Nuestro Libertador Simón Bolívar sostuvo, con esa vehemencia que lo caracterizó, que: "El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política", sin embargo, como es sabido, la muerte prematura de nuestro máximo héroe, Simón Bolívar, le impidió poner en práctica aquel sistema de gobierno. Pero hoy la forma de conseguir para Venezuela se estabilice un gobierno de tal particularidad, radica en el triunfo definitivo de la REVOLUCIÓN BOLÍVARIANA. Sabemos que los líderes que conducen esta revolución bolivariana, por su mística y compromiso histórico, aprendido del mentor moderno de aquel sistema de gobierno, el comandante Hugo Chávez Frías, seguro no desmayaran ni se acobardarán para llevar adelante su legado, por lo que pronto se verá lo que significa el logro de la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo. Pero ahora continuemos con el tema que tratamos en los 3 artículos anteriores. Veamos.
Para el venezolano Dr. Caldera Rodríguez, "la relación Norte-Sur es una relación política. * Su línea divisoria está en la frontera entre Méjico y los Estados Unidos. Norteamérica es la región constituida por los Estados Unidos y Canadá y Suramérica, la región comprendida desde Méjico hasta el Polo Sur" Si se aceptase definitivamente la participación del continente americano en estas dos grandes porciones, se podría volver a usar con propiedad la locución Suramericano empleada por los líderes de la Emancipación a comienzos del siglo XIX, y así se salvarían dificultades que hasta ahora no han podido ser resueltas. En ausencia de una expresión que de sentido histórico y amplitud geográfica que sea fiel reflejo de un común anhelo, seguirá vigente la controversia y la pluralidad de designaciones. De ahí la necesidad de esclarecer el radio de acción y alcance de los movimientos integracionistas surgidos al sur del Río Grande. Actualmente el término Latinoamérica implica un sentido de supra nacionalidad, dicho sentido supra nacional confluye en diferentes iniciativas comunes que tienden a la formación de organismos políticos que la articulen, como lo es la Comunidad Sudamericana de Naciones.
PANAMERICANO: Etimológicamente panamericanismo significa "una sola unidad de toda América", a través de esta idea los Estados Unidos persigue dar sustento a sus vínculos con toda la extensa región situada al Sur del Río Grande. De la misma manera en que algunas décadas antes Francia había acuñado el término América Latina para justificar su proyección sobre la América Ibérica, Washington D.C. recurre otra vez a este término con iguales propósitos; proyectarse sobre los pueblos de habla hispana. Con el Panamericanismo se ha buscado encontrar sus raíces en dos factores: Primero, de naturaleza geográfica y segundo, de naturaleza histórica. El geográfico es obvio en sí mismo y responde a la realidad de este Continente situado entre dos océanos, Atlántico y Pacífico; descubierto por Colón. El histórico alude a la condición de civilizaciones trasplantadas desde el otro lado del océano y que comparten la América anglosajona y la América Ibérica. Intelectuales Latinoamericanos como Darío, Martí, Montalvo, Rodó, o Ugarte, vieron con suspicacia el surgimiento de la idea panamericanista, sin embargo, la misma se afianza como justificación conceptual a una interrelación política y comercial cada vez más dinámica. En 1910 Buenos Aires fue la sede de la IV Conferencia Panamericana, es allí donde surge la denominación Unión Panamericana y se formaliza la creación de un órgano permanente con sede en Washington D.C. La tesis según la cual las ideas de unidad difundidas y defendidas por algunos de sus asistentes a la IV Conferencia involucran a toda la América, incluyendo a los Estados Unidos y Canadá. Más que el origen etimológico y el alcance de su significación interesa averiguar el acierto de las distintas interpretaciones atribuidas a dicha expresión, usada por primera vez en debates periodísticos durante la celebración de la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington D.C. entre 1889 y 1890.