Cuando te sobran los motivos para querer decir algo (ideas más sentimientos), es fácil escribir. Al rato fluyen las frases porque cuentas con la complicidad de la inspiración y como es verdad aquello de que “mujer que lucha, mujer bonita” cuentas además con el plus estimulante de la combativa belleza, algo muy diferente a la belleza combativa.
La guerrera venezolana, Alejandra Benitez, que nos estará representando en los juegos olímpicos de Río 2016 nos ha permitido revelar, sin que lo propusiese, algo que podríamos llamar la división internacional en el reparto del ocultamiento y la mentira de los grandes medios de comunicación.
Las fuerzas democráticas de Brasil han venido denunciando que mientras los conglomerados mediáticos locales han mostrado toda su parcialidad defendiendo el golpe parlamentario dado a la presidenta Dilma, la prensa internacional ha sido menos descarada revelando en muchos casos la corrupta inmoralidad de sus detractores y las inconsistencias de las acusaciones presentadas para alejarla del cargo. Tan es así que esos medios han citado extrañas declaraciones de Hilary Clinton favorables a Dilma.
Ocurre que hasta un periódico como la Folha de Sao Paulo que ha manipulado descaradamente encuestas para favorecer al gobierno golpista se le cuelan las verdades democráticas por su valor de cambio periodístico. La protagonista que logró atravesar las baterías antidemocráticas de esa canalla mediática que habla en portugués fue nuestra medallista Alejandra Benitez. Ella ya había despertado la curiosidad de los brasileños en el 2015 durante los juegos panamericanos de Toronto con una entrevista poco usual en el deporte. Reveló en esa oportunidad que además de considerarse superchavista (exhibiendo los ojos de Chávez en su uniforme) se declaraba admiradora de los ex presidentes José Pepe Mujica y Luis Ignacio Lula da Silva. Ahora lo que ocurrió fue que las movilizaciones populares en Brasil y el inevitable clima de apertura que propician los juegos olímpicos la favorecieron para que unas contundentes declaraciones suyas contra el gobierno golpista llegaran al público. Estas declaraciones por cierto han venido a sumarse al anuncio reciente hecho por el Senador democrático Roberto Requiao, diciendo que logró reunirse con 30 senadores contrarios a la destitución de la presidenta Dilma cuando se estaban necesitando 27 para sepultar el golpe en el senado.
Como si ella estuviera adivinando que ocurriría una gran manifestación contra Temer en la apertura de los juegos olímpicos, Alejandra Benitez dio una entrevista divulgada por la Folha de Sao Paulo (*) y otros medios donde ella declara sin vacilación que durante el acto de inauguración de los juegos Olímpicos no saludará al supuesto presidente interino, Michel Temer, porque es un “golpista”:
"Lamento porque pensaba que iba a pasar por el estadio y que iría a saludar a Dilma, como presidenta de la república. Pero ahora hay un golpista (…) y los golpistas son antidemocráticos. Yo estoy a favor de la democracia y de la justicia. Quería ver a Dilma y no voy a saludarlo”.
Pero lo de Alejandra no se quedó resumido en esas palabras ya de por sí fulminantes. Demostrando que también aprendió del método Chávez del “Por ahora”, aprovechó la corta entrevista para lamentarse “que no haya habido un apoyo más contundente a la compañera Dilma”. Y para demostrar de que están hechas las mujeres bolivarianas, se fue directo con sus palabras al encuentro de los millones de mujeres de Brasil que apoyan a Dilma. Usando muchos de los argumentos que las mismas mujeres brasileñas han invocado a la hora de denunciar toda la saña que se descargó contra la presidenta Dilma, Alejandra expresó:
“Yo, como mujer, creo que fue también un acto machista, algo patriarcal, contra la mujer. En la política el hombre cree que debe imponerse ante la mujer y que ella no tiene méritos para estar allá (…) Me molesta, me duele y me afecta sí. Porque soy política, soy mujer y soy de izquierda. A mí me ocurrió también. En el mundo de los dirigentes deportivos ellos creen que los hombres deben tener el dominio absoluto y que las mujeres solo sirven para acompañarlos. Yo sigo en la política, haciendo mi trabajo social en el PSUV”.
Habiendo expuesto lo dicho por nuestra atleta bolivariana y el trato en el manejo de la información por parte de la prensa brasileña nos toca ahora indagar un poco como opera la prensa venezolana a la hora del reparto internacional de la mentira mediática que mencionábamos al principio. ¿Por qué no han llegado hasta Venezuela las palabras de combate de Alejandra Benitez? ¿Cuántos de los miles de atletas que están en Río pueden exhibir, además de sus cualidades deportivas, opiniones firmes y claras sobre hechos importantes de la realidad mundial contemporánea? Si la Folha de Sao Paulo que no comparte ni una coma de lo dicho por Alejandra consideró que se trataba de un hecho periodístico relevante, ¿Cómo es que la prensa venezolana ignoró “olímpicamente” sus declaraciones? Reconozcamos también en aras de la verdad que es siempre revolucionaria, que los propios bolivarianos, que si estamos comprometidos con la lucha democrática del pueblo brasileño, estuvimos distraídos o no le dimos la importancia que se merecían estas declaraciones de nuestra compatriota Alejandra. Esto debería servirnos para mejorar nuestra eficacia mediática a la hora de enfrentar esta Guerra No Convencional que va más allá de nuestras fronteras. Hoy nosotros por Brasil, mañana Brasil por nosotros.
Para finalizar vale mencionar también lo humano subjetivo que hace parte de la sensibilidad de una compatriota mujer deportista y política. Alejandra confesó sentirse en Brasil como en su casa gracias al trato amable y receptivo que ha recibido del pueblo brasileño y que está a la espera de que llegue ese día mágico y especial de la inauguración de los juegos olímpicos. Admite también que “Es difícil conquistar una medalla, pero que no es imposible”. A esto último todos los venezolanos y venezolanas deberíamos decirle: pa'lante Alejandra, haz junto a tus compañeros lo que tú sabes hacer ya que nadie pondrá en duda que tú y todos nuestros atletas darán lo mejor de sí para poner bien en alto el nombre de Venezuela. Pero en este caso vamos a decirle también a ella que gracias a su conciencia bolivariana se ganó ya la medalla del coraje y de la dignidad revolucionaria al no vacilar un segundo a la hora de defender la justicia, la libertad y la dignidad de un pueblo hermano de la Patria Grande.
En los juegos olímpicos de Londres de 2012 Alejandra Benitez había anunciado su retiro pero después, por suerte, decidió volver atrás. En esta oportunidad, demostrando que los chavistas somos al mismo tiempo conciencia y alegría Alejandra encerró su contundente entrevista con una pícara sonrisa diciéndole al periodista que la entrevistó: “Ahora no voy a decir que es la última. Es mejor esperar”.
Los juegos olímpicos se celebran por primera vez en Suramerica. Sigamos Juntos construyendo la esperanza. Somos la misma gente. Somos la Patria Grande de Lula y Chavez. ¡Viva Brasil! ¡Viva Venezuela!
anisiopires1992@gmail.com @AnisioVenezuela
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