El Pato Donald adolece, entre otras, de una específica patología, es la mar de avaro, por lo que bien le cuadra ser llamado también como el Pato Dolar; mas, él tiene la pata hinchá y, ¿pa’ donde va a ir ese pato con esa pata así, hinchá, pa’ donde?
Ah, él es bien pato si cree que va a poner su piazo’ e pata sobre Venezuela mi patria querida / quien la libertó fue Simón Bolivar (como magnífico lo dice Pacheco, su pregón vaya primero), pero aquí no, que él vaya a zapachapotear para su propia laguna mental y a cloquear su kokorocuac precisamente adonde le corresponde y aunque él quiera poner de presidente aquí a uno de sus sobrinos eso tampoco lo excusa de parecerse al gallo de pascualita.
Y por cierto, ¡qué raro, ese bicho tiene sobrinos pero no tiene hermanos! ¿acaso es coincidencia con eso de lo del Tío Samuel?, !eso se llama simplemente pretendida inocente doctrina de la dominación hoolliwudense y la cual arropa a lechuginos petimetres lepidópteros malvivientes cromosómicos y etc!
Dice el pueblo que desde que se inventaron las excusas hay excusados que juegan garrote y ese piazo’ e pato es uno de ellos, aparentemente, para unos sí y para otros no; dicho pato no deja de ser peligroso pero de cualesquiera maneras es de advertirle que vaya a desaguar su real patio trasero allá no acá.
Ah, y que ese susodicho tremendo pato vaya a lavarse ese paltó, ese bicho, con un poquito kreolina y de ser posible una irrigadita con DDT.
¡Ese Pato es sociópata!
