Que las palabras forman parte de la realidad duda no hay por la evidencia, eso está en las escrituras; yo no tengo competencia para valorar la letra -digamos que la "o" por lo redondo, a modo de ejemplo- y mucho menos una sarta de ellas pero si me echan el cuento sé entender un poco o, cuando menos, me aplico y hasta le saco punta al lápiz, por si acaso, antes de dictar, porque favor con favor se paga.
Vuelvo al caso y lo traigo a colación de veras, con un ejemplo pero no sin aclarar que algunas cosas son ininteligibles para mí, tal es el caso de cuando oigo hablar de dictadura en vez de dictafloja e incluive de dactilográfica, excepto que intuyo algo, eso sí.
Y, por añadidura, aparte de las palabras también creo entender algo cuando examino algunas imágenes excepcionales.
Mas, al hueso:
Está escrito que en Perú hay un cachorrito de alto pedigrí ya que es descendiente de Rintintín, un perro de alto coturno, al punto de que hasta filmó varias películas en Holliwood; en consecuencia, Krintintín tiene derecho a darse bomba, mas, no a hacer una necesaria sobre la alfombra pero el aristocrático perrito no contaba con un sagaz fotorreportero, un tal Luyz, que lo grabó y la imagen donde es llevado por su amo, a rastras, y que está en aporrea.org, es patética.
A propósito de imágenes de esa tesitura he sabido aunque sin confirmar, que hubo también otra imagen de una perrita que hizo igual aunque no sobre la alfombra sino en una avenida de "EL Cafetal" y que fue grabada por otro reportero y según las malas lenguas dicha perrita es lampiña; ignoro como pudo lograrse esa imagen pero es de suponer que tuvo que ser un fotógrafo mucho más experto que Frasso para poder precisar el delicado detalle, aunque es de especular que dicha perrita pudo haber tenido una falda anchota para que no se detectara la irregularidad de su lampiñez pero ni los perros ni las perras piensan racionalmente.
Así que, !Pobre Perrito Krintintín¡ No obstante, no hay mal que no venga por bien, así que esos muchachos que se fueron a Perú a probar fortuna tienen la posibilidad de trabajar lavando alfombras.
Otan:
Es de suponer que el fotorreportero que fotografió a la cachorrita ha debido acostarse en el suelo y disparar el clic con gran maestría.