Los medios de comunicación que venían apoyando abierta y descaradamente a Hillary Clinton, están intentando promover una “rebelión de masas” contra Donald Trump porque su candidata, quien sacó más votos populares que su adversario, no ganó las elecciones ya que Trump se hizo de los colegios electorales y la terminó derrotando. Cabe destacar que lo mismo le ocurrió en su momento, al filántropo demócrata, Al Gore (Quien ejerció cuando Bill Clinton, la Vicepresidencia de los EE.UU.), al competir contra W. Bush sin embargo en esa ocasión, la élite dominante civil–militar que controla la industria de la guerra global y dirige la agenda intervencionista de la política exterior norteamericana, nada reclamó como lo hacen ahora. Tenemos la impresión de que a Trump, quien aún no ha llegado a la Casa Blanca, ya le quieren aplicar la figura del Impeachment. Como sabemos, el Impeachment es un vocablo del idioma inglés que designa una figura del derecho anglosajón (específicamente en Estados Unidos y Gran Bretaña), mediante el cual se puede procesar a un alto cargo público.
Al respecto, el parlamento o congreso debe aprobar el procesamiento y posteriormente encargarse del juicio del acusado (normalmente en la cámara alta). Una vez que un individuo ha sido objeto de un impeachment tiene que hacer frente a la posibilidad de ser condenado por una votación del órgano legislativo, lo cual ocasiona su destitución e inhabilitación para funciones similares. Debemos recordar que legisladores sátrapas en los años 80´ violentando la soberanía de sus países, permitieron que este adefesio jurídico contrario al Derecho Romano (que es la base fundamental del derecho latinoamericano), fuera impuesto desde los Estados Unidos y hoy en naciones como Brasil, se viola la soberanía popular (por una parranda de delincuentes políticos y económicos), actuando en contra de una presidenta que como Dilma fue elegida por más de 50 millones de ciudadanos.
Coincidimos por Michael Moore en el sentido de que efectivamente la única razón por la que Trump es presidente es por en ese país persiste una idea arcaica e insana, procedente del siglo XVIII, llamada Colegio Electoral y hasta que ese método antidemocrático no cambie, seguirán teniendo presidentes que no son elegidos ni queridos por el pueblo.
La mayoría de los ciudadanos en ese país han dicho que creen que sí existe el cambio climático producto del modelo de consumo energético y contaminante; que las mujeres deberían recibir igual salario que los hombres; que quieren una educación universitaria libre de deudas; que no quieren que se continúen invadiendo otros países; que la política exterior cambie; que quieren que exista una tabla salarial donde esté señalado el salario mínimo igual para todos y que necesitan un verdadero sistema de salud pública universal. Nada de eso ha ocurrido porque las élites del poder en ese país han negado esa posibilidad.
En ese sentido, Estados Unidos existe un fuerte descontento que Trump logró capitalizar, cuya economía está a punto de una posible depresión y un nuevo crack financiero que como tsunami afectaría todo el planeta.
Trump, lo entendió y más allá de las adversidades y de todos los señalamientos que pesan en su contra, ha ofrecido atacarlos; lo que significa que muy probablemente él termine impulsando medidas económicas muy parecidas a las que en su momento se implementaron en los Estados Unidos a finales de los años 20 del siglo XX (con base a la teoría Keynesiana de la economía), con el propósito de recuperar la estabilidad de su país. Es decir, a diferencia de los neoconservadores y también neofascistas (expresados en Hilary Clinton), no les dará el dinero a los banqueros para que se los vuelvan a robar como hizo Obama en el marco de la crisis financiera e inmobiliaria que por poco colapsó la economía planetaria.
En ese sentido, de ser cierta nuestra apreciación y no obstante que Barack Hussein Obama se ofreció para “orientarlo” (cosa que nos preocupa mucho), creemos que el Presidente Trump en lo internacional será fundamentalmente “Aislacionista”; lo que significa que se dedicará a atender los asuntos domésticos y sólo en caso de estar en peligro, la Seguridad Nacional, irá contra terceros en el plano mundial.
Lo anterior lo sostenemos, con base a sus propias palabras que como afirmación señaló el mismo día de las elecciones: …."We will stop trying to build foreign democracies and to intervene in situations that we have no right to be there"…. (Traducción), "Dejaremos de intentar construir democracias extranjeras e intervenir en situaciones en las que no tenemos derecho a estar"… (1).
Su palabra vaya adelante.
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Nota tomada de un trabajo que realizara el Dr. Luis Holder sobre este tema.