Unos 40 años atrás todavía Colombia protegía[1] su industria nacional, al punto de que fuimos importadores de buena parte de ropa, perfumes, café, tabaco, cosméticos y de otros bienes importados por Colombia a precios muy inferiores a los que reinaban en Venezuela.
Esas exportaciones colombianas eran favorecidas por la mejor paridad cambiaria que tenía el bolívar frente al peso. Cierto que Colombia drenaba nuestra plata y luego nuestro níquel amonedados para acuñar sus pesos metálicos, tal vez, como forma compensatoria de esa desventaja monetaria, pero nuestras importaciones de ese país contribuyó en mucho a su desarrollo industrial y freno del nuestro.. Nadie chistaba, nadie decía nada.
Hoy pareciera que somos nosotros quienes estamos protegiendo nuestra industria nacional, sólo que lo hacemos dándole dólares baratos al capitalista parasitario nuestro que por nada ha sabido desarrollar la industria nacional, y dudamos que lo haga a estas alturas.
La política de subsidio directo al bolsillo de los importadores, unos como fabricantes y otros como intermediarios, ha resultado un fracaso, más bien contraproducente. Afortunadamente, el gobierno ha reaccionado frenando semejantes ayudas en dólares y estimulando la producción agrícola y metalmecánica para abastecer los CLAP y la pequeña y mediana industria para de esa manera ir sacando del juego al comerciante especulador y parasitario.
Colombia, que aparece como gran beneficiaria y copartícipe de la especulación nuestra, de los subsidios otorgados a fabricantes e importadores en general y de la pasividad que ha demostrado el gobierno nacional frente a los abusos de las fronteras con ese país, Colombia, decimos, más pronto que tarde sufrirá una crisis de abastecimiento que nos pondrá en ventaja ya que, según lo estamos comentando, ya Colombia dejó de proteger su industria nacional y ha convertido a sus ex fabricantes y comerciantes en tremendos parásitos importadores de gasolina contrabandeada y de otras mercancías de nuestro país sin mayores esfuerzos industriales. Hoy dispone de una empresariado meramente rentista.
[1] El proteccionismo se reduce básicamente a evitar las exportaciones d materias primas que pudieran usarla los importadores para su propio desarrollo y competir con nuestros productos terminados o dejar de importarlos de nuestro país.