Dicen con toda razón que "lo bueno para el pavo lo es para la pava". Igual sucede si se trata de un cerdo o una cerda. Para un sancocho de pescado, da igual si es mero, jurel o cojinúa. En este último caso, el principiante no tiene más nada que hacer sino buscar la letra de la canción "El sancocho" de Luis Mariano y la usa como receta. Pues es, aparte de una excelente canción, una receta culinaria oriental. Eso solía decirlo el propio gran maestro de Canchunchú.
Desde que cayeron los precios del petróleo, aparte de la guerra económica que es cierta, porque el equipo contrario hace lo que le corresponde, intenta impedir que le metan carreras, quienes gobiernan se excusan en "se agotó el modelo petrolero". Con lo que nos dicen que antes estaba no sólo vigente sino de rechupete, gordo, rozagante hasta que los precios del petróleo se vinieron a pique después de haber montado la montaña de más de cien dólares. Ellos, quienes montaron la fiesta o para mejor decirlo el modelo de gastar o invertir sin freno y repartiendo como si se tratase de la salida de un bautizo en el cual el padrino reparte "mariquitas" a diestra y siniestra, viendo la botija vacía pero mucho más manos extendidas y bocas abiertas y preñados de deudas los repartidores, para justificar sus manos vacías hablaron que había muerto alguien y le llamaron rentismo petrolero. Pero el tipo no está muerto, ni tampoco de parranda, está allí esperando una seña como la reactivación de una producción que se vino apique desde el 2010 o la entrada en juego del "Arco Minero". Porque los precios han subido paulatinamente, ahorita mismo pasaron la raya de los 50 dólares que es bastante, sobre todo si tomamos en cuenta que cuando Chávez llegó a Miraflores estaban en siete. Más si a los motores de Maduro, que creo van por 15, no se les escucha el runruneo.
Entonces si uno da como explicación que perdemos el juego porque el contrario mete carrera que jode y nosotros somos puro ponche y errores o porque se agotó el "Modelo Rentista", tendría razón Rajoy sise justifica lo que hizo el domingo con Franco, cuando repartió plan y garrote al por mayor entre los catalanes, por el solo hecho de querer hacer una consulta electoral como esa hecha hace poco por los opositores de aquí que llamaron Plebiscito, y también con el rey de ahorita, al padre de este, el "abdicado" por falta de equilibrio, el matador de elefantes amarrados y hasta a los árabes que asediaban a lo que hoy es España, tanto como para obligar a los antiguos monarcas a un amarre que ahora se revienta. Lo único censurable en Rajoy no sería haber hecho lo del domingo, que si quiere es una pendejada pensando en lo que hubiera hecho Franco, pues trata de mantener vivo lo que le dieron en resguardo, sino haber formado un escándalo por todos los medios, hasta cuando se entrevistó con Trump, tres días antes del acto de Cataluña, para reclamar que Maduro, en vista de los resultados de aquella consulta opositora venezolana, de la cual él mismo no sabe los resultados porque la MUD quemó todas las pruebas, entregase el mando a quien decidiesen quizás Ramos Allup y Julio Borges. En esto si es verdad que no le acompaño, por aquello de lo que es igual no es trampa, si tomamos las cosas tal como él mismo las maneja. Si aceptó como limpio, valedero y democrático lo que acá hizo la MUD, tanto que lo considera vinculante como para pedir a Maduro que se vaya, por qué no hace lo mismo, visto resultados tan contundentes, puestos a la vista de todo el mundo, según los cuales más del 92 por ciento de los catalanes no quieren monarquía, sujeción a España y mucho menos al señor Rajoy, que es lo mismo que Franco. Hasta aquí estoy en desacuerdo con Rajoy.
Pero si le doy valor a la explicación según la cual estamos como estamos, casi absolutamente, sin necesidad de revisar ni criticar, todo lo que es necesario hacer, por culpa del agotamiento del modelo petrolero y la guerra económica – el orden no lo sé, pues sus autores le dan el que le conviene en cada caso -, tendría que exculpar al señor Rajoy, no en cuanto a negarle el derecho a los catalanes, sino en el hacer lo que hace; es su herencia. Eso que pasó el domingo no es culpa suya. Habría que ir al fondo de la historia, de cuando España no era España, sino una serie de decadentes reinos dispersos y en su mayoría caídos o cayendo bajo el dominio árabe. Donde cada pueblo tenía su historia, lengua, costumbres y su todo, por eso, pese culminado el proceso de reunificación y hasta los esfuerzos del "Cid campeador", mantuvieron esas diferencias, lenguas y autonomías.
Franco se aprovechó de los resultados de la guerra civil e impuso su unidad por arriba, como para que no se viesen las grietas allá abajo y con brutalidad y represión logró la "unidad" que muchos españoles se creyeron. Es frecuente escuchar a canarios, gallegos y catalanes referirse a "ellos", cuando hacen alusión a quienes califican propiamente como españoles. Tanto que Franco, antes de morir, dispuso se trajese un personaje anodino, tanto que hasta bebe por demás "encapillao", a quien mantuvo abrigado y protegido allá por Francia y lo hizo rey justificándole en el viejo status y por ser hijo de su padre, el auténtico heredero, pero ajeno al gusto suyo, el "benemérito de España por la gracia de Dios".
Aquella "unidad española", la de los viejos tiempos, nació de acuerdos convencionales entre los decadentes monarcas, como el matrimonio entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. Más interesados en contener a los árabes lanzados sobre Europa. La "sublevación" de Cataluña, el reclamo de su independencia, no es resultado de una maniobra artera u oscura como la que dio origen al desprendimiento de Panamá de Colombia, urdida por los gringos. Tampoco con el despojo que EEUU hizo de México a quien robó gran parte de territorio. Menos con la disolución de La Gran Colombia. Nada tiene que ver con el oscuro proyecto que los mismos manejan entre bastidores y rincones malolientes con respecto a Venezuela y en el pasado reciente sacaron en Bolivia. Pues la unidad nuestra es real, fundada en muchas cosas, como una guerra larga y cruenta por la independencia donde las provincias todas y sus soldados compartieron por igual las dificultades. El llegar a Carabobo con un ejército que fue la síntesis de la venezolanidad y todavía pudieron salir juntos hasta el sur.
El rey de España, porque debe quedar claro que la solicitud de independencia de Cataluña implicaría la entrada de ese espacio en un nuevo orden, como una República, lo primero es eso, sería muy afectado en su poder, prestigio (¿¿??) y hasta ego. Cataluña asume su independencia y se desprende de España y la monarquía. Entonces, antes que Rajoy, hay otro culpable o responsable de todo; empezando por los abusos del domingo, el rey de España. ¿No leímos acaso el comunicado o mejor "bando real", en el cual se cuenta lo del domingo al revés, donde la población catalana que salió simplemente a expresar su opinión sobre su destino y futuro, fue apostrofada y acusada de arremeter contra las fuerzas policiales enviadas del territorio español a intervenir en Cataluña? Pero según ese bando, fueron los catalanes quienes atropellaron al cuerpo policial del monarca y de España. ¡El mundo al revés! Claro, porque el primer culpable de ahora es el rey, por usurpador. ¡Cuánto se parece un sancocho a otro! No importa el pescado.
Entonces viendo así la historia, Rajoy no tiene la culpa. Es sólo un simple ejecutor, hasta como un pelele, puesto allí por los avatares de aquella. Pero lamentablemente está allí haciendo lo que le corresponde hacer y eso lo decidió él. Pudo haber hecho otra cosa y no. Pues que pague las culpas aunque no sean suyas.
Puede que el rentismo petrolero tenga la culpa o sirva para explicar la tragedia esta que nos mata, porque por él tenemos "la empalizá en el suelo"; pero quienes debieron someter al rentismo o mejor soltar las otras fuerzas y no lo hicieron cuando era y prioritario, que fue antes porque hay un antes que el de ahora, también como Rajoy, tienen la culpa. ¡Y quién debe sus cuentas que las pague!