Un grupo de ciudadanos indignados esperaba a Rus a su salida de la Ciutat de la Justicia de Valencia y pedía a gritos «¡ilegalizar el Partido Popular!». «¿Dónde está el dinero de los valencianos? ¡Y los niños estudiando en barracones!», protestaban. Los dirigentes del Partido Popular, por pasiva y activa, han alegado que todos los hechos delictivos y criminales de las decenas de altos cargos del Partido Popular (PP) son hechos particulares y no del PP.
Por supuesto, esas son justificaciones poco creíbles, por no decir risibles. Todos los hechos delictivos son particulares. Los asesinos alemanes que sistemáticamente gasearon judíos o mataron de inanición a millones de soviéticos lo hacían ellos mismos, pero no deja de haber una responsabilidad del partido nazi y del Estado alemán, que aún hoy tiene que pagar por los crímenes cometidos.
El partido nazi fue ilegalizado. Algunos podrían alegar que no todos los nazis eran malos, sólo los malos eran malos, pero los hechos demuestran que había más malos que buenos, y que pese a todas las buenas intenciones del partido hacia el bienestar de sus ciudadanos alemanes, a costa del sufrimiento y aniquilación del resto de la Humanidad, era más lo malo que lo bueno, y esto último a un precio demasiado alto, aunque para los alemanes fuese casi gratis.
Ninguna ley, durante el mandato de Hitler, decretaba los hechos de asesinatos en masa que cometieron los alemanes en el siglo XX. Tampoco los estatutos del PP obligan a enriquecerse a costa del erario público y utilizar las administraciones y su gobierno para el pillaje.
Unió Mallorquina (UM) decidió disolverse en 2011 porque sus siglas estaban «criminalizadas y estigmatizadas». La Fiscalía Anticorrupción solicitó a UM que abonase una fianza civil de 1,6 millones de euros en tanto que responsable de los desfalcos cometidos por sus cargos.
No es verdad que el Partido Popular no tenga responsabilidad en los actos de corrupción de sus miembros. Esperemos que rindan cuentas antes de borrar más pruebas.
