Franqueza, cortesía y hasta ingenuidad han sido las notas de la política del gobierno del Presidente Hugo Chávez hacia Colombia y su gobierno, no obstante la disparidad de las filosofías políticas que sustentan los dos Estados, de izquierda una, fascista, la otra.
Aun así, simulación, hipocresía, sabotaje, injerencia y traición han sido la respuesta de Bogotá a Caracas. Infiltración de paramilitares, campañas de desprestigio contra la revolución bolivariana patrocinadas por el actual Ministro de Defensa J.M. Santos desde El Tiempo y el tóxico mediatico, planes del DAS para asesinar a Chávez, protección al golpista Carmona en Bogotá, firma de TLC para inundar a Venezuela de mercaderías gringas y participación en el magnicidio del Fiscal Anderson, son los hechos mas relevantes de la permanente hostilidad derechista colombiana contra la Patria de Bolívar y su lucha por el Socialismo, en cumplimiento de los planes de Washington.
Y muy a pesar de tan deleznable conducta, desde Miraflores se respetan sagradamente convenios comerciales de un intercambio binacional que alcanza los 3000 millones de dólares, se pactan gasoductos y poliductos y se hacen acuerdos para mejorar las condiciones de seguridad de una frontera de 2000 kilómetros de extensión.
Pero el voto cantado de Uribe Velez en Naciones Unidas con muy débiles argumentos a favor de Guatemala, el candidato de Mister Bush, y en contra de Venezuela, en su aspiración por ocupar un cargo en el Consejo de Seguridad de la ONU, es ya la tapa de la felonía y fechoría.
Es lo máximo del quitacolumnismo internacional.
Abstenerse es lo mínimo que deberian hacer.
Es una grosera traición. Venezuela siempre ha estado del lado de Colombia en todas sus aspiraciones internacionales, durante el último medio siglo. Y siempre Colombia, hay que decirlo, ha secundado los propósitos venezolanos en el concierto mundial. Solo que ahora, un lacayo imperialista como Uribe Vélez, putrefacto excremento paramilitar, ejecutor irrestricto de la rapacidad gringa, es el principal invitado en todas las asonadas mundiales del unilateralismo bushiano, como en Irak.
En momentos en que el Presidente Chávez, el Estado Bolivariano y la Cancillería Venezolana, protagonizan uno de los más brillantes liderazgos en el ámbito internacional, signado por un multilateralismo emergente, para defender los derechos de los pueblos y enfrentar la arbitrariedad imperialista, y en que se dan profundos cambios en la geopolítica latinoamericana por el papel de Brasil, Venezuela y Argentina, aparece este mandadero como el mas servil de los lacayos de una violenta potencia capitalista que mancilla sin limites la soberanía e independencia del resto de naciones.
Pero así son las cosas para que no se hagan ilusiones por Caracas. Así es que paga el sirviente del diablo (con azufre) a quien bien le sirve. Para que tomen nota en Miraflores porque los pueblos ya sabemos a que atenernos. Nuestra solidaridad con el presidente Chávez y al revolución bolivariana que busca el Socialismo, es irrestricta.
Cucuta, 21 de septiembre de 2006.
