Estados Unidos y la República Popular China, son las economías más poderosas del Mundo y desde el mes de marzo, se han ido confrontando en una dura batalla comercial, el cual están causando efectos importantes en la economía global. El Gobierno de Donald Trump, pretende aplicar "El que golpea primero golpea dos veces", todo indica que "lleva una ligera ventaja" imponiendo un aumento de aranceles a la importación de productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares.

Donald Trump, le atribuye la culpa a China de robar la propiedad intelectual de los EE. UU. (Guerra Preventiva), culpa al comercio con China por la pérdida de empleos estadounidenses en todo el Rust Belt - Manufacturing Belt (cinturón industrial), y pretende que China compre más productos estadounidenses. El gobierno de los EEUU, se creen dueños del mundo y resulta que están bien equivocados.

Golpear a China comercialmente seria efectivamente levantar un muro comercial en el Pacífico. Los aranceles automáticamente harían lo mismo a través del Atlántico, mientras que el abandono del TLCAN rompería los lazos económicos con el resto de América del Norte. Sin Embargo, todas estas medidas pueden interrumpir los mercados y obstaculizar el comercio en ambos países.

El Gobierno estadounidense ha tomado decisiones unilaterales y proteccionistas; la decisión viola los propios compromisos y se toma al margen de la misma Organización Mundial del Comercio (OMC), pone una amenaza a los mecanismo del comercio mundial, utilizando su Poder en impacto económico global para negar las reglas comerciales multilaterales acordadas por la comunidad internacional. Su unilateral proteccionismo comercial perjudica el orden internacional y las normas comerciales, algunas de esas acusaciones son infundadas y sus acciones están rompiendo con el sistema de comercio internacional.

Esa decisión no solo dificultará la cooperación económica Global, sino que también afectará las cadenas internacionales de suministro; muchas compañías y clientes se verán afectados de la lista por valor de 34.000 millones de Dólares, los cuales el 59% son exportaciones de empresas extranjeras, mientras que el 38% son para el comercio de procesamiento. No hay duda que las empresas relacionadas van a salir muy afectadas.

Al respecto, las contramedidas del Gobierno de la república Popular China contra el Gobierno Estadounidense pretenden proteger los intereses chinos, así como el de los socios comerciales. La decisión de China como país y con su economía emergente solo está a favor de los intereses comunes y con todos los países que apoyan el sistema de comercio multilateral.

Según los analistas Danielle Paquette, David J. Lynch, Emily Rauhala de Washington Post "La represalia anunciada el pasado viernes proporciona una compensación de casi $ 88 millones, mucho menos que los casi $ 538 millones que las tarifas de Trump le han costado a las compañías rusas, dijo Oreshkin. Rusia también se unió a la Unión Europea, China, India y Canadá en reclamos a la OMC sobre la acción de Estados Unidos. Aun así, Rusia no es un socio comercial superior para los Estados Unidos. El comercio total de bienes entre los países el año pasado fue de aproximadamente $ 24 mil millones, más o menos lo que los Estados Unidos y China intercambian cada dos semanas"

Esta guerra comercial entre EE. UU. Y China pone jaque a las empresas de ambos países. A pesar de la frustración con las prácticas comerciales chinas, la mayoría de las empresas estadounidenses han advertido durante meses que las amenazas comerciales de Trump pueden hacer más daño que bien.

Según el articulista Minxin Pei "Dado que un resultado casi seguro de una prolongada guerra comercial entre EE. UU. Y China es una disminución significativa de las exportaciones chinas y los ingresos en divisas, Pekín necesitará conservar sus reservas de divisas para defender su moneda y mantener su balanza de pagos. En otras palabras, China ya no puede permitirse tales costosas empresas de política exterior"

Sin Embargo, la nación asiática impuso impuestos sobre una cantidad igual de productos estadounidenses, incluidos alimentos básicos como soja, maíz, cerdo y carne de ave, una medida que el presidente Donald Trump dijo que lo obligaría a golpear a China con otra ronda de aranceles sobre hasta $ 500 mil millones en productos.

Las disputas comerciales de Trump ya han afectado a la economía global, sobre todo el agrícola y ganadero, se ven afectados por la respuesta de la Unión Europea, China, Canadá y México a las tasas de su país al acero y al aluminio. Además, la Casa Blanca amenaza con imponer aranceles a las importaciones automotrices.

Por la guerra comercial los precios están aumentando, especialmente los del acero y el aluminio, y las empresas estadounidenses ya se muestran reticentes a invertir o planean mover su producción fuera del país, para evitar represalias contra las exportaciones desde Estados Unidos. En este sentido, Esa política puede elevar precios y afectar a las cadenas de distribución internacional, ese tipo de medida las tarifas se pueden ver afectadas a exportaciones equivalentes a 75.000 millones de Dólares y ponen en riesgo miles de puestos de trabajo.

Según Barry Eichengreen "El 99,9% de los economistas cree que las guerras comerciales perjudican económicamente a los países beligerantes y que, como resultado, todos los países pierden"

En las guerras comerciales nunca existe un ganador, solo afectados y agudización de la crisis. Según la agencia Asian Review "Tesla ha aumentado los precios del Model X y del Model S en un 20 % en China, donde se ha aplicado un impuesto 'de venganza' sobre los coches importados de Estados Unidos"

China "puede aumentar sus inversiones estatales" y así apoyar su propia economía, la de sus socios y, finalmente, la global. Pero es posible que las cadenas de valor existentes se vean gravemente afectadas

Para China, esos defectos incluyen una débil red de seguridad social, que ha elevado las tasas de ahorro, y el atraso de un sistema bancario estatal que ha reducido las inversiones y enviado un exceso de ahorro al exterior.

Para los EE. UU., Por otro lado, el aumento en los gastos militares y los frecuentes recortes tributarios han creado las condiciones económicas para los déficits comerciales, y los programas de ajuste ineficaces solo han exacerbado el impacto del comercio en los empleos.

El segundo problema que empuja a los EE. UU. Y China hacia una guerra comercial es la competencia por la tecnología. Durante décadas, y especialmente desde mediados de la década de 1990, China ha hecho que la transferencia de conocimiento a través de empresas conjuntas con socios chinos sea una condición para acceder a su gran mercado.

En un artículo titulado La guerra comercial de Trump por el periódico digital el País, indica que:

"La estrategia negociadora de Trump no respeta alianzas, ni aliados, ni preocupación alguna por la estabilidad de la economía mundial. Consiste en someter a sus interlocutores a una presión continua, pero confusa no ha mucho que decretó la suspensión de la amenaza de aranceles para los productos y países que ahora acaba de castigar, con el objetivo de que reduzcan voluntariamente las exportaciones en esas negociaciones fantasmagóricas que se cierran y se abren al compás de las amenazas de Washington. Este modus operandi chantajista está al servicio de los intereses más proteccionistas de la economía estadounidense, que se identifican en buena parte con el aislacionismo internacional"

La decisión más inteligente a corto plazo que Beijing puede tomar es simplemente absorber la próxima ronda de golpes y contener sus golpes. Por ejemplo, si Washington avanza para imponer aranceles del 25% sobre 16 mil millones de Dólares de las importaciones chinas, Beijing retendría el fuego, con la esperanza de atraer a Washington a un alto el fuego, lo que a su vez podría crear una oportunidad para negociar una forma de evitar escaladas adicionales y mucho más costosas.

La razón más convincente detrás de esta estrategia de capitulación rápida es proteger la centralidad de China en la cadena de suministro de fabricación global y lo que China gana con el procesamiento de comercio es la utilización de su fuerza de trabajo de bajo costo, fábricas y algún derrame tecnológico. El comercio de procesamiento genera bajo valor agregado y rentabilidad. Por ejemplo, Foxconn, la empresa taiwanesa que ensambla iPhones en China, tuvo un margen operativo de solo 5.8% el año pasado.

Citas Electrónicas

La guerra comercial desatada por Trump causa pérdidas a agricultores de EE.UU - 15 junio 2018.https://actualidad.rt.com/video/275853-guerra-comercial-trump-perdidas-agricultores

La guerra comercial de Trump - 31 mayo 2018: https://elpais.com/elpais/2018/06/01/opinion/1527873923_507524.html

La guerra comercial de Trump contra China se hace realidad Fecha 05 de julio 2018: https://elcomercio.pe/economia/mundo/guerra-comercial-donald-trump-china-realidad-noticia-533369

Qué es una guerra comercial, cuáles son sus armas y quiénes son sus principales víctimas - 31 mayo 2018 : http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-43309754

Defusing the trade conflict between the U.S. and China: Artículo escrito por WING THYE WOO - 4 de julio 2018 : https://www.japantimes.co.jp/opinion/2018/07/04/commentary/world-commentary/defusing-trade-conflict-u-s-china/#.W0TM-9VKiM9

'We are forced to retaliate,' China says after Trump's tariffs take effect, Danielle Paquette, David J. Lynch, Emily Rauhala – 6 de julio 2018 - http://www.chicagotribune.com/business/ct-us-china-tariffs-trade-war-20180706-story.html

Why Trump's trade war makes sense — if you're Trump· CBC News – 07 de julio 2018: https://www.cbc.ca/news/business/trump-china-trade-war-1.4735828

Xi risks losing face in a trade war with Trump - Minxin Pei, de fecha 09 Julio 2018 https://asia.nikkei.com/Opinion/Xi-risks-losing-face-in-a-trade-war-with-Trump