El pasado 03 de julio del presente año, un doble atentado propiciado por el grupo extremista Yihadista DAESH, en la ciudad de Bagdad, en la República de Irak dejando un saldo de 300 muertos. En el cual la República Bolivariana de Venezuela y otros países manifestaron su solidaridad en favor de los derechos humanos y la PAZ.
Cada vez que ocurre estos actos terrorista en las redes sociales se observan una cantidad de menciones de algunas figuras políticas tanto nacional e internacional, de derecha como de izquierda, colocan una bandera de fondo en su foto perfil de Facebook y Twitter, en contra del terrorismo. Ya hacen varios meses se concibieron una ola de atentados propiciado por el DAESH en Europa (Bélgica y Francia), en aquella oportunida la etiqueta o hashtag eran Pray for Bélgica y Je suis Francia, la estructura de los medios de comunicación capitalista seguían trasmitiendo diariamente los acontecimientos y las consecuencias que dejo el ataque al aeropuerto, el metro en Bruselas y el periódico Charlie Hebdo. Asimismo, algunos ciudadanos a través de esas redes sociales lograron hacer tendencia mundial a todos estos acontecimientos.
Recientemente, no se observan en las redes sociales de ambas tendencias políticas solidarizarse en contra los ataques en Irak, Bangladesh, Siria, Palestina y Paquistán, como lo hicieran con aquellos países europeos antes mencionados, atacados por la organización terrorista ¿Será que no son Importantes? o ¿Será que no existe Interés? Si existe un interés imperialista, someterlos para apoderarse de todas sus riquezas.
En consecuencia, la globalización y la superestructura de los medios de comunicación son parte de este problema que afecta a todas las sociedades en el mundo. En este sistema mundo euroccidentalizado semióticamente tiene un gran poder que puede alienar a través de mensajes subliminales conllevando a la sociedad crear una cultura de antivalores, discriminando y satanizando a esos países mal llamados tercermundistas, países destruidos por el imperio estadounidense y sus aliados (OTAN).
La izquierda naciente latinoamericana debe de unir fuerzas y manifestarse ante la superestructura mediática con un Pray for the world and Not to the terrorism, hacer tendencia mundial en solidaridad a favor de la Paz, igualdad y no la guerra. Por último, la nueva vanguardia de izquierda debe cultivar una idea de esperanza para salvar al planeta y nuestra humanidad.