El Ex Presidente uruguayo "Pepe" Mujica, tan respetado por nosotros acá en Venezuela, profirió hace pocos días una expresión cuando menos descortés contra el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y en defensa de su delfín, Almagro.
En lo alto están los astros celestes, no los hombres; el valor de cada hombre muchas veces reside en lo que ha sido más que en lo que ha dejado de ser, lo que aplicado al querido Ex Presidente Mujica, cae al pelo; Mujica sufrió mucho durante largos años de injusticia, debido a la valiente defensa que de sus ideas él hizo y sostuvo, pero a veces los hombres abandonan ideas que se habían incubado muy adentro y podría ser su caso, es que a veces el hombre que cree subir hacia el pedestal de la gloria podría estar bajando hacia el abismo, no sé si en tal caso es aplicable al respetable ciudadano uruguayo Mujica, pero ¿quién dijo que la inteligencia es exclusiva de los Presidentes, u obviamente de los ex presidentes?; si al destacado Ex Presidente Mujica se le chorreó el rímel moral y, quedó bizco, lo lamento y pueda que eso haya sido pasajeramente.
La crítica internacional asevera que de acuerdo a los pactos que su gobierno hizo con la derecha chupasangre y a espaldas del pueblo uruguayo, es revelador de que él se dio media vuelta y asumió la ideología dominante, lo que a mí no me consta, pero de eso ser verdad, luego es inferible que él tenga un teatro bufo con Almagro, una componenda para ofender a nuestro presidente e inclusive ir contra la sagrada soberanía e independencia de Venezuela.
A su favor he de decir que la libertad de pensamiento es una rama frondosa, por lo que él puede pensar de lunes a lunes como le dé la gana, es su derecho, pero un poco de consideración para quien como el Presidente Maduro, que lo tiene en altísima estima, no sería una concesión graciosa sino una elemental señal de cortesía, pues sus expresiones suenan algo incompatibles con la percepción que los revolucionarios venezolanos tenemos de su respetable persona.
De todos modos, nosotros estamos preparados para hacer ajustes sobre la marcha, la prepotencia nos es ajena; amamos al pueblo uruguayo, pese a la enojosa impertinencia del respetable Ex Presidente Mujica.