Viendo las imágenes de la señora Juanita Fitzgerald, una anciana de 93años detenida en su casa, esposada y trasladada a la cárcel del Condado Lake con uniforme de preso color naranja porque no había pagado los últimos 3 meses de alquiler de su apartamento en Eusti Florida, y las imágenes de una cantidad de niños separados de sus padres y enjaulados como animales por el delito de ser hijos de migrantes, amén (así sea),como las imágenes de los miles de migrantes forzados que marchan en pos del "sueño americano", que los medios sembraron en su mente.
Las imágenes de niños y ancianos palestinos muertos en la Franja de Gaza, bombardeados por Israel, la quema de seres vivos en las guarimbas en Venezuela y Nicaragua y por sobre todo, el repunte del fascismo en Europa y América Latina (Argentina y Brasil), para no hablar de Colombia, Chile Perú y el viraje de Ecuador, nos obligan no solo a investigar las raíces y sus retoños involutivos, sino también los intereses de quienes intentan sumirnos en el pasado del holocausto Nazi.
Son muchos los intereses que se mueven en esa dirección, como también son muchos los mecanismos empleados para tales fines. El más importante de ellos el control y la manipulación mediática, o guerra de baja intensidad de 4ta y 5ta generación.
Ya lo reconocía el ex director de Conatel, Albín Lezama este jueves en el marco de la cátedra Insurgente Federico Brito Figueroa, y el viernes por el Presidente Maduro en cadena Nacional.
"Ya lo importante no es la tecnología, porque hoy en día abundan los medios para difundir lo que se quiera y cualquiera puede hacerlo. Hoy lo importante es el contenido y la manera en que lo tratamos y los ponemos en común", aseveró Lezama.
El presidente Maduro fue más práctico al utilizar la cadena para cuestionar a su Min. Jorge Rodríguez por la deficiente difusión existiendo para ello tantas modalidades
Lo que no consideraron Lezama y Maduro, es que el pueblo no está en capacidad de adquirir los sofisticados instrumentos para la comunicación por dos razones saber: la primera por razones obvias y la segunda por obvias razones. A no ser, que el derecho a estar informado sea exclusivo para los corporativos o para quienes puedan adquirir un sofisticado aparato.
Lo cierto y lamentable de todo es que las imágenes y noticias que nos llegan no tienen nada que envidiar a la propaganda nazi que creó las condiciones para el holocausto que causo repulsa mundial y hoy "sean vistas", con empatía y admiración, algo inconcebible si no fuera por el bombardeo mediático que hace eco en nuestros hogares.
Es curioso que la mayoría de la población en los países afines al fascismo, no disponen de una computadora y por consiguiente sin acceso a Internet y demás redes lo que indica, que la conducta política involutiva hacia el fascismo no es de los pueblos sino de sus gobernantes. Queda claro que la simpatía hacia el fascismo obedece más a la falta de una política comunicacional que dé cuenta de la crueldad del fascismo en lugar de las telenovelas y otros programas que distraen, confunden y nos abstraen de la realidad prueba, de ello que la intención del voto este Domingo en Brasil favorezca al fascismo con miras al HOLOCAUSTO.