Nelson Mandela, es el sudafricano más universal. Su epopeya por la liberación integral de Sudáfrica permeó a todo el orbe. Su historia general es ampliamente conocida por las últimas generaciones. Cada quien sabe de sus largo años de cárcel por su pensamiento y lucha contra la segregación racial.
De verdad es impresionante que un ser humano en vida pueda incidir en otros cientos de millones como lo hizo Madiba. Menos desde el encierro en una prisión.
Para cambiar al mundo, es un axioma que primero hay que cambiarse a sí mismo y luego al entorno cercano. Mandela lo hizo consigo mismo y su energía llegó hasta conmover a sus propios carceleros. Siendo un icono mundial, sus propios detractores, los que hasta lo colocaron en la lista de los terroristas más buscado, intentaron transformar su imagen de hombre progresista, de izquierda en una especie de símbolo vacío, sin contenido político, casi que la de un religioso aislado.
No fueron 27 años en un claustro religioso. Fueron años de lucha de una trinchera obligada. Su actividad política le dio cohesión al partido Congreso Nacional Africano, en la convicción de que al tomar el poder político sería necesario un partido con capacidad y equipos formados para la mejor conducción de la Patria Refundada. Mandela, escogió como modus operandi la desobediencia civil que implementa desde 1952. En ella se inspirarían para en convocar el Congreso del Pueblo de 1955 y que este adoptará la "Carta de la Libertad" programa principal en la causa contra el apartheid. Reclamaba la tierra para todas las personas, reducción de la jornada laboral, salario justo, educación gratuita y obligatoria. La dirigencia del CNA se inscribía, y con ella Mandela, en el movimiento panafricanista, socialista y del Sur que contaba entre otros con Krugma (Ghana), Toure (Guinea), Nasser (Egipto), Keita (Mali), Cabral (Cabo Verde y Guinea Bissau), Neto (Angola), Machell y Modlane (Mozambique), Mugabe (Zimbawe), Kouda (Zambia), Kama (Bostwana, Neyere (Tanzania). El apoyo de los gobiernos de esos líderes sería vital para el movimiento de liberación sudafricano.
El Mandela que recordamos es ese, el de las causas por una humanidad justa, igualitaria y en libertad.
@bolivarreinaldo