Así respondió a la pregunta de sus compañeros de trabajo una joven iraní recién retornada del Líbano al país donde reside como inmigrante.
Los gobierno Israel y de los Estados Unidos han tratado de convencer a sus propios ciudadanos y al resto del mundo que Hezbolá es un grupo “terrorista” lo cual, desde su punto de vista, basta para justificar la masacre que están perpetrando en el Líbano.
Pero, nuevamente han fracasado. La disparidad del conflicto y la más que evidente agresión por parte del Gobierno y el ejército israelí, han provocado reacciones de protesta en una gran cantidad de países. Con mayor o menor fuerza, unos antes y otros después, los ciudadanos del común exigen el cese al fuego y el retiro de Israel del Líbano.
Este fracaso ante el mundo occidental refleja los cambios que está viviendo la humanidad. Durante muchos años nos han vendido la imagen del “mundo árabe” como una gran masa de personas atrasadas y fanáticas religiosas. Basta revisar cualquier texto escolar de Historia Universal de este lado del planeta para entender porqué la gran mayoría desconoce, aunque cada vez menos, la historia y la cultura de los países árabes, y su importancia para el desarrollo del mundo occidental.
Sin embargo, pareciera que los únicos que se mantienen en la ignorancia son los mismos que la han cultivado. A pesar de la guerra informativa e informática, los ciudadanos del común estamos abriendo los ojos. Condenamos el sionismo; dudamos de la versión oficial de lo ocurrido el 11 de septiembre, utilizado como excusa para apropiarse por la fuerza de los recursos de Afganistán e Irak y para posesionarse en el Medio Oriente; nos reímos de las pretensiones de Bush de llevar la cultura a un pueblo hijo de una cultura de riqueza espiritual, intelectual y artística inigualable; rechazamos el trato discriminatorio y las agresiones a que han sido sometidos los palestinos y no aceptamos ninguna justificación de la agresión israelí.
Gracias al descaro de la voracidad imperialista, al increíble pensamiento torpe y reduccionista de sus voceros y al obvio empantanamiento de la potencia más grande del mundo en los países invadidos, un número creciente de personas nos hemos visto en la necesidad de buscar fuentes alternativas de información para tratar de entender lo que realmente sucede.
Hemos observado cómo los Estados Unidos y las Naciones Unidas, luego de haber obligado a los palestinos a ir a elecciones, ahora rechazan a Hamas porque no le conviene a los intereses del gran capital. Sabemos que el gobierno israelí no actúa solo y que su potencial bélico responde a la estrategia expansionista del imperio en la zona y nos hemos enterado que Hezbolá, no sólo no es un grupo de terroristas sino que es un partido que cuenta con gran apoyo de la población, especialmente de los chií, una de las más pobres e la región. Hezbolá es un movimiento de legítima resistencia que forma parte de la coalición de Gobierno, cuenta con representación en el Parlamento libanés, ha desarrollado proyectos económicos y de infraestructura y ha construido una red hospitalaria y de otros servicios básicos para atender a las comunidades de menores recursos.
No pretendo afirmar que los occidentales entendemos de un todo lo que sucede en el medio oriente, pero sí que cada vez entendemos un poquito más. Por eso con toda humildad propongo que nos sumemos al sentimiento de mi amiga y no dudemos en afirmar con ella Hezbollah Somos Todos
mariadela@cantv.net
agosto de 2006