En Cartagena de Indias se firmó simbólicamente la paz entre el gobierno de ese país y las FARC, el 26/09/2016 tras cuatro años de negociaciones en La Habana y 52 años de una guerra fratricida que ha ocasionado millones de víctimas y una tragedia social al pueblo colombiano. El 2-10-2016 el pueblo colombiano debe ratificar mayoritariamente atraves de un plebiscito este acuerdo. Los cincos acuerdos todavía tendrán que pasar el examen de las urnas en el plebiscito, donde los colombianos van a decidir si aceptan o rechazan lo negociado en La Habana.
El umbral mínimo de participación para que la consulta popular sea válida es del 13% del censo electoral, formado por 33 de los 48 millones de habitantes que tiene Colombia. La campaña por el "no" está liderada por los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, quienes claman contra un acuerdo de paz que, desde su perspectiva "da impunidad a las FARC y condiciona el futuro desarrollo" de Colombia. Sin embargo, se muestra "a favor de la paz" y asegura que, de ganar el 'no', "aún sería posible renegociar un acuerdo mejor".
Según el presidente Juan Manuel Santos es la terminación del conflicto con el grupo insurgente, y según las FARC, "buscar la paz con justicia social por medio del diálogo", según palabras de Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko quien pidió perdón a Colombia tras firmar el histórico acuerdo. Ambos se dieron un apretón de manos y sellaron la paz en presencia de unas 2.500 personas, donde estaban presentes 13 jefes de Estado y de gobierno. Ambas partes recocieron los esfuerzos realizados por el Comandante Hugo Chávez Frías, por Noruega, Cuba y Chile.
Naciones Unidas verificará el cese del fuego y que se cumplan todos los acuerdos de paz de 297 páginas, donde se describe seis puntos, sobre desarrollo agrario y rural, participación política, cultivos ilícitos, victimas, fin del conflicto y refrendación, implementación y verificación de lo pactado. El acuerdo sobre desarrollo agrario y rural permite la creación de un Fondo de Tierras "para lograr la democratización" del campo colombiano, "en beneficio de los campesinos sin tierra o con tierra insuficiente y de las comunidades más afectadas por el conflicto, promoviendo una desconcentración y una distribución equitativa".
El objetivo de la participación política, por otro lado, es que surjan nuevas fuerzas, entre ellas el partido en el que se transformen las FARC una vez desmovilizadas, "con las suficientes garantías de seguridad" para desarrollar su labor, que se concretarán en un estatuto de la oposición. Las FARC se han comprometido además a "poner fin a cualquier relación que, en función de la rebelión, se hubiese presentado con el narcotráfico". Las partes han diseñado un mecanismo para la erradicación de los cultivos ilícitos y su sustitución por otros legales. Uno de los pilares del acuerdo de paz es el relativo a las víctimas, que crea una jurisdicción especial encargada de esclarecer y sancionar las graves violaciones de los Derechos Humanos y los crímenes internacionales cometidos en el conflicto armado por todos los que hayan participado en él, que se completa con medidas para obtener verdad y reparación e impedir la repetición.
Las partes han pactado igualmente un cronograma que da 180 días a las FARC para entregar las armas. Los guerrilleros se concentrarán en zonas y puntos concretos del territorio colombiano hasta que se reincorporen plenamente a la vida civil, donde estarán protegidos por una misión internacional bajo el paraguas de la ONU. Todos los hombres y mujeres de buena voluntad en este mundo, estaremos trabajando y pidiendo a Dios que se hagan realidad estos acuerdos para bien de la humanidad.