Lula: el discurso de la redención

La jauría de la derecha brasileña en contubernio con la internacional quiere acabar con la figura de un hombre de sueños y realizaciones, con el propósito de revertir un proyecto de emancipación popular.

Luiz Inácio Lula da Silva, conocido como Lula da Silva, fue presidente de la República Federativa de Brasil entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de diciembre de 2010 y hoy el hombre más popular de Brasil y noticia mundial.

El sábado 7 de abril de este mismo año, en Sao Bernardo do Campo, Lula da Silva realizó un discurso histórico, antes de presentarse ante la Policía Federal para cumplir la orden de detención, sin prueba alguna, del juez Sérgio Moro.

De ese discurso, construido de lo más hondo de sus sentimientos, espontáneo, claro y directo, haremos una suerte de análisis e interpretación.

Un soñador

Habla Lula:

"Hace mucho tiempo atrás soñé que era posible gobernar este país involucrando a millones y millones de personas pobres en la economía, llevando a millones de personas a las universidades, creando millones y millones de empleos en este país, (…), soñé que era posible que un metalúrgico, sin diploma universitario, se preocupe más por la educación que los diplomados y concursados que gobernaron este país y cuidaron de la educación. Soñé que era posible que disminuyamos la mortalidad infantil llevando leche, frijoles y arroz para que los niños pudieran comer todos los días. Soñé que era posible tomar a los estudiantes de la periferia y ponerlos en las mejores universidades de este país para que no tengamos jueces y fiscales solo de la élite".

En estas palabras encontramos a un Quijote en su afán de "socorrer a los débiles y vengar a los oprimidos". Afirmamos que Lula ha sido un emprendedor con espíritu audaz y un convencido de que "el mal y el bien" no son eternos. Ni el uno ni el otro duran mucho.

"Cometí ese crimen".

El mismo Lula se califica de "criminal" por cuanto logró "colocar pobres en la universidad, negros en la universidad, que los pobres coman carne, compren autos, viajen en avión, que los pobres hagan su pequeña agricultura, sean micro emprendedores, tengan su casa propia".

Pero no sólo dice que fue un "criminal" por esa política sino que lo continuará siendo y con optimismo sostiene:

"Compañeros, voy a decirles algo. Ustedes van a percibir que voy a salir de esta situación mucho mayor, más fuerte, más verdadero, e inocente, porque quiero probar que ellos son los que cometieron un crimen, el crimen político de perseguir a un hombre que tiene 50 años de historia política, por mi historia estoy muy agradecido. No tengo como pagar la gratitud, el afecto y el respeto que ustedes me dedicaron durante todos esos años".

La historia indica que a los líderes que osan proclamar que los pueblos deben transitar por la senda de la justicia, la equidad, la soberanía y la dignidad, se les descalifica y se les acusa de criminal.

Una justicia de clase y el papel de los medios de comunicación.

Los dos períodos gubernamentales de Lula, pese a los esfuerzos realizados, no revirtieron una realidad en Brasil. La justicia se aplica sólo para los pobres y la mayoría de los medios de comunicación son tribunales que condenan o absuelven según sus intereses.

Asi lo reconoce el mismo expresidente cuando dice:

"No piensen que estoy contra la Lava Jato, no. La Lava Jato, si atrapa bandidos, tiene que atrapar bandidos, que robaron y prenderlos. Todos nosotros queremos eso. Todos nosotros decíamos toda la vida: "Solo prende pobres, no prende ricos". Todos nosotros lo decíamos. Y yo quiero que continúe prendiendo ricos. Ahora ¿cuál es el problema? Es que usted no puede hacer juicios subordinados a la prensa. Porque en el fondo (…) usted destruye a las personas en la sociedad, la imagen de las personas y después los jueces van a juzgar y van a decir "no puedo ir contra la opinión pública que nos está pidiendo cazarlos.

Usted no puede condenar a una persona a través de la prensa para después juzgarla

Pues bien, pienso que tanto el TRF4 como Moro, la [Operación] Lava Jato y la Red Globo, tienen un sueño de consumo. El sueño de consumo es que, en primer lugar, el golpe, no terminó con la [destitución de] Dilma. El golpe solo va a concluir cuando ellos consigan que Lula no pueda ser candidato a la presidencia de la República en 2018 (…), no quieren a Lula de nuevo en la presidencia porque para ellos los pobres no pueden tener derechos. El pobre no puede comer carne de primera, no puede viajar en avión. No puede ir a la universidad. El pobre nació, según la lógica de ellos, para comer y tener cosas de segunda categoría.

El otro sueño de consumo que tienen es la fotografía de Lula arrestado. Ah, me imagino la excitación de la [revista] Veja poniendo mi fotografía encarcelado en la portada. Van a tener orgasmos múltiples".

En estos momentos, donde la posverdad y las "fake news" son las que predominan a través de las redes sociales, el sueño de consumo se hace cotidiano y Lula lo vive en carne propia.

Una idea hecho pueblo

En Venezuela el Presidente Chávez dejó sembrada la idea de que Chávez se transmutó y convirtió en pueblo.

Ahora, en las circunstancias actuales, el expresidente Lula nos habla de lo mismo.

"…ellos creyeren que todo acabará cuando Lula sufra un infarto, eso es una tontería, porque mi corazón latirá en los corazones de ustedes, son millones de corazones brasileños.

No vale la pena, ellos creyeren que van a detenerme, no voy a parar porque soy solo un ser humano, soy una idea, una idea mezclada con las ideas de ustedes, tengo la certeza de que los compañeros como los Sin Tierra, los Sin Techo, los compañeros de la Central Única de Trabajadores (CUT) y del movimiento sindical saben, y esta es una prueba, yo cumpliré la orden y ustedes tendrán que transformarse, cada uno de ustedes, no se llamarán Panchito, Pepito, Juanito y Albertito... todos ustedes, de ahora en adelante, todos se convertirán en Lula y van a recorrer haciendo lo que tienen que hacer, todos los días! ¡Todos los días!".

Nunca podrán detener la primavera

Como hombre de compromiso con el pueblo del Brasil, rechazó el asilo o la huida para otro país.

"Compañeros, he tenido la oportunidad, ahora cuando estaba en Uruguay, en la frontera entre Livramento y Rivera, las personas decían "oye, Lula, usted finja que va a comprar un ‘whiskicito’ y se va a Uruguay con Pepe Mujica, y no vuelve más a Brasil, pida asilo político. Usted también puede ir a la embajada de Bolivia, de Uruguay, de Rusia y desde allá usted sigue hablando. No estoy escondido, voy hasta allá para que sepan que no tengo miedo, que no voy a huir, para que sepan que probaré mi inocencia. Y que ellos hagan lo que quieran. Voy a citar una frase que escuché a una niña de 10 años en [la ciudad de] Catanduva en 1982, esta frase no tiene un autor. Los poderosos pueden matar una, dos o tres rosas, pero nunca podrán detener la primavera".

La inteligencia

También dirige su discurso a quienes desde las élites de la "inteligencia" reniegan de su condición de obrero metalúrgico y al respecto dice:

"Quiero que sepan que tengo mucho orgullo (…) de haber sido el presidente de la República que creó más universidades en la historia de este país para mostrar a esa gente que no confunda inteligencia con la cantidad de años en la escuela, eso no es inteligencia, es conocimiento. Inteligencia es cuando usted tiene un lado, inteligencia es cuando usted no tiene miedo de discutir con los compañeros cuáles son las prioridades, y la prioridad es garantizar que este país vuelva a tener una ciudadanía"

Los amigos

En los momentos que está viviendo Lula, donde se han desatado las deslealtades y se restean los verdaderos amigos, es bueno citar estas palabras:

"Yo sé quiénes son mis amigos eternos y quien son amigos eventuales. Los que llevan corbatas, que me buscaban, ahora desaparecieron. Y quiénes están conmigo son mis amigos de antes de que fuera presidente de la República. Son aquellos que comían rabo de buey conmigo en [el bar de] Zelão, que comían polenta con pollo en Demarchi, que tomaban ‘mocotó’ en Zelão, esos siguen siendo mis amigos. Son aquellos que tienen el coraje de invadir terrenos para construir viviendas, son los que tienen el coraje de organizar una huelga contra la reforma de las pensiones, son aquellos que ocupan el campo para crear haciendas productivas, que necesitan del Estado".

Conclusión

La experiencia que se vive en Brasil y en particular lo que ocurre con el PT y su máximo líder Luiz Inácio Lula da Silva, nos deja varias enseñanza que son buenas compartir.

1. El gran revolucionario Antonio Gramsci nos invita constantemente a ver a la sociedad con los elementos que favorecen o desfavorecen nuestro punto de vista y nuestras posibilidades de triunfo. Gramsci hace hincapié en que para comprender y construir nuestra estrategia, hay que comprender cuál es, cómo desarrolla y construye la suya el enemigo político, sino es imposible vencer, al menos, en una sociedad compleja- Si no se tiene comprensión de esa estrategia es porque se carece de una propia. Porque desde el lugar de la contrahegemonía, debe entenderse de qué manera están desplegados los inmensos recursos que se tienen enfrente. Hay que conquistar a la clase obrera ciertamente, pero también debe conquistarse a otros grupos sociales. Para ello Gramsci habla de la hegemonía cuando: "un grupo se vuelve realmente consciente de sí mismo, compacto y entiende que debe superar el plano de sus intereses corporativos para extenderse sobre los intereses de otros grupos sociales".

2. El liderazgo progresista y revolucionario debe saber vincular dialécticamente el entusiasmo y una idea fija, casi pensada como fuerza propia que conduce a su realización, ("optimismo de la voluntad") con las grandes dificultades que ofrecen los proyectos ("pesimismo de la inteligencia"). De lo contrario, la fuerza de la iniciativa se pierde o se vuelve en contra si no se encuentra un cause delimitado por las circunstancias. En otras palabras, la imaginación con el realismo político.

3. Entender que cuando la derecha está en una nueva toma de posiciones, buscará destruir las bases democráticas de las sociedades para impedir cualquier intento futuro de reeditar gobiernos progresistas, populares o revolucionarios en América Latina y El Caribe. Para ello no están solos, cuentan con el apoyo imperial del Norte, de las instituciones del poder global del capital y de sus cañoneras mediáticas locales y globales.

4. Se debe rechazar el discurso de la alternabilidad o el discurso liberal que la derecha hoy en día vende y que compran muchos sectores sociales, particularmente de las llamadas clases medias, que ya existían, y, de las nuevas clases medias, cooptadas por las políticas sociales aplicadas por gobiernos progresistas o posneoliberales.

5. La guerra de posiciones en Nuestra América conduce a las fuerzas de izquierda, tanto las revolucionarias como las reformistas, a tener conciencia del momento histórico. En este sentido debe tenerse claro que llegar al gobierno no supone tener el poder, y que una vez llegado hay que enfrentar una guerra de posiciones con el poder ejercido por las burguesías nacionales e internacionales desde sus atalayas económicas o mediáticas.

6. Para conservar lo conquistado y sostener los procesos de cambios es necesario profundizarlos, radicalizarlos. Y esto no se logra con acuerdos de cúpulas ni buscando alianzas con sectores del poder opuestos a los cambios; el ejemplo de Brasil es muy elocuente al respecto.

7. Es necesario tener claro el desarrollo de una guerra mediática por parte de la derecha, nacional e internacional, para conquistar y anestesiar las mentes del "gran público". Por tanto, la batalla de ideas constituye una de las disputas centrales de las luchas políticas de nuestro tiempo.

8. Como lo dijo la militante social, Isabel Rauber, en 2015: "el arribo de gobiernos de derecha en la región no es una simple "vuelta al pasado", tampoco responde a una "enriquecedora alternancia" de gobiernos y gobernantes. Se trata de una vuelta de hoja, un giro raizal en la orientación de los procesos emprendidos, que se produce para articular los procesos locales con las necesidades hegemónicas y lógicas del poder global del capital: saqueo, dominación y muerte… Es importante no subestimarlo. Y preparar las nuevas resistencias anclándolas en la coordinación y unidad a partir de la participación articulada social y política de los sectores populares en su diversidad. A ello debe encaminarse el fortalecimiento de la formación política y de los procesos orgánicos de convergencia colectiva de organizaciones sociales y políticas hacia objetivos comunes, enmarcados en la creación y construcción colectivas de un nuevo horizonte civilizatorio".



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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