Con toda seguridad que las personas que quisieron mejorar la calidad de vida social para su propia persona, familiares, amigos y gente en general, sin dejar por fuera a ningún ser humano, pensaron estaban aportando lo mejor de sí para que cada persona disfrutara de una vida digna y evitar ser vejada por otro ser humano, por ello fue que se reunieron para crear unas normas de comportamiento para la gente violenta e irrespetuosa de los derechos de las otras personas. Al tener en el mundo entero un mejor sistema donde la persona fuera estimada sin importar su color, religión, condición social, nivel de educación e instrucción, el mundo marcharía muchísimo mejor que antes, tiempo anterior en el cual se vivió las atrocidades de guerra entre pueblos vecinos causados por la desmedida ambición de algunos gobernantes que querían apropiarse de las riquezas de otros pueblos. Es de suponer que al principio y, por algún tiempo, antes de sobrevenir la primera guerra mundial del 28 de julio de 1914 al 11 de noviembre de 1918, los gobernantes belicosos trataron de cumplir con lo que habían suscrito los franceses sobre la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano aquel 26 de agosto de 1789, pero no, la envidia, la maldad y las apetencias desmedidas de personas, que podrían calificarse de inhumanas, hacen reaparecer otra gran guerra, la triste y vergonzante segunda guerra mundial, que dura desde el 1 de septiembre de 1939 al 2 de septiembre de 1945.
De manera, pues, que los políticos ejerciendo los gobiernos no obedecieron, ni obedecen, a la voz de su presumible cordura, significando ésto que en el mundo existen políticos que no son humanos, que no piensan ni les importa lo que pueda sufrir la humanidad, pues solo están pendientes de sus planes de dominación a los pueblos del mundo. Así, pero en menor escala, y solo involucrando individualidades, pasa con los llamados Códigos de Ética de los egresados universitarios, al comienzo de sus carreras profesionales prometen cumplir con una serie de normas morales, pero a medida que transcurre el tiempo van violando uno y otro y otro precepto de los que juraron cumplir, y todo debido a la apetencia desmedida de sacar el mejor provecho en dinero de aquella persona que confió en su ética, pero que fue vilmente engañada por alguien que ejecutaba el libre ejercicio de su profesión. La Organización de los Estados Americanos, OEA, es una organización internacional panamericanista de ámbito regional y continental creada el 30 de abril de 1948 en Bogotá, Colombia, con el objetivo de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de América. Pocos días antes de aquella Asamblea de Estados Americanos asesinaban al colombiano Jorge Eliécer Gaitán, en la propia ciudad de Bogotá, el 9 de abril de 1948, un político sincero que tenía franca oportunidad de ganar las elecciones presidenciales de la sufrida República de Colombia, nación que desde hace casi 200 años ha estado gobernada por personas que pertenecen a los partidos políticos de la derecha, que entre su más elevado concepto político es el ser anti pueblo.
La Asamblea Internacional Americana reunida con la presencia de 21 representantes de diversos países en Bogotá, Colombia, en 1948, adoptó una Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, establece la Carta de la Organización de los Estados Americanos y aprueba el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto de Bogotá) Más tarde, ampliando y modificando algunos artículos, fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas reunida en París el 10 de diciembre de 1948. De todos modos, aun sabiendo que la invocación de los Derechos Humanos en boca de los políticos gobernantes bribones de naciones poderosas, es algo fantasioso, es una mentira continuada, haremos la citación uno por uno de los artículos aprobados en esa Declaración. En próximos escritos aparecerán publicados en aporrea.org los 30 artículos de los que consta la vigente Declaración Universal de los Derechos Humanos.