Sergio "El Checo" Pérez es un piloto de carros de la Fórmula Uno. Es mexicano. Y con una actitud digna y patriótica, me hizo olvidar de mi enfermedad y me dio ánimo para escribir este corto artículo, en el cual deseo plasmar un digno ejemplo para los traidores venezolanos. Todos estos corredores tienen patrocinadores. El Checo Pérez, los tiene. Uno de ellos es la fábrica de gafas Hawkers. Es el caso que una vez que se conoció la victoria de Donald Trump, en los Estados Unidos, alguien de la empresa dijo que exhortaba a los mexicanos a usar gafas Hawkers cuando se les henchirán los ojos en la construcción de muro que ofreció construir Trump.
Como era de suponer al piloto mexicano no le gustó el chiste. Inmediatamente desbarató el lazo comercial con la empresa, en una actitud de puro sentimiento nacionalista, de pura dignidad patria y de mucho coraje. Cosa muy distinta ocurre con muchos dirigentes de la derecha venezolana, quienes, sin vergüenza alguna, se arrodillan ante algún funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, o del señor Almagro, Secretario general de la OEA, pidiendo a gritos que intervengan al gobierno venezolano. Le ruegan a Almagro que aplique la Carta Democrática. No tienen tapujo alguno para mal poner al país en el exterior ante cualquier mandatario de la derecha.
Admiro, desde siempre, el nacionalismo de los mexicanos. Ese fervor patrio que anidan en sus corazones, y que lo sacan, con furia, cada vez que alguien osa ofender al país, desde afuera. Mientras que me entra un gran coraje ver como venezolanos se arrastran en el exterior, acompañados de una genuflexión espantosamente traidora, orando el nombre del Presidente Nicolás Maduro, y al resto de su gobierno. Maldiciendo al chavismo y todo lo que huela a Hugo Chávez. Esa es la casta de gente que pretende gobernar este país. Esos son los "patriotas" de nuevo cuño. Esa gentuza no tiene guáramo para derrotar al chavismo. Cada día demuestran lo que son: una cuerda de dirigentes patarucos, sin fuelle para intentar derrocar al legado de Hugo Chávez. La gente exiliada en Miami, lo dicen a cada momento: "La MUD es un bastión de gusanos viejos, cansados y sin fuerza para hacer una marcha de más de tres horas. Caminan, viendo para los lados y para el cielo, y a las tres cuadras abandonan. ¿Por qué? Porque están plenos de cobardía y traición… Por eso no volverán…Se cansa uno.