Viena, La geopolítica de las nalgas

Si la Cumbre de Viena no hubiera ocurrido por alguna razón, el curso de los ríos y los vientos no se habría alterado un solo milímetro. La política internacional tampoco, ni el Mercosur, ni la Comunidad Andina de Naciones, el CARICOM (Comunidad del Caribe) o Centroamérica. Los gobiernos de estos bloques subregionales fueron los copartícipes del evento que reunió a 58 jefes de Estado en la vieja ciudad centro europea, que hace un siglo fuera crisol del psicoanálisis y el marxismo.

En este estricto sentido no cumplió uno de los objetivos más buscados por los imperios menores de Europa: desplazar un poco más la hegemonía de Washington en esta continente. Pero esto tampoco significó, en forma automática, un avance de los Estados Unidos.

Simplemente, las cosas quedaron en veremos. Viena no fue más que Viena, conservadora y melancólica, tempestuosamente irrumpida por las nalgas de una entrerriana. Aunque la explicación es más compleja que una muchacha en tanga de carnaval.


La nueva situación latinoamericana


Muchos se han lamentado estos días, a propósito del cónclave de Viena, del papel "lamentable" de los "países" latinoamericanos, que llegaron y salieron divididos de la capital austríaca.

La Jornada, por ejemplo, bajo el título de "Cumbre de Viena termina sin brillo", dice: La cuarta cumbre América Latina, el Caribe y Unión Europea culminó este viernes aquí con una declaración final que exalta el "fortalecimiento continuo" de la alianza estratégica birregional. Sin embargo, el documento omitió dos temas que acompañaron los debates entre los mandatarios: la condena de algunos al "populismo" y el reclamo brasileño para que Europa reduzca subsidios a la producción agrícola...". Y agrega que la mayor preocupación para los gobernantes europeos es "el giro a la izquierda y el populismo".

Todo eso cierto, pero es apenas la refulgencia de un mapa social y político más controvertido, que podríamos concentrar en nueve razones de actualidad.

El colapso del Mercosur y la Comunidad Andina (ahondada por la derrota social del TLC en Ecuador y el "riesgo Humala" en Perú), la parálisis del CAFTA (pacto de Centroamérica con EE.UU., cada vez más cuestionado por sectores laborales urbanos y campesinos en El Salvador, Nicaragua y Honduras), la valiente nacionalización boliviana (que hizo brotar los odios imperialistas de España y Estados Unidos, las viejas tentaciones subimperialistas de Brasil y los recelos nacionales mezquinos de Argentina y Chile por el nuevo precio del gas)
Por último, la Cumbre de Viena fue cruzada por la pujante política antiyanqui del gobierno bolivariano, escenificada en Austria, Roma y Londres por actos y manifestaciones populares de apoyo por la "revolución bolivariana". Desde los tiempos del Mayo Francés, nadie de importancia mediática había puesto en discusión el dilema histórico "socialismo vs. capitalismo", como lo hizo Chávez con esa irreverencia que lo retrata.

Lo más enojoso para las burguesías europeas fue la declaración del Alcalde de Londres, opositor de Blair, defendiendo al gobierno de Chávez como "la mejor experiencia democrática de los últimos tiempos", expresión que no sólo le pega a las democracias imperialistas sino también a las "democracias del dólar" de nuestro continente.

Estos y otros acontecimientos, más la resistencia de la contracumbre, impidieron que la "Viena" fuera una etapa superior de "Guadalajara", la anterior reunión de Europa y América latina ocurrida en mayo de 2004.

Excepto en algunos negocios colaterales, que ratifican a estas cumbres como "mesas de negocios". Por ejemplo, el nuevo teleférico caraqueño a construir por empresas austriacas. O más importante, los casi 4.000 millones de euros puestos a disposición por la UE para empresas de ese continente que quieran arriesgarse en proyectos de infraestructura en América latina, operados por el Banco Europeo de Inversiones.

Tambièn se pueden registrar como "logros", el Meeting (SOM) sobre Ciencia y Tecnología en Salzburgo (Austria) realizado entre el1 y el 3 Febrero de 2006. La Conferencia de Alto Nivel 'Promoviendo la cohesión social´ de Bruselas, 27-28 Marzo y, finalmente, el Encuentro de Organizaciones de la Sociedad Civil de Europa, América Latina y el Caribe realizada del 5 al 7 de Abril de este año.
Estas actividades colaterales fueron negociadas en las reuniones de noviembre de 2005 en Lima y en la enero en Viena, donde se acordó el primer Proyecto de Declaración, bajo la conducción del gobierno mexicano, co-organizador de la Cumbre. Pero estos encuentros no eran los objetivos para tan cara reunión de 58 presidentes y jefes de Estado de dos continentes. Sería un despropósito.


Adiós a Guadalajara

Es bueno recordar que la Declaración de Guadalajara tuvo como plan inmediato de los imperios europeos la concreción de acuerdos comerciales con Centroamérica, Mercosur y la CAN. Ninguno se dio. Tampoco la liberalizaciòn gradual del comercio que aspiraba el Mercosur de entonces.

"El objetivo oficial del Mercosur es la apertura del 85% del comercio bilateral. La UE dice haber ofrecido el 98% de apertura y manejar el 2% restante por el sistema de cuotas..." (Diego Fonseca, , Dow Jones Newswires, 2004)
En aquel momento la Unión Europea condicionaba la rebaja gradual de su montaña de subsidios agrícolas a la discusión de los llamados "Temas de Singapur": inversiones, compras públicas, propiedad intelectual y reglas de origen. Todas de alto interés económico en la disputa de EEUU y la U.E. por los mercados y Estados de Latinoamérica. Un caso notorio es el de la industria informática brasileña, que se resiste al control "intelectual" y la "reglas de origen" que plantean la UE y EEUU.

Nada de esto significa que la disputa entre EEUU y la UE por América latina tenga el carácter que tuvo hasta antes de la Segunda Guerra Mundial. Al contrario, es la disputa parcial dentro del acuerdo global de mantener entre ambos las condiciones actuales de dominación del mundo. Si no sería inexplicable la paciencia norteamericana.


Los vivos europeos


Desde hace rato que vienen aprovechando las ocupaciones guerreristas del clan que administra la Casa Blanca desde que lo gobierna la familia Bus. Los europeos tambièn han sabido usar las tensiones hemisféricas que abrió el nuevo ciclo de resistencia nacionalista en Latinoamérica, a mediados de los años 90. Han capturado mercados y logrado marcar orientaciones políticas que impidan radicalizaciones más riesgosas hacia la izquierda.
Europa sigue detentando el primer lugar en América latina como inversor de capitales y proveedor de "ayuda institucional" y el segundo como socio comercial, detrás de EE.UU. Pero la seducción europea tiene el límite de los subsidios agrícolas. Es el mercado más subsidiado del planeta, algo que no le sirve a Brasil, Argentina, Uruguay, ni a Paraguay, Colombia y Costa Rica.
Los subsidios europeos le hacen perder a los exportadores agropecuarios latinoamericanos, 4 puntos de crecimiento de PBI por año, según el Instituto de Estudios del Comercio y Negociaciones Internacionales, de São Paulo, Brasil (Informe 2005).

Ese sabor amargo de la dependencia y el atraso semicolonial, tiene ganadores concretos. El informe del Banco Mundial "Perspectivas Económicas Mundiales 2004", realizado con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que entre 1999 y 2001 los subsidios agrícolas europeos llegaron a US$ 112.700 millones frente a U$S 95.500 millones en EE.UU.

Ese dominio imperialista en el mercado mundial se profundizó un año después del citado informe. En mayo de 2002, el presidente George W. Bush firmó un aumento de los susidios a sus productores hasta alcanzar los U$S 190.000 millones para ayudar a sus productores durante los próximos 10 años. "Esos aportes no incluyen ayuda por emergencias ni pagos por pérdidas de mercados internacionales", como informò Diego Fonseca, del Dow Jones Newswires, en 2004.

Al final del cuento, tenemos que una reunión bicontinental de altos objetivos estratégicos para el equilibrio del sistema mundial de Estados, cuya preocupación central en América latina es el "populismo", terminó con 58 presidentes babeados por las pieles de una reina de belleza semidesnuda que protestó contra Botnia y ENCE, dos multinacionales de ellos.


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Modesto Emilio Guerrero / Buenos Aires

Periodista venezolano radicado en Argentina. Autor del libro ¿Quién inventó a Chávez?. Director de mercosuryvenezuela.com.

 guerreroemiliogutierrez@gmail.com

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