su parte; el gobierno de Dilma Roussef en Brasil está muy debilitado; los gobiernos de Chile, de Perú y de Colombia, ya forman parte de un pequeño Alca del Pacifico; el nuevo gobierno de Uruguay tiene una inclinación hacia la economía de mercado; y el gobierno del burgués Horacio Cartes de Paraguay, es producto del último golpe de estado gringo en la región.
Ahora bien, el papel del nuevo gobierno burgués argentino en lo económico, será de estrechar los lazos con los organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial, para someter una vez más a la Argentina a las políticas de ajuste macroeconómico – tal como lo propiciaron los infames y apátridas gobiernos de Carlos Menen y de Fernando de la Rúa - , que cercenarían la soberanía financiera que esta nación había recuperado, en los últimos doce años con los gobiernos de corte popular y patriótico de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández, y hacerla dependiente otra vez de los empréstitos voraces de los bancos estadounidenses y europeos.
La otra misión fundamental que le han asignado a Macri, los Emperadores de Estados Unidos en el mediano plazo, es propiciar la salida de la Argentina de la UNASUR, con el propósito de originar un terremoto político en la región, que indudablemente ocasionara la escisión de este novel organismo, cuya más inmediata consecuencia será el retiro de otros países pro yankees como son: Colombia, Perú, Chile, Paraguay y quizás Uruguay, lo que sin duda afectaría la actual correlación de fuerzas, que lidera el bloque de los países bolivarianos que lo conforman Venezuela, Ecuador y Bolivia, con el apoyo hasta ahora de los gobiernos de Brasil y de Surinam.
Pero Macri, además de tener la vil e infame misión de intentar la fragmentación de la UNASUR, también ha sido elegido por los dueños del Imperio Yankee, para representar a la nueva vocería del fundamentalismo Monroeista en la América Latina, y de esta manera contraponerlo al proceso de integración Latinoamericano, iniciado y liderado en su momento por el Comandante Hugo Chávez, y que ha tenido como fundamento ideológico principal, la postura anti imperialista de nuestro Libertador Simón Bolívar, y las ideas anti coloniales de otros destacados héroes de la Independencia Suramericana, como: José de San Martin, Gervasio Artigas y Bernardo O´Higgins, entre otros.
La arrogancia del Imperio Mundial no puede permitir por más tiempo, que todos los países Suramericanos que desobedeciendo sus órdenes, se hayan atrevido a fundar un organismo político regional como lo es UNASUR, y cuya sede este ubicada en un país bolivariano como Ecuador, permanezcan sin el imprescindible tutelaje Imperial, que se viabiliza en lo político por medio de la desprestigiada OEA, con sede en la ciudad de Washington a pocos kilómetros del Palacio del Emperador de turno.
Bolívar y Chávez Viven. La lucha sigue.
Hasta la Victoria Siempre, Comandantes.
Venceremos!